MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Facultad de Medicina de Duke-NUS, el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas (NCID) y los Laboratorios de Enfermedades Infecciosas de la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación han observado que la inmunidad frente al Covid-19 puede durar días o décadas.
El estudio, publicado en 'The Lancet Microbe', muestra que la gravedad de la infección podría ser un factor decisivo para tener anticuerpos más duraderos. Los individuos con niveles bajos de anticuerpos neutralizantes aún pueden estar protegidos del COVID-19 si tienen una inmunidad sólida de células T.
El equipo siguió a 164 pacientes con COVID-19 en Singapur durante seis a nueve meses, analizando su sangre en busca de anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2, las células T y las moléculas de señalización del sistema inmunológico. Luego utilizaron estos datos para establecer un algoritmo de aprendizaje automático para predecir las trayectorias de los anticuerpos neutralizantes de las personas a lo largo del tiempo.
"El mensaje clave de este estudio es que la longevidad de los anticuerpos neutralizantes funcionales contra el SARS-CoV-2 puede variar mucho y es importante monitorear esto a nivel individual. Este trabajo puede tener implicaciones para la longevidad de la inmunidad después de la vacunación, que será parte de nuestros estudios de seguimiento", han detallado los expertos.
El equipo pudo clasificar a las personas en cinco grupos según la duración de sus anticuerpos. El primer grupo, que nunca desarrolló anticuerpos neutralizantes detectables, también llamado grupo 'negativo', comprendía el 11,6 por ciento de los pacientes del estudio.
El grupo de 'disminución rápida' (26,8 por ciento) tenía diferentes niveles iniciales de anticuerpos que disminuyeron rápidamente. El grupo de 'disminución lenta' (29 por ciento) dio positivo en la mayoría de los casos de anticuerpos a los seis meses. El grupo 'persistente' (31,7 por ciento) mostró pocos cambios en sus niveles de anticuerpos hasta 180 días y, finalmente, el grupo de 'respuesta retardada' (1,8 por ciento) mostró un marcado aumento en los anticuerpos neutralizantes durante la convalecencia tardía.
Si bien este estudio se centró en determinar los niveles de anticuerpos neutralizantes, que son parte del sistema de defensa inmunológico integral del cuerpo, el otro aspecto importante de una defensa inmunitaria eficaz es la inmunidad de las células T.
El estudio encontró que los pacientes evaluados, incluidos los del 'grupo negativo', mostraron una inmunidad sostenida de células T seis meses después de la infección inicial. Esto muestra que los individuos aún pueden estar protegidos si tienen una sólida inmunidad de células T cuando el nivel de anticuerpos neutralizantes es bajo.
"Encontramos que los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 disminuyen en diferentes personas a diferentes velocidades. Esto enfatiza la importancia de las medidas sociales y de salud pública en la respuesta a un brote pandémico en curso. Sin embargo, la presencia de inmunidad de células T brinda la esperanza de una protección a más largo plazo que requerirá más estudios y tiempo para que se confirme la evidencia epidemiológica y clínica", han zanjado los investigadores.