MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una investigación de la Universidad de Radboud (Países Bajos), recientemente publicada en 'Stem Cell Reports' proporciona evidencia de que una breve exposición a ciertas "señales de peligro" puede preparar al sistema inmunológico innato del cuerpo para entrar en un estado hiperreactivo e inflamatorio a largo plazo denominado "inmunidad innata entrenada".
En el citado proceso, no sólo los glóbulos blancos, que son los "caballos de batalla" del sistema inmunitario innato, sino también las células madre sanguíneas de larga vida pueden ser entrenadas, generando un estado hiperreactivo e inflamatorio de larga duración.
Este mecanismo puede ayudar al cuerpo a combatir infecciones y prevenir su recurrencia, pero también puede aumentar el riesgo de ciertas enfermedades cardiovasculares, en las que las células inmunitarias innatas realmente contribuyen a la fisiopatología de la enfermedad. Hasta la fecha, la mayor parte de nuestro conocimiento sobre la inmunidad innata entrenada proviene de modelos animales y no está claro si el sistema inmunitario innato humano reacciona de la misma manera que esos modelos.
Para comprobarlo, la estudiante de doctorado Daniela Flores-Gómez, del equipo de Niels Riksen y Siroon Bekkering del Centro Médico de la Universidad de Radboud (Países Bajos), aisló células madre sanguíneas y glóbulos blancos de la médula ósea humana y los expuso a la proteína IL-1beta, que es uno de los principales inductores de la inmunidad entrenada en ratones. Al igual que sus homólogas de ratón, las células madre sanguíneas humanas se dividieron más y produjeron más glóbulos blancos innatos cuando se estimularon con IL-1beta.
Además, los glóbulos blancos entrenados fueron hiperreactivos, lo que significa que produjeron más proteínas inflamatorias y se adhirieron más a los vasos sanguíneos. Curiosamente, los niveles de IL-1beta están elevados en pacientes después de un ataque cardíaco y estos pacientes tienen un mayor riesgo de desarrollar aterosclerosis. Esto podría explicarse por un sistema inmunológico entrenado e hiperreactivo con glóbulos blancos más pegajosos que forman placas. Una dieta rica en grasas y azúcares podría empeorar este efecto, ya que promueve la inmunidad entrenada a través de la señalización de IL-1beta en animales de laboratorio.
Estos datos muestran que la inmunidad entrenada en humanos y animales de laboratorio sigue los mismos principios y abre nuevas vías para estudiar la inmunidad entrenada y su conexión con las enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades vinculadas a la hiperinflamación.