MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los datos de un nuevo estudio paneuropeo sobre la carga de las enfermedades digestivas, presentados en la UEG Week 2022 y publicados en el 'United European Gastroenterology Journal', ponen de manifiesto un preocupante aumento de la prevalencia de varias enfermedades digestivas desde el año 2000.
Entre ellas se encuentran las enfermedades hepáticas crónicas, la pancreatitis, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la gastritis, los trastornos vasculares intestinales y la enfermedad celíaca en los niños. Además, las tasas de incidencia y mortalidad de todos los cánceres digestivos combinados han aumentado un 26% y un 17% respectivamente en el periodo 2000-2019.
El informe identifica que las enfermedades digestivas afectan a más de 300 millones de personas en toda Europa y el área mediterránea y que los costes económicos asociados son considerables. La incidencia y prevalencia de muchas enfermedades digestivas es mayor entre los más jóvenes y los ancianos y, a medida que la población europea envejece, esta carga de enfermedad aumentará inevitablemente.
La incidencia y la mortalidad estandarizadas por edad han aumentado en el caso del cáncer de hígado y de páncreas en la mayoría de los países europeos desde el año 2000, y el consumo de alcohol, la obesidad y otros factores modificables del estilo de vida han sido identificados como factores clave que contribuyen a una gran parte de la carga global de estos trastornos digestivos. El aumento de la incidencia del cáncer colorrectal entre los adultos jóvenes también es motivo de preocupación.
Los investigadores de la Universidad de Liverpool (Reino Unido), que realizaron el estudio en nombre de la UEG, observaron tendencias crecientes en la carga de enfermedades digestivas debidas al alto índice de masa corporal (IMC) en todo el continente.
Y, aunque se han hecho algunos progresos para reducir la carga atribuible al alcohol desde el año 2000, el consumo de alcohol sigue siendo uno de los principales responsables de la carga de enfermedad.
Una de las noticias positivas del estudio es la disminución de la carga sanitaria relacionada con el tabaquismo en casi todos los países europeos, tras las estrategias nacionales de intervención.
Un factor clave que se destaca en el informe es que las diferencias sociales y económicas a nivel de población entre los países explican gran parte de las diferencias en la carga de las enfermedades digestivas, ya que los países más desfavorecidos, medidos por el Índice de Desarrollo Humano, experimentan una mayor carga de la mayoría de las enfermedades digestivas.
En cuanto a la carga económica de las enfermedades digestivas, el informe del UEG concluye que, por término medio, el coste estimado de la prestación de servicios sanitarios a los pacientes internos (excluyendo el tratamiento y el diagnóstico) para las enfermedades digestivas como porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) fue del 0,12% en los 31 países incluidos en el estudio. Esto se traduce en un coste potencial en toda la UE de aproximadamente 20.000 millones de dólares (unos 20.400 millones de euros) en 2021.
"La carga sanitaria, económica y social de las enfermedades digestivas está aumentando a un ritmo alarmante --afirma Helena Cortez-Pinto, Presidenta de la UEG--. Nuestros sistemas sanitarios y nuestras economías ya se encuentran en un estado frágil y se requiere una acción urgente para hacer frente a estas cargas, a través de la educación pública, la modulación de las opciones de estilo de vida y la investigación, con el fin de invertir estas tendencias alarmantes".
Según el informe, si en los 31 países europeos se pudiera reducir en un 25% la mortalidad prematura relacionada con las enfermedades digestivas, el ahorro estimado por la prevención de pérdidas de productividad ascendería a un total de 11.400 millones de euros (en 2019). Esta cifra se eleva a 22.800 millones de euros y 34.200 millones de euros para reducciones del 50% y el 75% respectivamente.
La carga de las enfermedades digestivas, medida por los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), tiende a ser mayor entre los países de Europa central y oriental en comparación con los de Europa occidental y meridional, en particular en lo que respecta a las enfermedades crónicas del hígado, la pancreatitis, la gastritis y la duodenitis, los trastornos vasculares intestinales y la enfermedad de úlcera péptica.
Luigi Ricciardiello, presidente del Comité de Investigación de la UEG, advierte de que "siguen existiendo grandes desigualdades sanitarias en toda Europa y, con los nuevos retos económicos, esperamos que estas desigualdades se agraven aún más".
"Desgraciadamente --prosigue--, a pesar de su considerable prevalencia y de su impacto global, muchas enfermedades digestivas siguen siendo poco conocidas y atraen relativamente poca atención tanto desde el punto de vista de las políticas como de la financiación".
El UEG realizó un estudio similar en 2014 que puso de manifiesto cargas similares y, con mejoras limitadas desde entonces, los resultados y las conclusiones de este último estudio del UEG ayudarán a acelerar el progreso en la reducción de la carga de los trastornos digestivos. También ayudará a identificar las áreas prioritarias en las que se requiere investigación e inversión en toda Europa, así como en las naciones individuales.
Tanith Rose, investigadora principal del estudio encargado por la UEG, concluye que "la falta de progreso en las dos últimas décadas en la reducción de la incidencia de las enfermedades digestivas pone de manifiesto la necesidad de adoptar más estrategias preventivas eficaces. Los factores sociales y económicos contribuyen a las importantes diferencias en la carga de la mayoría de las enfermedades digestivas, y los esfuerzos para reducir la carga que no tienen en cuenta estos factores probablemente tendrán un éxito limitado", subraya.
