MADRID, 18 Oct. (EDIZIONES) -
Las consultas por dolor son frecuentes en los servicios de Urgencias en España. De hecho, los estudios muestran que se trata de la causa más común de consulta en estos servicios. "Por ejemplo, se ha reportado que hasta el 78% de los pacientes que acuden a urgencias lo hacen debido al dolor". Ahora bien, existe un problema patente en el tratamiento del dolor en los servicios de Urgencias y que debe resolverse, atendiendo a varios motivos que más adelante señalaremos.
Para ello, entrevistamos en Europa Press Infosalus a los doctores Cesáreo Álvarez Rodríguez, jefe de la Unidad de Urgencias del Hospital de Verín (Ourense), y a José Ramón Casal Codesido, jefe de Servicio de Urgencias del Hospital El Bierzo (León), y coordinador del Grupo de Dolor de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), quienes nos precisan que las patologías relacionadas con el dolor por las que más se visitan los servicios de Urgencias en España incluyen:
1. Dolor abdominal: Es una de las causas más frecuentes de consulta en los servicios de Urgencias; este tipo de dolor puede estar relacionado con una amplia variedad de condiciones médicas, desde problemas gastrointestinales hasta emergencias quirúrgicas.
2. Dolor torácico: Puede estar asociado con problemas cardíacos, como el síndrome coronario agudo, así como con otras afecciones como la pericarditis, o el reflujo gastroesofágico.
3. Dolor lumbar: Los problemas de la columna vertebral, como las hernias discales o las lumbalgias, son comunes entre los pacientes que buscan atención urgente.
4. Dolor de origen tumoral: En pacientes con cáncer, el dolor puede ser una causa frecuente de visitas a urgencias debido a complicaciones relacionadas con la enfermedad o su tratamiento.
5. Dolor por lesiones traumáticas: Las lesiones debido a accidentes, caídas, o actividades deportivas son una causa frecuente de dolor que lleva a los pacientes a buscar atención en urgencias.
PROBLEMAS CON EL TRATAMIENTO DEL DOLOR EN URGENCIAS
Ahora bien, estos miembros de SEMES ponen en evidencia que, en la actualidad, existen varios problemas en el tratamiento del dolor en los servicios de Urgencias en España, tal y como afirmábamos al principio, y que afectan tanto a la calidad de la atención, como a la satisfacción del paciente, entre los que destacan:
· Falta de protocolos uniformes: No hay un protocolo unificado y estandarizado para el manejo del dolor agudo en todos los hospitales; lo que lleva a variaciones significativas en la calidad de la atención, y en los tratamientos administrados.
· Formación inadecuada: La formación específica en el manejo del dolor agudo para el personal sanitario es limitada; se necesita una mayor capacitación para que los profesionales puedan manejar adecuadamente los diferentes tipos de dolor.
. Evaluación inadecuada del dolor: A menudo, la evaluación del dolor no se realiza de manera sistemática, ni con herramientas adecuadas, lo que puede llevar a subtratamientos, o a tratamientos inapropiados.
· Retos en el manejo del dolor en niños: El manejo del dolor en pacientes pediátricos presenta desafíos adicionales debido a las diferencias en la percepción del dolor, y a la comunicación de los síntomas.
· Problemas en el seguimiento: Falta de seguimiento adecuado de los pacientes después de recibir tratamiento para el dolor en Urgencias, lo que puede llevar a reingresos y a la cronificación del dolor.
· Acceso limitado a tratamientos especializados: No todos los hospitales tienen acceso a unidades de dolor especializadas, lo que limita las opciones de tratamiento disponibles para los pacientes con dolor crónico o complejo.
CÓMO PODRÍAMOS SOLUCIONARLO
Entre las posibles soluciones para revertir estos problemas que hay con el tratamiento del dolor desde los servicios de Urgencias, estos expertos de SEMES apuntan a:
1. Unidades de Dolor Especializadas: Pueden ofrecer tratamientos avanzados y personalizados que no están disponibles en las urgencias generales.
2. Protocolos Estandarizados: Deben incluir directrices claras sobre el tratamiento inicial, el seguimiento y la referencia a especialistas en dolor cuando sea necesario.
3. Seguimiento post-urgencias: Implementar programas de seguimiento para los pacientes que visitan Urgencias por dolor, puede incluir llamadas telefónicas de seguimiento, citas de control y derivaciones a clínicas de dolor para asegurar que el dolor sea manejado de manera continua y efectiva fuera del entorno de urgencias.
4. Educación y capacitación del personal de Urgencias sobre las mejores prácticas para el manejo del dolor, incluyendo el uso de escalas de dolor, técnicas de evaluación adecuadas, y opciones de tratamiento; la educación continua puede mejorar la calidad de la atención, además de reducir las visitas repetidas.
5. Intervenciones multidisciplinarias: Fomentar un enfoque multidisciplinario en el tratamiento del dolor, involucrando a médicos, enfermeros, fisioterapeutas, psicólogos, y a otros profesionales de la salud; puede abordar los aspectos físicos, emocionales, y sociales del dolor.
6. Programas de educación para pacientes: Desarrollar programas de educación para pacientes que les enseñen sobre el manejo del dolor, técnicas de autocuidado, la importancia de la adherencia al tratamiento, y cuándo buscar atención de Urgencias; la educación puede empoderar a los pacientes para manejar mejor su dolor en casa, y evitar visitas innecesarias a Urgencias.
¿POR QUÉ NO SE LE DA LA IMPORTANCIA QUE MERECE AL DOLOR?
Tal y como consideran Cesáreo Álvarez Rodríguez, jefe de la Unidad de Urgencias del Hospital de Verín (Ourense), y José Ramón Casal Codesido, jefe de Servicio de Urgencias del Hospital El Bierzo, la falta de importancia otorgada al dolor y su tratamiento en los servicios de Urgencias, y en la atención médica en general, puede deberse a varios factores:
1. Subestimación del dolor: El dolor a menudo se subestima, considerándose una parte normal de muchas enfermedades y tratamientos, lo que puede llevar a una falta de atención adecuada y priorización en su manejo.
2. Falta de formación: La formación en el manejo del dolor, tanto agudo como crónico, es insuficiente en muchos programas de educación médica; esto resulta en profesionales de la salud que no están completamente equipados para abordar el dolor de manera efectiva.
3. Variabilidad en la evaluación: La falta de herramientas estandarizadas y la variabilidad en la evaluación del dolor pueden llevar a tratamientos inconsistentes y, a menudo, inadecuados.
4. Prejuicios y estigmas: Existen prejuicios en torno a los pacientes que reportan dolor, especialmente en casos de dolor crónico o en poblaciones vulnerables; esto puede llevar a la minimización de sus síntomas y a un tratamiento insuficiente.
5. Recursos limitados: Los servicios de Urgencias y otros entornos clínicos a menudo están bajo presión debido a recursos limitados y altas demandas, lo que puede hacer que el manejo del dolor no sea una prioridad inmediata.
6. Enfoque en diagnósticos agudos: En Urgencias la prioridad suele ser identificar y tratar condiciones que pongan en riesgo la vida; el dolor, aunque significativo, puede ser considerado una preocupación secundaria frente a estas emergencias.
7.Percepción cultural: En algunas culturas y contextos, el dolor no se reconoce como un problema médico prioritario, y se espera que los pacientes lo soporten sin buscar ayuda médica.
8.Complicaciones en el manejo del dolor crónico: El dolor crónico es complejo y multifactorial, y su manejo requiere de un enfoque multidisciplinario que, a menudo, no está disponible en muchos sistemas de salud.