MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más común en hombres en 112 países, y se prevé que su prevalencia se duplique para 2040. Si se implementan a escala nacional, los programas de detección del cáncer de próstata que miden los niveles de antígeno prostático específico (PSA) en sangre podrían brindar a los hombres un acceso más temprano al tratamiento y una mayor probabilidad de curación. También pueden prevenir los costosos tratamientos asociados con el cáncer de próstata avanzado.
Los hombres que evitan sistemáticamente las citas de detección del cáncer de próstata enfrentan un riesgo desproporcionadamente mayor de morir a causa de la enfermedad. El análisis que ha llevado a esta conclusión, que aún no está revisado por pares, fue dirigido por investigadores del Departamento de Urología del Instituto Oncológico Erasmus MC del Centro Médico Universitario de Róterdam (Países Bajos) y señala la necesidad de trabajar coneste nuevo grupo de alto riesgo.
En concreto, durante el Congreso de la Asociación Europea de Urología (EAU) en Madrid (España) se presenta un análisis de datos de siete países del estudio de detección del cáncer de próstata más grande del mundo, el llamado 'Estudio aleatorizado europeo de detección del cáncer de próstata (ERSPC)'. Un subanálisis del mismo aporta más información al respecto de este nuevo grupo de riesgo.
Los datos de seguimiento a largo plazo del ERSPC informan sistemáticamente que los programas de detección del PSA pueden reducir en un 20% el riesgo de morir de cáncer de próstata.
Con estos datos, se realizó un subanálisis de datos de seguimiento de 20 años del ERSPC, siendo el primero en analizar la relación entre el rechazo constante a las invitaciones a las pruebas de detección y el riesgo de morir de cáncer de próstata.
AUMENTA EL RIESGO DE MORTALIDAD EN UN 45%
Así, revela un marcado contraste que pone de relieve las posibles consecuencias de evitar las pruebas de detección. El subanálisis incluyó datos de seguimiento de 20 años de 161.000 hombres de entre 55 y 69 años del ERSPC en Finlandia, Países Bajos, Italia, Suecia, Suiza, Bélgica y España. Cabe tener en cuenta que el ERSPC se puso en marcha en 1990 en ocho países europeos, y se espera que los resultados completos de este subanálisis se publiquen a finales de este año.
De 72,460 hombres invitados a las pruebas de detección, aproximadamente uno de cada seis (más de 12,400) no asistió y faltó a todas las citas. Este grupo tuvo un 45% más de riesgo de morir de cáncer de próstata en comparación con quienes sí acudieron a las pruebas de detección. Al comparar los resultados con el grupo de control (hombres que nunca fueron invitados a las pruebas de detección), los hombres que asistieron a las citas de detección tuvieron un riesgo 23% menor de morir de cáncer de próstata, mientras que los que no asistieron enfrentaron un riesgo 39% mayor de morir por la enfermedad.
Es posible que los hombres que optaron por no asistir a una cita de detección eviten la atención médica, lo que significa que son menos propensos a adoptar hábitos saludables y a recibir atención preventiva en general. Este comportamiento es el opuesto al de las personas que quizás se preocupan más por su salud y son más propensas a asistir a una cita de detección.
"Nuestro estudio identifica que los hombres que fueron invitados a una prueba de detección, pero no acuden a sus citas, tienen un riesgo significativamente mayor de morir de cáncer de próstata en comparación con los hombres a quienes no se les ofreció la prueba o aceptaron la invitación" afirman.
TRABAJAN PARA ARMONIZAR LOS ENFOQUES
"Necesitamos comprender mejor quiénes son estos hombres, por qué deciden no asistir a las citas y cómo motivarlos. Esto nos ayudará a diseñar programas de detección de cáncer de próstata basados en la población que fomenten tasas más altas de participación informada. Abordar las tasas de asistencia de esta manera podría ser un factor clave para el éxito a largo plazo de un programa nacional de detección de cáncer de próstata", concluyen los investigadores.
A través del proyecto PRAISE-U, liderado por la EAU, varios países de la UE trabajan para armonizar los enfoques de los programas de cribado poblacional del cáncer de próstata, adaptados al paciente y basados en el riesgo. Esta última investigación destaca la crucial cuestión de la asistencia para el éxito de los programas nacionales de cribado del cáncer de próstata, así como la necesidad de mejorar la concienciación y abordar las desigualdades en el acceso al cribado para este grupo de hombres de mayor riesgo.
El nuevo análisis también sugiere que el beneficio general de la detección del cáncer de próstata es mayor de lo que se creía anteriormente, destaca el doctor Tobias Nordström, urólogo clínico del Instituto Karolinska en Suecia y miembro de la Oficina del Congreso Científico de la EAU. "Para los países de Europa que planean introducir un programa nacional de detección de próstata, este análisis centrado en la asistencia muestra que los hombres que participan en las pruebas de detección tienen un beneficio a largo plazo mucho mejor que el que hemos visto en estudios anteriores", finaliza.