MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
La prevalencia de personas zurdas en el mundo es del 10,6 por ciento, aunque la cifra varía entre un 9,3 por ciento y un 18,1 por ciento, dependiendo de cómo se mida la lateralidad, según el metaanálisis 'Human Handedness'. Pero, ¿qué dice la ciencia de por qué hay personas zurdas? ¿Funcionan los hemisferios cerebrales de diestros y zurdos por igual? ¿Tienen diferentes habilidades?
El doctor en neurociencias Diego Redolar, subdirector de investigación de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), y la psicopedagoga Sylvie Pérez, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, resuelven algunos de esos mitos basándose en la ciencia.
La primera pregunta es: ¿Funciona de diferente manera el cerebro de una persona zurda y el de una persona diestra? Se han encontrado pequeñas diferencias, pero son mínimas, afirma Redolar. Como explica, en la corteza motora de una persona zurda, el hemisferio derecho tiene un peso funcional mayor que el hemisferio izquierdo. En el cerebro, el control motor lo realiza el hemisferio contralateral a la extremidad movida.
"Si yo muevo la mano izquierda, quien controla el movimiento es la corteza motora derecha. Y al contrario. En este sentido, a nivel motor, las personas solemos tener una preferencia por un lado del cuerpo o el otro, y por eso hablamos de diestros o zurdos. También hay algunas personas que son bilaterales, pero es un porcentaje menor", afirma.
En este sentido, una persona zurda tiene una tendencia a usar en mayor medida o para la mayor parte de las actividades la parte izquierda del cuerpo, la extremidad superior sobre todo, a veces también la inferior, "y esto es así porque las áreas motoras predominantes son las del hemisferio derecho". En una persona diestra pasa justo lo contrario, sus áreas motoras predominantes serían las del hemisferio izquierdo.
Al hilo de lo anterior, para la mayor parte de las personas diestras, el hemisferio más importante para el lenguaje es el izquierdo. Sin embargo, con la mayoría de los zurdos no es así. Aunque continúa habiendo un porcentaje importante de zurdos donde el lenguaje está lateralizado en el hemisferio izquierdo, hay personas zurdas que tienen el lenguaje en el hemisferio derecho, y algunas que tienen el lenguaje en los dos hemisferios.
"Para el lenguaje, el hecho de ser zurdo puede ser un aspecto positivo si el lenguaje está en los dos hemisferios. Una persona diestra que tiene una lesión que afecta al hemisferio izquierdo, a las áreas del lenguaje, pierde el lenguaje por completo. Sin embargo, una persona zurda que tenga el lenguaje en los dos hemisferios, aunque la lesión afecte a uno de los dos hemisferios, el otro todavía queda, y, por tanto, la pérdida funcional, en este caso el lenguaje, suele ser menor", afirma.
¿POR QUÉ HAY PERSONAS ZURDAS Y DIESTRAS?
Otra duda es si existe una explicación científica que indique por qué hay personas zurdas y personas diestras. Hay algunas hipótesis sobre la organización del sistema nervioso y por qué hay lateralidad. La lateralidad se ha encontrado en la preferencia manual, en el lenguaje y también en las capacidades visoespaciales. "En este sentido, hablamos de lateralidad, es decir, de funciones que están en un hemisferio o en otro. La explicación de esta lateralidad no la tenemos hoy en día. Lo que sí parece ser es que es un aspecto de organización del sistema nervioso", indica Redolar.
Sobre si hay habilidades que se desarrollan antes o después en el cerebro de una persona zurda en comparación con el de una persona diestra, según el investigador de la UOC, no se han encontrado muchas diferencias. "De hecho, hay más diferencias en personas que se han criado en un entorno bilingüe, quienes tardan más en adquirir el lenguaje, pero lo hacen de una manera más marcada y lo aprenden mejor", ha precisado.
Sin embargo, el contexto de la persona zurda sí puede influir en el aprendizaje de determinadas tareas, según indica por su parte Pérez. Por ejemplo, si la persona zurda aprende a escribir árabe, "lo tiene más fácil que un zurdo que aprende a escribir en castellano, porque el árabe se escribe de derecha a izquierda". "Eso tiene ventajas porque la propia manera de escribir ya es limpia, ni siquiera mancha el papel", señala la profesora de la UOC. De ahí que pueda ser posible que, a la hora de aprender a leer y escribir, una persona zurda pueda necesitar un poco más de tiempo, "pero no por eso van a ser disléxicos o a escribir mal, por ejemplo. Son algunos de los mitos que existen y hay que desterrarlos", afirma Pérez.
Por otro lado, los expertos niegan rotundamente que sea beneficioso aprender a escribir con la mano derecha. Y la razón es que, si una persona muestra desde pequeña una preferencia manual para utilizar la mano izquierda, modificar esa preferencia significa luchar a contracorriente porque su cerebro se está organizando de esa manera.
"Por eso se habla del 'zurdo contrariado', que son personas zurdas a las que han obligado a escribir, trabajar y demás tareas para las que se necesitan las manos con la derecha. La experiencia nos ha enseñado que esto sí puede generar un trastorno, porque se obliga a la persona a utilizar su mano más 'débil', y necesitará más tiempo para todas aquellas habilidades que precisen de la coordinación oculomanual", ha explicado Pérez.
En opinión de los expertos, el hecho de que el mundo esté pensado para la mayoría diestra puede hacer que una persona zurda se sienta diferente y viva esa diferencia como algo negativo. Por ejemplo, se genera cierto malestar con el hecho de tener que anticipar que se va a necesitar una silla de zurdos para un examen.
¿UN NIÑO MUESTRA SI ES ZURDO O DIESTRO DESDE EL NACIMIENTO?
La profesora de la UOC afirma que, aunque hay niños que tienen definida su lateralidad prácticamente desde que nacen, en la mayoría tarda unos años en mostrarse, porque los bebés van explorando. Por eso lo ideal es dejarles su tiempo, observar y ayudar sin imponerles nada.
"Lo recomendable es anticiparse como padres e ir encontrando las estrategias. Verán que su hijo tiende a coger las cosas con una de las dos manos, o a subir las escaleras poniendo primero el pie derecho o el izquierdo, o a llevarse un caleidoscopio siempre al mismo ojo", explica.