MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
El papel de las bacterias en la salud intestinal se ha investigado mucho en los últimos años, pero un nuevo estudio dirigida por científicos de la Universidad de Utah Health, en Estados Unidos, muestra que los hongos, otro microorganismo que vive dentro de nosotros, pueden ser igualmente importantes en la salud y la enfermedad.
Los hongos prosperan en el intestino sano, pero también pueden causar daños intestinales que pueden contribuir a la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), según el estudio publicado en la revista 'Nature'. Los experimentos con ratones demuestran que, normalmente, el sistema inmunitario mantiene a raya a los hongos, atacando al microbio cuando pasa a un estado que puede causar daños. Cuando el sistema se desequilibra, es más probable que se produzcan enfermedades.
"Los hongos se han estudiado muy poco, en parte porque son mucho más numerosos que las bacterias --explica la doctora June Round, catedrática de patología de la Universidad de California y autora principal del estudio--. Las nuevas herramientas y tecnologías están empezando a hacer posible investigaciones como ésta y este trabajo añade una pieza importante al panorama general".
Estos conocimientos abren nuevas vías para el desarrollo de terapias que mejoren la salud intestinal. El estudio muestra una prueba de concepto de que, algún día, las vacunas podrían utilizarse para frenar las enfermedades gastrointestinales potenciando las respuestas inmunitarias naturales que fomentan un equilibrio saludable de los hongos y otra microbiota intestinal.
Round se interesó por esta línea de investigación tras observar que una prueba médica habitual para diagnosticar la enfermedad de Crohn, un tipo de EII, funciona detectando anticuerpos contra los hongos. Sin embargo, aún no se había estudiado cómo influyen los anticuerpos en la enfermedad.
Para profundizar, su equipo buscó el desencadenante de la respuesta inmunitaria. Trabajando con muestras de pacientes y realizando pruebas con ratones, determinaron que la levadura 'Candida albicans' -una de las principales especies de hongos que residen en el intestino humano- provocaba la respuesta inmunitaria más fuerte.
Otras investigaciones demostraron que los anticuerpos se centraban en los tipos de células fúngicas alargadas denominadas hifas, y que se unían específicamente a unas proteínas denominadas adhesinas que ayudan a los microbios a adherirse a las superficies y a volverse invasivos.
Con este objetivo en la mano, los investigadores pudieron investigar más definitivamente el papel de los hongos en la salud intestinal. Descubrieron que los ratones poblados con la levadura en su estado normal y redondeado permanecían sanos. En cambio, los ratones poblados con 'Candida' en su forma invasiva provocaban daños intestinales que se asemejaban a la EII. Los resultados muestran que las respuestas normales de los anticuerpos en el intestino inhiben la enfermedad al reconocer la forma hifal dañina de los hongos.
La EII no es el único problema de salud asociado a los hongos. Otra son las infecciones vaginales por hongos. Los investigadores determinaron que una vacuna que se estaba investigando como remedio para la infección por hongos desencadenaba una reacción inmunitaria contra las proteínas de la adhesina que es similar a la reacción de los pacientes de Crohn. Cuando se les inoculó la vacuna, los ratones normalmente propensos a una afección similar a la EII tuvieron menos probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Los investigadores estudian ahora si las vacunas podrían ayudar a mitigar la EII en las personas, y si el mismo enfoque puede aplicarse de forma más amplia para dar forma a otras comunidades microbianas en el intestino. "Nuestro objetivo es explotar las interacciones entre los microbios comensales y el sistema inmunitario del huésped para aprovechar los productos microbianos con fines terapéuticos", afirma Round.
Además de las implicaciones para la enfermedad, los resultados también sugieren que los hongos pueden ser importantes en el intestino sano. Normalmente, el sistema inmunitario se encarga de eliminar las infecciones deshaciéndose de los organismos invasores. En este caso, los hongos se benefician de su interacción con los anticuerpos. La reacción inmunitaria hace que los hongos pasen de su estado invasivo a su estado redondeado y en ciernes, lo que mejora su supervivencia en el intestino.
"El sistema inmunitario limita a la Candida a su forma menos patógena --dice la doctora Kyla Ost, investigadora postdoctoral en el laboratorio de Round y autora principal del estudio--. Esto nos muestra que la comunicación entre el huésped y el microbio puede ser amistosa, en lugar de antagónica, para beneficiar a ambos".