MADRID 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un amplio estudio de miembros militares dirigido por investigadores de Duke Health y el Durham VA, en Estados Unidos, ha identificado cuatro genes que están vinculados a un mayor riesgo de pensamientos y comportamientos suicidas, según publican en la revista 'JAMA Psychiatry'.
Aunque se necesita más trabajo para determinar si la identificación de los marcadores genéticos podría conducir a tratamientos específicos, los hallazgos avanzan en la comprensión de cómo los factores de riesgo hereditarios juegan un papel en la patología de los pensamientos y acciones suicidas.
"Es importante señalar que estos genes no predestinan a nadie a tener problemas, pero también es importante entender que podría haber mayores riesgos, sobre todo cuando se combinan con los acontecimientos de la vida", apunta Nathan Kimbrel, profesor asociado en el Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de Duke y coautor principal del estudio.
Kimbrel y sus colegas, incluida la coautora principal Allison Ashley-Koch, profesora del Departamento de Medicina de Duke, llevaron a cabo un amplio y diverso análisis genómico con datos de 633.778 veteranos del ejército estadounidense. El 71,4% de los participantes tenía ascendencia europea, el 19,1% africana, el 8,1% hispana y el 1,3% asiática. Los participantes en el estudio eran principalmente varones, con un 9% de mujeres.
Dentro de ese grupo de veteranos, se identificaron 121.211 casos de pensamientos o acciones suicidas a partir de los historiales médicos. Los participantes se clasificaron como controles si no tenían antecedentes documentados de conductas autolesivas a lo largo de su vida.
Mediante un análisis del genoma completo de las muestras de sangre, los investigadores identificaron numerosos genes que eran evidentes entre los participantes con casos documentados de pensamientos o acciones suicidas, independientemente de sus antecedentes ancestrales.
Cuatro genes eran los que presentaban vínculos más estrechos, y se habían asociado anteriormente con afecciones psiquiátricas. El primero de ellos es el ESR1, un receptor de estrógeno, ha sido identificado previamente como gen gen causal del TEPT y la depresión, que son factores de riesgo de conductas suicidas entre los veteranos. También se sospecha que el estrógeno es la causa de las diferencias de sexo en las tasas de depresión, y se ha descubierto que la pérdida de ESR1 produce efectos en el tejido cerebral de los hombres.
El segundo es el DRD2, un receptor de dopamina, se ha relacionado con intentos de suicidio, esquizofrenia, trastornos del estado de ánimo, TDAH, conductas de riesgo y trastorno por consumo de alcohol.
En tercer lugar, el DCC, que se expresa en el tejido cerebral a lo largo de toda la vida, se ha asociado a múltiples afecciones psiquiátricas y es elevado en los cerebros de las personas que mueren por suicidio.
Y por último, el TRAF3, que está relacionado con el comportamiento antisocial, el consumo de sustancias y el TDAH. El litio -un tratamiento de referencia para el trastorno bipolar que ha demostrado reducir el riesgo de suicidio- modula la expresión de TRAF3 y de varios otros genes inflamatorios.
Además de estos genes, los investigadores también identificaron otros nueve genes de riesgo específicos de cada ascendencia.
"Aunque los genes representan una pequeña parte del riesgo en comparación con otros factores, necesitamos comprender mejor las vías biológicas que subyacen al riesgo de que una persona tenga un comportamiento suicida --afirma Kimbrel--. El suicidio es la causa de más de 700.000 muertes al año y es la cuarta causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años. Cuanto más sepamos, mejor podremos prevenir estas trágicas muertes".