MADRID, 10 Feb. (EDIZIONES) -
Los huesos son para toda la vida y por tanto es vital para nosotros el cuidarlos de la mejor manera posible. Nuestro esqueleto óseo está conformado por unos 206 huesos ni más ni menos, y estos son los responsables no sólo de dar anclaje a los tendones musculares, que ayudan, junto a las articulaciones, a movernos adecuadamente.
"También ofrecen soporte, y protegen a las vísceras internas. Están implicados en el almacén de múltiples sustancias minerales, que requiere el metabolismo celular de diferentes tejidos. Además, albergan la médula ósea roja, formadora de sangre. Por tanto, de su salud y mantenimiento dependen diferentes funciones básicas", afirma en una entrevista con Infosalus el doctor Matías Valverde, médico reumatólogo de HLA Mediterráneo.
Es más, este experto advierte de que algunas enfermedades y lesiones pueden afectar a la estructura ósea, siendo la más destacable la osteoporosis, y su repercusión futura más evidente, la fractura.
Así, y aunque hay un factor hereditario (genético) implicado en las enfermedades óseas, el también profesor colaborador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Almería dice que tienen un alto peso específico en su aparición algunos factores de nuestro estilo de vida, que por supuesto podemos modificar.
"Nuestros huesos se ven perjudicados de forma notable por una mala alimentación, por la falta de ejercicio, así como por los hábitos tóxicos, como el tabaco y el alcohol. Es por ello muy importante el estimular a niños, adolescentes y adultos jóvenes, en este sentido, para que alcancen un pico de masa ósea adecuado, el cual se produce en torno a los 30 - 35 años. Deberían hacerse campañas de educación para la salud (ósea) en este grupo de población, para la promoción de estilos de vida adecuados", agrega el especialista.
EL PROBLEMA SILENCIOSO DE LA OSTEOPOROSIS
El doctor Valverde mencionaba que la principal enfermedad de los huesos es la osteoporosis, una patología que, por sí misma, no da ningún síntoma. Aquí advierte de que es falso el mito de que produce 'dolor en los huesos'.
Con ello, el reumatólogo de HLA remarca que la falta de densidad del hueso, y la mala calidad del tejido óseo, se producen de forma progresiva a lo largo de los años, hasta que el hueso por un traumatismo poco intenso, incluso un mínimo esfuerzo, se rompe originando la fractura.
"Las más frecuentes son las fracturas vertebrales (que pueden disminuir la altura de la persona), de la muñeca, del húmero, y las más temidas a partir de los 70 años, las de cadera, que requieren de una operación. Se calcula que más de un 5% de la población sufre de osteoporosis, llegando a ser más del 20% en las mujeres a partir de la menopausia", apunta el experto.
El miembro de las Sociedades Española y Andaluza de Reumatología mantiene así que diferentes factores de riesgo deben hacer sospechar sobre su posible existencia: antecedentes familiares (ejemplo madre con osteoporosis), la menopausia precoz (antes de los 48 años), el sedentarismo, ingesta a largo plazo de algunos fármacos (ejemplo corticoides, anticonvulsivantes, etc), tabaco, dietas muy desequilibradas (deficitarias en calcio, proteínas, y otros nutrientes) y la delgadez.
"Muy importante evaluar también el riesgo o tendencia a la caída, la cual es más frecuente en algunos sujetos: por no tener una musculatura adecuada (falta de ejercicio), tendencia a desequilibrio (mareos frecuentes), psicofármacos, objetos en el domicilio en zonas de paso, etc", sostiene.
Ante la sospecha de una posible osteoporosis, el médico puede decidir solicitar una densitometría ósea y una analítica de sangre-orina, para la evaluación del proceso osteoporótico, apunta el experto.
"La densitometría ósea es un procedimiento radiológico que cuantifica de forma estandarizada la intensidad de la osteoporosis, y ayuda al médico a decidir las posibles opciones preventivas y terapéuticas. La radiografía simple generalmente no sirve, pues debe perderse más de un 30% de masa ósea, para poder apreciar algo en la radiografía; a veces, si observamos lesiones óseas como aplastamientos vertebrales, con dolor de espalda y progresivo encorvamiento, ya llegamos varios años tarde", lamenta.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA MANTENER NUESTROS HUESOS MÁS SANOS?
Acorde con lo anterior, y centrándonos en las opciones modificables para mejorar la salud ósea, y tratar de evitar la osteoporosis y otras enfermedades que atacan a la estructura ósea, el doctor Matías Valverde, médico reumatólogo de HLA Mediterráneo señala que deberían seguirse los siguientes consejos generales:
1.- Alimentación adecuada: Debería tener un suficiente aporte de proteína, pero también de micronutrientes como el calcio, fósforo, magnesio, etc. Dietas muy estrictas, con pérdida acelerada del peso corporal, pueden fomentar la tendencia a la osteoporosis.
2.- Ejercicio apropiado: No solo andar, también es necesario cierto ejercicio de fuerza, con carga de peso. Deberán evitarse los esfuerzos y malposiciones corporales, sobre todo de la espalda, que pudieran producir fracturas. Cuidado con deportes y actividades recreativas que fomenten la caída (ejemplo bicicleta).
3.- Evitar el tabaco, y el consumo excesivo del alcohol.
4.- Tomar suficiente sol, el cual proporciona el 90% de la vitamina D, indispensable en el metabolismo óseo. Con 20 - 30 minutos de sol al día es suficiente, debiendo evitar el exceso en zonas delicadas como la cara, el cuello, escote y dorso de las manos. En invierno es habitual el déficit de vitamina D, al tomar menos sol, pudiendo ser necesario un suplemento vitamínico. Su médico de familia o especialista decidirán al respecto.
5.- A partir de la menopausia, consulte con su médico, por si procede la realización de pruebas analíticas o de imagen (densitometría), para el cribaje de una posible osteoporosis.