MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La incontinencia urinaria y fecal es un problema "infradiagnosticado", debido a que "a los pacientes les sigue dando pudor hablar de ello y no se atreven a consultar", según ha explicado el vicepresidente III del Consejo General de Enfermería, José Luis Cobos.
Con motivo de la Semana Mundial de la Continencia, el Consejo General de Enfermería ha celebrado el 'webinar' 'Incontinencia fecal y urinaria: una perspectiva desde enfermería'. La sesión, organizada a través del Instituto Superior de Formación Sanitaria ISFOS, ha contado con la colaboración de la Asociación para la Incontinencia (ASIA).
Como ha apuntado el jefe de Sección de Coloproctología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, Javier García , resulta muy difícil hablar de prevalencia con seguridad ya que "son muchos los pacientes que no se atreven a consultar y optan por vivir con el problema a pesar del impacto que puede llegar a suponer en su día a día".
Sin embargo, los estudios apuntan a prevalencias del 20 por ciento en dos grandes grupos, el de las personas mayores y el de las mujeres en el puerperio. "No estamos ante un problema que afecte solo a la gente mayor. La mayoría de las mujeres, tras el parto, sufre incontinencia, aunque es cierto que en muchos casos la sintomatología mejora o la mujer acaba compensando esa debilidad, manteniendo una función defecatoria razonablemente buena. No obstante, con el paso de los años, a medida que se debilita el suelo pélvico surge de nuevo esa incontinencia cuyo origen, aunque hayan pasado dos e incluso tres décadas, es en realidad obstétrico", ha subrayado García.
Además, la incontinencia puede ser también un problema asociado a trastornos neurológicos, esclerosis múltiples e intervenciones quirúrgicas en la zona anal, entre otras. Por eso, aunque es más frecuente en la mujer debido a los partos, no es un trastorno exclusivo de este género y son muchas las situaciones en las que puede afectar al varón.
Según Cobos, "la enfermería de Atención Primaria tiene un papel fundamental en la detección de estos casos y debe ser proactiva a la hora de preguntar sobre estas cuestiones porque sólo así podrán llegar a tener un tratamiento adecuado. También es clave en el ámbito hospitalario, en el seguimiento y manejo de los pacientes que presentan incontinencia por distintos motivos".
Por su parte, la directora de ISFOS, Pilar Fernández, ha destacado la importancia de la formación en este campo. "Las enfermeras somos clave en el diagnóstico y en el manejo de la incontinencia, por ello, en el marco de la Semana Mundial de la Continencia hemos querido centrarnos en este tema con una sesión de formación en la que hemos tratado cuestiones como la detección del problema, teniendo en cuenta que al paciente le suele costar mucho hablar de ello y tiende a ocultarlo; la educación terapéutica, nuestro rol como prescriptoras y la importancia del seguimiento", ha señalado Fernández.
Otro tema sobre la mesa ha sido el del acceso a los tratamientos en el manejo de la incontinencia. Como ha señalado Javier García, "la mayoría de los pacientes mejoran simplemente con cambios en su alimentación, una revisión de los fármacos, medicamentos para contribuir a la formación del bolo fecal y evitar así escapes sin embargo, en algunos casos, hay que recurrir a otro tipo de tratamientos más sofisticados que tienen un coste mayor como es el caso de la irrigación transanal".