Cómo impacta la obesidad infantil sobre los huesos de los niños

Archivo - Niño, obesidad - KWANCHAICHAIUDOM/ ISTOCK - ARCHIVO

   MADRID, 25 (EDIZIONES)

   La obesidad infantil es cada vez más frecuente y supone hoy en día un auténtico reto. Su impacto en el desarrollo del menor como adulto afecta a varias esferas; si bien en este artículo nos centraremos en cómo esos kilos de más afectan a la formación de los huesos, generando en algunas ocasiones graves consecuencias.

   Tal y como alertan los CDC norteamericanos, los menores con obesidad infantil tienen una mayor probabilidad de desarrollar problemas de respiración, como apnea del sueño y asma; así como comorbilidades como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial, o colesterol alto (estos dos últimos, factores de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular); aparte de un mayor riesgo de padecer problemas sociales y psicológicos.

   Es más, alerta esta entidad que "demasiado peso también puede impactar seriamente el crecimiento y en la salud de los huesos, las articulaciones y los músculos" del menor, un tema sobre el que centramos este artículo de divulgación y para el que entrevistamos en Europa Press Infosalus a la doctora Olga Pérez, que es pediatra con dedicación a la endocrinología en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

   Recuerda que el hueso, en general, se desarrolla aproximadamente hasta los 25 años, que es cuando se alcanza el máximo pico de masa ósea; si bien cita que, a partir de entonces, se inicia un declive de esa densidad mineral del hueso, y de manera progresiva.

La obesidad infantil atiende, básicamente, a causas exógenas, tal y como reconoce, fundamentalmente por desequilibrio de ingesta y falta de movilización, en un 90% de casos. "Aquí la obesidad sí puede asociar otras comorbilidades como la hipertensión, el colesterol, entre otros", apostilla. Mientras la doctora Pérez señala que hay un 5-10% de casos de niños obesos que se producen por enfermedades en sí mismas.

   CÓMO AFECTA LA OBESIDAD A LOS HUESOS DE LOS NIÑOS

   En general, resalta que la obesidad, aparte de todos los problemas que tiene y que se han citado al inicio del artículo, impacta en la formación y en el desarrollo de los huesos de los menores de la siguiente manera: "A nivel óseo en los niños, ese sobrepeso o exceso de peso que soportan esos huesos en crecimiento les puede originar dolor, y alguna vez deformidad. Están sujetando un peso excesivo para el que no están todavía conformados esos huesos, especialmente en los casos de obesidad grave".

   Además, destaca esta experta del Hospital Clínico San Carlos, todo forma parte de un círculo vicioso, puesto que ese dolor, y las deformidades óseas le impiden al menor hacer más movilización y ejercicio, y al final todo esto favorece el que se incremente la obesidad del menor.

   Suele tratarse, asimismo, de menores con baja vitamina D, dado que son sedentarios y no salen de casa, no se mueven, algo que igualmente influye en la dureza y en la conformación de la anatomía del hueso, de manera que si los huesos de los niños no están bien formados tendrán un mayor riesgo de padecer fracturas en la edad adulta. "Son niños que pueden tener pies planos o rodillas como en paréntesis", detalla esta especialista en obesidad infantil.

   CÓMO FAVORECER UN ÓPTIMO CRECIMIENTO DE LOS NIÑOS

   Con todo ello, preguntamos a la pediatra Olga Pérez cómo podemos favorecer un óptimo crecimiento de los huesos de nuestros hijos, y apunta a varios aspectos:

   1. Las cuestiones nutricionales son fundamentales, y los menores deben mantener una ingesta adecuada de alimentos (rica en fruta y en verduras, pero sin dejar de ingerir todos los grupos de alimentos), y para que el organismo tenga cubiertas las necesidades de nutrientes para el hueso; que fundamentalmente son minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio, y la mayor parte los ingerimos con los productos lácteos (leche, yogures, queso); pero también recuerda que la sandía, por ejemplo, tiene bastante calcio.

   De media, tal y como apunta esta pediatra, los adolescentes deben consumir hasta tres unidades de lácteos al día, dado que en la pubertad se produce un pico de crecimiento; mientras que los niños en edad escolar con consumir dos unidades, lo equivalente a medio litro de leche al día, sería suficiente al día.

   2. Hoy en día recuerda la necesidad de exposición solar para que para haya suficiente síntesis de vitamina D.

   3. Pero también cita la realización de ejercicio físico, porque así alcanzarán un pico de masa ósea mayor, y se aconseja la realización de una hora de ejercicio al día; así como evitar el sedentarismo, y huir de las pantallas. "Es la base para que el hueso se fabrique duro y de manera adecuada", apostilla la doctora Pérez.

   Según mantiene la Sociedad española de Endocrinología Pediátrica, "el abordaje de esta enfermedad de base tan compleja y multifactorial debería centrarse en la prevención, promoviendo patrones de vida saludable, especialmente en relación con la alimentación, la actividad física, y el sedentarismo".