MADRID 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) ha demostrado que el nivel de contaminación del aire puede llegar a ser más alto dentro de una casa que fuera de ella, incluso en días en los que la calidad del aire exterior sea buena, aunque depende de la ubicación del hogar, la ventilación y los patrones de ocupación.
"Nuestro estudio muestra la necesidad de monitorizar la contaminación del aire en interiores, ya que las personas pueden tener aire insalubre en casa incluso si el aire exterior es bueno. Los niveles de partículas en suspensión variaron significativamente entre hogares, lo que indica que monitorizar solo una ubicación no es suficiente", ha explicado la coautora y becaria de Clean Air, Catrin Rathbone.
Los científicos han usado sensores de bajo costo y técnicas innovadoras durante un período de dos semanas para comparar las partículas en suspensión en tres hogares, descubriendo que los niveles de contaminación en cada casa eran más altos y más variables que los niveles exteriores.
Aunque las diferencias entre las tres casas han sido "significativas", han destacado que una de ellas llegó a superar durante nueve días el nivel de 2,5 microgramos por metro cúbico establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Con más tiempo dedicado a trabajar desde casa, comprender los factores que afectan la calidad del aire dentro de los hogares es cada vez más importante. Los métodos que utilizamos modelaron con precisión los niveles de partículas en suspensión en interiores, lo que ayudó a mejorar las estimaciones de exposición a un bajo costo", ha afirmado el coautor y becario de Clean Air, Owain Rose.
El estudio, publicado en la revista 'Scientific Reports', ha permitido identificar cinco factores diferentes que contribuyen a la presencia de partículas en suspensión en espacios interiores; dos están relacionados con actividades en interiores, como un mayor movimiento de los residentes, y tres vinculados a factores externos, como el respiradero de la cocina de un restaurante cercano.
Los investigadores también han comprobado que las partículas más grandes tendían a depositarse más rápido que aquellas más pequeñas, todo ello mediante el uso de la factorización matricial no negativa, una herramienta "poderosa" para descubrir patrones latentes en los datos, para modelar con mayor precisión los niveles de partículas en suspensión en interiores; el uso de sensores de bajo costo les ha permitido construir una imagen "más detallada" de los niveles de contaminantes dentro de las propiedades.
"Nuestro enfoque es fácil de escalar debido a su bajo costo y permitiría la gestión de la calidad del aire en hogares de todo Reino Unido y más allá. Esto podría conducir a modelos de exposición a la contaminación más precisos y políticas de salud pública mejor informadas", ha expresado el coautor, el profesor Francis Pope.
Los tres hogares estudiados se encuentran en la zona de Selly Oak de Birmingham, a cuatro kilómetros al suroeste del centro de la ciudad; cada casa está ocupada por cuatro o cinco personas, todas con calefacción central de gas y una placa de cocina y horno combinados a gas.