MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Con la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en el entorno laboral se prevé un incremento del estrés de los trabajadores ante la necesidad de producir más y más rápido, el miedo a lo desconocido y ser reemplazados por la tecnología, según un informe elaborado por la consultora Evoluziona con motivo de la Semana de Concientización sobre el Estrés, cuyo Día Mundial se celebra el 6 de noviembre.
Según explican, diversos estudios analizados en el informe ya han detectado cómo la implementación de IA está incrementando el nivel de ansiedad vinculada a la tecnología, lo que se conoce como tecnoestrés. Así, una reciente investigación publicada en 'International Journal of Human-Computer Interaction 'la implementación de IA está incrementando el nivel de incertidumbre y la ansiedad en empleados de sectores tecnológicamente avanzados.
Por su parte, un informe de McKinsey & Company estimó que el 30% de los trabajadores siente incertidumbre sobre la seguridad de su empleo debido al avance de la IA. Estudios recientes de origen español revelan que el incremento del tecnoestrés entre trabajadores remotos está asociado a la percepción de falta de desconexión digital y al aumento de cargas de trabajo.
"El tecnoestrés no es solo una consecuencia del uso excesivo de la tecnología, sino una fuente principal de ansiedad y desgaste mental en muchos trabajadores", comenta Luis Arimany, fundador de Evoluziona, que en su informe propone una clasificación innovadora, en 11 tipos de tecnoestrés, para diferenciar los múltiples tipos de tecnoestrés que afectan a trabajadores y usuarios.
"El tecnoestrés por IA está amplificando otros tipos de tecnoestrés como el de sobrecarga, la incertidumbre y la despersonalización. Los empleados, tanto en grandes empresas como en pymes, enfrentan una presión sin precedentes para adaptarse a una tecnología que avanza a una velocidad que muchos no pueden seguir", señala Arimany.
"Esto está provocando un aumento considerable en casos de ansiedad, depresión y agotamiento", señala el experto. Entre los tipos de tecnoestrés destacan los relativos a la dificultad de separar la vida personal de la laboral, las interrupciones constantes, el aislamiento y el miedo a ser sustituidos por la Inteligencia Artificial.
Entre las soluciones, Evoluziona aconseja la formación en resiliencia digital, es decir, programas que enseñan a los empleados a gestionar su tiempo y atención en entornos tecnológicos; desconexión digital, para fomentar el establecimiento de horarios sin tecnología para permitir la recuperación mental; herramientas de mindfulness para mantener la atención y minimizar la sobrecarga sensorial provocada por el uso de dispositivos tecnológicos; y promoción de interacciones humanas dentro del entorno laboral.