MADRID, 21 Nov. (EDIZIONES) -
Los problemas biliopancreáticos se están incrementando en nuestro país, como en la mayor parte de los países desarrollados del mundo. ¿Esto por qué es? Por los cambios de vida, ahora más sedentaria que en década anteriores, y que favorece la obesidad. Pero también entra en juego el envejecimiento de la población; y también nuestra dieta, cada vez más rica en grasas.
"Esto condiciona el aumento tan importante que se ha producido con la patología biliopancreática, principal motivo de ingreso en los servicios de digestivo de los hospitales de nuestro país, y además tanto a nivel de patología biliar como pancreática", subraya el doctor Ángel Ponferrada Díaz, jefe de la Sección de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Infanta Leonor (Vallecas, Comunidad de Madrid).
La vesícula biliar, según nos cuenta este experto, es un órgano que parece "como un saco" y es donde se acumula la bilis. "El hígado produce la bilis continuamente, y la acumula en la vesícula biliar. Cuando llega la hora de hacer la digestión, porque la comida ha empezado su andadura desde el estómago al duodeno, esa vesícula se exprime y vierte la bilis junto con las enzimas del páncreas, y todo ayuda a hacer digestión", explica.
PRINCIPALES PROBLEMAS QUE DA LA VESÍCULA BILIAR
El problema más frecuente que tiene lugar en la vesícula biliar es que se formen piedras en la vesícula (colelitiasis), algunas de las cuales pueden producir una inflamación de la vesícula o 'colecistitis', que cursa con dolor en la zona que los médicos llaman 'hipocondrio derecho', situada debajo de la costilla en el lado derecho, y también puede ocasionar náuseas, vómitos, incluso fiebre, o cursar con síntomas más graves.
"La colelitiasis o formación de piedras dentro de vesícula afecta al 20% población, y representa un factor de riesgo para que se inflame la vesícula, o para que se produzcan cólicos biliares (obstrucción del tubo de la bilis), o incluso una pancreatitis aguda (el páncreas es un órgano muy cercano del intestino y de la vesícula)", detalla este experto.
En sí, las piedras dentro de la vesícula pueden producir cólicos biliares, según prosigue este digestólogo, una obstrucción temporal del 'colédoco' o tubo de la vía biliar, tal y como matiza, y que suele ser temporal porque la piedra termina saliendo; "muy similar a lo que sucede en los cólicos renales".
Cuando la obstrucción dura más tiempo dice que puede ocasionar una 'colangitis aguda', o infección de los conductos biliares, porque esa piedra no sale, según apunta el doctor Ponferrada; y luego, por distintos mecanismos, se puede dar una pancreatitis aguda, una inflamación del páncreas, un órgano que está al lado como hemos contado.
POR QUÉ SON FRECUENTES LOS PROBLEMAS EN LA VESÍCULA BILIAR
Con ello, este especialista del Hospital Universitario Infanta Leonor reconoce que existen muchos factores asociados a la formación de piedras, que es el determinante de los problemas en la vía biliar: "En nuestra sociedad hay más prevalencia de obesidad, y esto es un factor de riesgo; aparte de que el aumento de colesterol en sangre también lo es; así como el uso de anticonceptivos orales; además de la edad, con el consiguiente envejecimiento de la población; a la vez que determinadas infecciones, que en nuestro medio son raras; o los factores dietéticos (comidas ricas en grasa favorece la hipercolesterolemia y la obesidad, factores de riesgo)".
Indica que, por ejemplo, en la bilis hay colesterol, de forma que cuando tenemos un exceso de colesterol, la bilis se vuelve más espesa, y ello favorece la formación de piedras. "Como cada vez hay más obesidad, el envejecimiento población, e hipercolesterolemia favorece todo ello", remarca el jefe de la Sección de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Infanta Leonor.
TRATAMIENTOS HOY EN DÍA DISPONIBLES
Con todo ello, el doctor Ponferrada Díaz recuerda que, normalmente, la mayor parte de los pacientes la colelitiasis o piedras en la vesícula son asintomáticas, y salvo determinados factores de riesgo, no hay por qué intervenir.
Ahora bien, si la vesícula ha dado problemas, tipo una colecistitis, o cólico biliar, o colangitis o pancreatitis, la probabilidad de complicación el próximo año se incrementa; y, por tanto, en la mayor parte de las ocasiones, si el estado del paciente lo permite, hay que extirpar la vesícula o 'colecistectomía', y si hay infección se da antibióticos, se ponen analgésicos; pero la solución final es quitar vesícula en la mayor parte de situaciones.
¿SE PUEDE TENER UNA VIDA NORMAL SIN VESÍCULA BILIAR?
Así, este especialista en Aparato Digestivo mantiene que se puede tener una vida normal sin vesícula biliar, si bien es verdad, tal y como reconoce que quienes están intervenidos, y no tienen vesícula, en ocasiones sí les cuesta más hacer la digestión.
"Uno puede tener una vida normal, pero si no se tiene vesícula se debe tener cierto cuidado con dietas muy ricas en grasas porque entonces le costará mucho hacer la digestión. En general, pueden hacer una dieta sana, normal, y una vida absolutamente normal. En algunos casos muy raros puede dar otros problemas por otros mecanismos como diarrea, o náuseas, pero es menos frecuente; y desde luego el beneficio de quitar vesícula cuando da problemas es mucho mayor a los problemas que pueden surgir por no haberla quitado", agrega.