MADRID 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
Existen fuertes vínculos entre las bacterias que viven en el intestino y los niveles de pequeñas moléculas en la sangre conocidas como metabolitos, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Uppsala y la Universidad de Lund, en Suecia, publicado en la revista 'Nature Communications'.
El equipo de científicos ha encontrado fuertes vínculos entre ciertas bacterias que viven en el intestino y pequeñas moléculas que se encuentran en la sangre. El estudio se basa en el análisis de muestras fecales y sanguíneas de 8.583 participantes en el estudio sueco de bioimagen CArdioPulmonar (SCAPIS).
Los resultados se han puesto a disposición de la comunidad investigadora en un atlas en línea. El objetivo del proyecto era contribuir a la ampliación de la base de conocimientos sobre la influencia de la microbiota intestinal en la salud humana.
"Estudios anteriores han demostrado que la gran comunidad bacteriana de nuestro sistema digestivo produce una gran variedad de moléculas, con el potencial de entrar en el torrente sanguíneo y afectar a nuestra salud", afirma Tove Fall, catedrático de Epidemiología Molecular del Departamento de Ciencias Médicas y del Laboratorio de Ciencia para la Vida de la Universidad de Uppsala, que coordinó el estudio junto con investigadores de la Universidad de Lund.
"A la inversa --continúa--, los medicamentos o los componentes de la dieta pueden afectar a la composición de la microbiota antes de entrar en la circulación. La caracterización de estas interacciones es un paso importante para comprender los efectos de la microbiota intestinal en la salud".
Los recientes avances tecnológicos han permitido la caracterización profunda a gran escala de las comunidades bacterianas en muestras biológicas. Esto se hace secuenciando el contenido de ADN de las muestras y comparando los resultados con secuencias de ADN de bacterias conocidas. Los avances en química han permitido además realizar grandes cribados simultáneos de muestras de sangre para medir pequeñas moléculas.
El estudio SCAPIS representa una de las mayores colecciones del mundo de estos dos tipos de datos. En este estudio, los científicos investigaron los vínculos entre la microbiota intestinal y las pequeñas moléculas de la sangre.
"La microbiota intestinal es un universo propio y acabamos de empezar a comprender cómo el huésped humano y la comunidad bacteriana se afectan mutuamente. Nuestros resultados demuestran que, para ciertos metabolitos sanguíneos, las bacterias que uno lleva en el intestino constituyen un fuerte determinante", señala Marju Orho-Melander, catedrática de Epidemiología Genética de la Universidad de Lund y una de las autoras principales del estudio.
El equipo científico cree que la amplitud de los hallazgos puede suscitar el interés de otros grupos internacionales centrados en la microbiota intestinal y las interacciones con el huésped, por lo que ha optado por publicar todas las asociaciones en un sitio web público alojado en el Centro de Datos SciLife de Uppsala (https://gutsyatlas.serve.scilifelab.se).
"El gran número de muestras con datos de alta calidad nos permitió identificar muchas asociaciones novedosas. Por lo tanto, hemos optado por publicar todos nuestros hallazgos en un recurso abierto en línea para que la comunidad investigadora lo utilice para sus diversas necesidades", afirma Koen Dekkers, autor principal de la Universidad de Uppsala.