¿Hambre a todas horas? Evita el hambre incontrolable con simples ajustes en tu dieta

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Archivo - Nevera, hambre, ansiedad - PEOPLEIMAGES/ ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 9 enero 2025 8:33

   MADRID, 9 Ene. (EDIZIONES) -

   Hay personas que tienen hambre de manera constante. Algo a su vez desesperante si el objetivo es mantenerse en su peso o estar en forma. ¿Por qué sucede esto? El hambre suele ser una pregunta frecuente en las consultas de dietética y nutrición y ocupa muchas preocupaciones de los pacientes.

   Según reconoce en una entrevista con Europa Press Infosalus Lara Marín López, enfermera y nutricionista, con años de dedicación en una consulta especializada en salud hormonal y de la mujer, recuerda que "el hambre es una señal del cuerpo que impulsa buscar alimento para sobrevivir".

   Aquí destaca que la sensación de hambre varía a lo largo de la vida, y también dice que cambia a lo largo del día. "No tienes las mismas ganas de comer al levantarte que a las 12 del mediodía, ni antes de comer que después de hacerlo", reconoce.

UN BAILE DE HORMONAS Y CÓMO EMPEZAR BIEN EL DÍA

   La autora de 'Toma el control de tus hormonas' (Libros Cúpula), manual por el que la entrevistamos y donde trata este asunto, subraya que tenemos hambre fruto de "un complejo baile de hormonas que se produce en el cuerpo", destacando la grelina, o 'hormona del hambre'; la leptina o 'hormona de la saciedad'; o la insulina, producida por el páncreas y que regula los niveles de azúcar en sangre, entre otras.

   Con ello, destaca que uno de los principales motivos por los que tenemos todo el tiempo hambre es porque empezamos "el día de la manera que no es", es decir, "comiendo pan blanco o galletas sin nada de grasa, ni de proteínas, o con un desayuno que nos haga hacer picos de azúcar a lo largo del día, de manera que el cerebro haga que tengamos siempre hambre, porque sube muy rápido el azúcar y pide pronto de nuevo comer".

   A su vez, recomienda en el desayuno introducir las grasas saludables y la proteína de calidad (huevos, aguacate, pescado azul, jamón ibérico), dado que hacen que el azúcar en sangre esté más estable y durante el día no vayamos a picos. "Estos alimentos hacen que tardemos en tener hambre mucho rato", reconoce.

EL CANSANCIO Y EL ESTRÉS TAMBIÉN INFLUYEN

   Por otro lado, Lara Marín López habla de la maternidad, y de que las madres duerman de manera habitual menos de lo que deberían: "Cuando dormimos poco el cansancio el cerebro lo traduce en apetito porque, ya que no hemos descansado lo suficiente, este órgano reclama energía de otra manera".

   Aparte de la falta de descanso y de los malos hábitos alimentarios, apunta al estrés mantenido. Sostiene esta experta que tener mucho estrés da mucho hambre, afecta a las señales de hambre, más si éste es mantenido en el tiempo, dado que el cuerpo lo identifica como un peligro: "Las descargas de cortisol a lo largo del día por ese estrés mantenido hacen que por la tarde acumulemos mucha hambre. El cortisol desencadena una respuesta en el cerebro que te hace sentir la necesidad de contar con energía adicional para enfrentarte al estrés percibido".

QUÉ PODEMOS HACER

   En este sentido, defiende Lara Marín que para responder adecuadamente hay que entrenar al cerebro e intentar que el contexto sea el mejor posible dentro de sus posibilidades, con la ayuda por ejemplo según cita del yoga y de la meditación, pero también el hecho de rodearnos de personas que aporten felicidad, y por supuesto el seguir una alimentación saludable libre de picos de azúcar.

   Así, seguir una alimentación rica en grasas y en proteínas es uno de sus principales consejos. "Si metemos grasa y proteína de calidad, aparte de disminuir esa sensación de calidad, el vaciado gástrico será más lento, y ese azúcar en sangre subirá más lentamente, de manera que, en vez de tener hambre a las dos horas de comer, se coma más tarde. Intentar meter a media tarde unos frutos secos o un yogur de coco que es grasa, o bien aguacate y un poco de pavo natural, que sean alimentos de calidad; siempre que metamos carbohidratos lo idóneo es que sean integrales, harinas buenas, y siempre intentar mezclarlas con grasa y proteína", añade.

   Muy importante, según destaca también, es que la primera comida de la mañana sea con hambre poque desayunamos muchas veces por inercia, no tenemos realmente hambre. "Si esperamos a tener buena sensación de hambre tardaremos más en tener hambre después", insiste.

   Además, aconseja esta enfermera y nutricionista que, a lo largo del día, se mezcle proteína y verdura; y se intente introducir como guarnición en la dieta carbohidratos y almidones como la patata, la zanahoria, el boniato, el arroz, la quinoa, o la pasta integral, no como plato único.

EN EL CICLO TAMBIÉN CAMBIA EL HAMBRE

   Añade en último lugar Lara Marín López que la mujer tiene momentos del ciclo donde acumula más hambre, y es debido igualmente a un tema hormonal: "Nuestras hormonas en fase premenstrual favorecen una mayor resistencia a la insulina con el objetivo de acumular grasa en caso de embarazo. En este momento del ciclo es muy importante la ingesta de más grasa y de proteína de calidad al inicio del día".

   Por otro lado, apunta que si queremos algún dulce en esta fase del ciclo lo idóneo es aportar sabores dulces, pero sin demasiada azúcar, como con la toma de un bizcocho de harina de almendras y de calabaza. "De esta manera el cerebro se queda tranquilo, pero sin una gran subida de azúcar en sangre; un buen ejemplo es la toma de chocolate del 95%, que tiene mucha grasa por ejemplo", concluye.

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