MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los científicos han detectado por primera vez el virus de la viruela del mono en testículos de los macacos durante la fase aguda de la infección, según una investigación publicada en línea en la revista 'Nature Microbiology'. Además, el equipo encontró pruebas preliminares de infección persistente en dos animales que sobrevivieron a la prueba del virus. Sus resultados ponen de manifiesto la posibilidad de transmisión sexual del virus en los seres humanos.
El actual brote de viruela del mono de 2022 se ha relacionado con el contacto sexual en pacientes con infección confirmada en laboratorio. Dado que el virus puede transmitirse a través del contacto directo con fluidos corporales y lesiones cutáneas, la comprensión de la biología de la infección de los testículos por la viruela del mono y la eliminación del virus en el semen tiene importantes implicaciones para la salud pública.
Los investigadores del Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de Estados Unidos (USAMRIID) realizaron un análisis retrospectivo de la infección por el virus de la viruela del mono en muestras de tejido de archivo de macacos cangrejeros, un modelo de primate no humano ampliamente utilizado para estudiar la enfermedad y evaluar la eficacia de las contramedidas médicas, como las vacunas y los tratamientos, contra la viruela del mono.
"Examinamos muestras de tejido obtenidas tanto en la fase aguda de la enfermedad, cuando la infección está en su punto álgido, como en la fase de convalecencia, cuando la infección disminuye gradualmente --explica el autor principal, el doctor Xiankun (Kevin) Zeng, del USAMRIID--. Detectamos el virus de la viruela del mono en las células intersticiales y los túbulos seminíferos de los testículos, así como en las luces del epidídimo, que son los lugares de producción y maduración del esperma".
Según Zeng, el equipo también encontró pruebas preliminares de la persistencia de la infección por el virus de la viruela del mono en dos macacos cangrejeros convalecientes que sobrevivieron a la exposición al virus.
Utilizando el análisis histológico para analizar microscópicamente el curso de la enfermedad en muestras de tejido, el equipo del USAMRIID descubrió que, aunque el virus de la viruela del mono se eliminaba de la mayoría de los órganos -y de las lesiones cutáneas curadas- durante la convalecencia, podía detectarse hasta 37 días después de la exposición en los testículos de los macacos.
Los investigadores del USAMRIID, dirigidos por Zeng, habían demostrado anteriormente que los virus del Ébola, Marburgo, Nipah y la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo pueden persistir en ciertos órganos de primates no humanos supervivientes en los que el sistema inmunitario está suprimido. Estos lugares inmunológicamente privilegiados, que son similares en los humanos, incluyen los ojos, el cerebro y los testículos.
Aunque el contacto estrecho a través de la actividad sexual se ha asociado a la propagación del virus de la viruela del mono en la actual epidemia mundial, no estaba claro si el virus se replicaba en los testículos o se transmitía a través del semen.
"Nuestros datos demuestran que el virus de la viruela del mono puede ser transmitido por el semen tanto en la fase aguda como en la de convalecencia de la enfermedad en los macacos cangrejeros --afirma Zeng--. Parece plausible, por tanto, que la transmisión en humanos en pacientes masculinos convalecientes pueda producirse a través del semen". Los autores también señalan que el virus persistente puede eliminarse con el tiempo.
Dado que se trata de un estudio retrospectivo en el que se utilizaron tejidos de archivo, no fue posible aislar el virus en el semen, precisa el doctor Jun Liu, primer autor del artículo. Ahora se necesitan más estudios para comprender los orígenes, la dinámica y las implicaciones del ADN viral que se desprende del semen, así como para confirmar si el semen de los pacientes convalecientes de viruela de los monos contiene virus infecciosos, especialmente después de que las lesiones de la piel se curen.
Además, según los autores, el modelo del macaco cangrejero puede no reflejar plenamente la viruela del mono en los seres humanos. Los animales muestran una enfermedad más grave y letal que la observada en los humanos, y el periodo de incubación en los animales es más corto. También en este estudio se utilizaron muestras de animales expuestos a aislamientos virales diferentes a la cepa que circula actualmente.