MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La hormona adrenomedulina altera la señalización de la insulina en las células de los vasos sanguíneos, lo que contribuye a la resistencia sistémica a la insulina en la diabetes tipo 2 asociada a la obesidad, según un nuevo estudio liderado por investigadores del Max Planck Institute for Heart and Lung Research (Alemania) y publicado en 'Science'.
El bloqueo de los efectos de la adrenomedulina restablece la función de la insulina y mejora el control de la glucosa en un modelo de ratón, lo que sugiere un nuevo objetivo potencial para el tratamiento de la enfermedad metabólica relacionada con la obesidad.
La diabetes es una de las principales causas mundiales de enfermedad, mortalidad y gastos sanitarios, y la mayoría de los casos se deben a la resistencia a la insulina inducida por la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2.
La resistencia a la insulina afecta principalmente a las células metabólicas clave, incluidas las del músculo esquelético, el tejido adiposo y el hígado. Las células endoteliales de los vasos sanguíneos también expresan receptores de insulina, y se cree que la señalización de la insulina endotelial desempeña un papel crucial en la regulación metabólica.
Investigaciones anteriores han sugerido que la resistencia a la insulina endotelial puede contribuir a la resistencia sistémica a la insulina de la diabetes tipo 2. Sin embargo, los mecanismos precisos que subyacen a la resistencia a la insulina endotelial siguen sin estar claros, y su papel directo en la diabetes tipo 2 aún no se ha establecido definitivamente.
Los investigadores descubrieron que los niveles plasmáticos de la hormona adrenomedulina y del factor H del complemento (CFH), una proteína que potencia los efectos de la adrenomedulina, estaban elevados en la sangre de ratones y humanos obesos.
Según los hallazgos, en las células endoteliales humanas, la adrenomedulina inhibe la señalización de la insulina al desencadenar una cascada que desactiva el receptor de insulina, lo que sugiere que los niveles más altos de adrenomedulina y CFH en la obesidad contribuyen a la resistencia a la insulina en los vasos sanguíneos.
Destacando estos hallazgos, los autores demuestran que el tratamiento de ratones delgados con adrenomedulina provocó resistencia a la insulina y un control deficiente de la glucosa, imitando la obesidad. Este efecto se eliminó en ratones que carecían de receptores de adrenomedulina en sus vasos sanguíneos, lo que confirma que la hormona actúa a través de estos receptores.
Además, el bloqueo de la señalización de la adrenomedulina mejoró la función de la insulina en los vasos sanguíneos, mejoró el flujo sanguíneo muscular y evitó la resistencia a la insulina en ratones obesos, lo que destaca su papel central en la disfunción metabólica relacionada con la obesidad.