MADRID, 12 Dic. (EDIZIONES) -
Cada vez es más frecuente en nuestra sociedad el que las personas lleven un marcapasos. Estos dispositivos artificiales logran ayudar al corazón a funcionar correctamente. Según los últimos datos disponibles del Registro español de marcapasos, se registraron 17.360 procedimientos en 2021; y la media de edad de colocación del implante fue de 78,9 años.
"En 2021 aumentó el número de marcapasos convencionales en un 8,3%. (...) Aumentaron los marcapasos sin cables en un 25%. El bloqueo auriculoventricular es la alteración electrocardiográfica más frecuente", apostilla el informe.
Habitualmente, según explica la Fundación Española del Corazón, los marcapasos constan de un generador de impulsos eléctrico y a veces de uno, de dos, o de ningún cable: "Es un dispositivo electrónico diseñado para producir impulsos eléctricos con el objeto de estimular el corazón, y cuando falla la estimulación fisiológica o normal. Estos impulsos, una vez generados, necesitan de un cable conductor (o electrocatéter) que se interponga entre ellos para alcanzar su objetivo".
El doctor Manuel Anguita es expresidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), y especialista del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. Nos cuenta a Europa Press Salud que la razón por la que cada día es más frecuente que los españoles lleven un marcapasos es por cuestión de edad, frente al envejecimiento de la población.
"La mayor parte de las indicaciones actuales de marcapasos son debidas a bradicardias, es decir, a problemas de frecuencia cardiaca lenta, y éstas son más frecuentes en personas de mayor edad. De esta forma, conforme aumenta la edad se incrementan más estos problemas degenerativos del sistema eléctrico del corazón", añade el especialista.
Hay dos tipos de indicaciones de marcapasos, tal y como apunta: "Las más frecuentes es ésta, los problemas de personas con pulsaciones bajas, con ritmo cardiaco lento; y después estaría el bloqueo auriculoventricular".
Después dice que se encontraría la de implantar un tipo especial de marcapasos, los marcapasos fisiológicos o de resincronización, que se utilizan en pacientes que tienen un tipo concreto de insuficiencia cardiaca, llamada con 'fracción de eyección deprimida': "En estas personas se encuentra la indicación de implantar un tipo de marcapasos que estimula de forma simultánea los dos ventrículos. Esto consigue aumentar el rendimiento del corazón, y ayuda a mejorar su pronóstico. Este tipo de indicaciones son menos frecuentes que las clásicas. Son un tipo de marcapasos especial, y están aumentando porque hay cada vez más pacientes con este tipo de insuficiencia cardiaca".
EN QUÉ CONSISTE UN MARCAPASOS
Básicamente todos los marcapasos consisten en un sistema de estimulación, según describe el cardiólogo, el generador del marcapasos, que se pone debajo de la piel y de los músculos pectorales, en el tórax; después tiene unos cables o electrodos, que se llevan del generador hasta el sitio del corazón, se introducen por las venas hasta el corazón, y que es por donde se transmite la energía eléctrica que produce ese generador.
Seguidamente, precisa el cardiólogo, el generador tiene dos sistemas o circuitos, el de estimulación que produce energía; y luego otro, el de sensado, que funciona a demanda, y gracias al que el dispositivo electrónico sólo trabaja cuando es necesario, y así también se gasta la menor cantidad de energía.
El doctor Manuel Anguita subraya que los marcapasos se programan a una frecuencia concreta, y producen o liberan el estímulo, esa energía eléctrica por el cable-electrodo al corazón y hace que se contraiga. "Pero si hay personas en las que esta frecuencia cardiaca baja es intermitente, éste no estimula, sino que capta el ritmo del paciente y sólo estimula el corazón cuando es necesario", valora el expresidente de la SEC.
La forma de estimular al corazón, dónde se colocan los cables, depende de las características de la bradicardia, o del bloqueo que tiene el paciente, según prosigue. "Hay algunos que sólo necesitan un cable en el ventrículo, para estimular sólo el ventrículo; mientras que a otras personas hay que implantarles dos electrodos, uno en la aurícula y otro en el ventrículo y esto simula el funcionamiento más fisiológico o normal del corazón", describe el especialista del hospital andaluz.
Y sobre todo, menciona que en los casos de insuficiencia cardiaca se pueden estimular a la vez los dos ventrículos con dos cables, uno en la punta del ventrículo derecho, y otro se introduce por el seno coronario, una vena del corazón que desemboca en la aurícula derecha, y se lleva a la pared lateral del ventrículo izquierdo, de forma que sincroniza la contracción de los dos ventrículos, estos se contraen a la vez, y en consecuencia mejora el rendimiento del corazón.
"Últimamente, hay otro sistema que evita estos dos cables, la estimulación fisiológica, y se implanta el electrodo en vez de estar en la punta del ventrículo derecho, se coloca en la parte alta del tabique intraventricular, en la zona de conducción eléctrica, consiguiendo que dos ventrículos se contraigan a la vez, y se evitan poner dos cables", agrega el doctor.
CUÁL ES SU VIDA ÚTIL
A su vez, preguntamos al expresidente de la Sociedad Española de Cardiología por la vida útil de un marcapasos, un tiempo que asegura que ha aumentado en las últimas décadas gracias a los avances en la tecnología y que depende básicamente del tiempo que esté funcionando el aparato. "Normalmente, la vida media está entre 6 y 10 años, y luego se hace un recambio del generador, el cable se deja, y se conecta a los mismos cables del primer implante", puntualiza.
Sobre cómo se controlan los marcapasos, el doctor Anguita ensalza el papel de la telemonitorización, "ésa es la tendencia", de forma que los marcapasos modernos pueden transmitir información al hospital, al sistema de control del paciente, sobre el ritmo, la energía, y las constantes del paciente.
"La tendencia es evitar que el paciente vaya a la consulta a una revisión. Por eso, cuando hay un fallo, éste se ve desde la consola del sistema en el hospital. De todas formas, para los marcapasos antiguos aún hay consultas presenciales, donde el paciente acude, y con un monitor que se pone justo encima del generador se chequea el marcapasos, el ritmo, así como el tiempo que le queda de batería y se puede reprogramar muchos parámetros del mismo", explica este experto.
Hay otro sistema, que probablemente sea el futuro, el marcapasos sin cables, tal y como celebra el doctor Anguita, "una tecnología nueva", según la describe, que consta de un catéter: "Se implanta dentro del corazón el propio generador, éste no está fuera. Se deja dentro una pila pequeña que directamente estimula el ventrículo. Es del tamaño de una bala".