MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las pruebas reales sugieren, por primera vez, los cursos de tratamiento más beneficiosos que podrían ayudar a prolongar la vida de los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas metastásico, según una investigación del Centro Oncológico Abramson de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) publicada en línea en la revista 'JAMA Oncology'.
Los investigadores demuestran que los pacientes que presentan una mutación del gen KRAS con niveles elevados de PDL-1 vivieron más tiempo cuando fueron tratados sólo con inmunoterapia, en comparación con los pacientes sin esta mutación. Sin embargo, esta diferencia de supervivencia según el estado de KRAS no se observó en los pacientes tratados tanto con quimioterapia como con inmunoterapia, lo que sugiere que podría ser preferible la terapia combinada para los pacientes sin la mutación.
Los nuevos hallazgos, basados en un análisis de la base de datos de Flatiron Health de 280 clínicas de cáncer de todo el país con más de 1.100 pacientes, proporcionan una orientación muy necesaria para tratar una enfermedad que tiene una supervivencia a cinco años de sólo el 35 por ciento.
"Este es un excelente ejemplo de cómo los datos del mundo real pueden complementar los datos de los ensayos clínicos para ayudar a informar la toma de decisiones entre los pacientes y sus oncólogos", resalta el autor principal Ronac Mamtani, profesor asistente de Hematología-Oncología en la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania.
Los oncólogos disponen de varias opciones para tratar a los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico metastásico y niveles elevados del biomarcador inmunitario conocido como PD-L1, entre ellas los inhibidores de puntos de control como el pembrolizumab o el atezolizumab, que bloquean diferentes proteínas, como la PD-1 y la PDL-1, que impiden a las células T eliminar las células cancerosas.
La terapia ha cambiado el panorama del tratamiento de muchos cánceres, incluido el de pulmón, y a menudo se combina con quimioterapias; sin embargo, no está claro qué tratamientos o combinación de tratamientos son los más adecuados para los pacientes con la mutación KRAS.
"Muchas de las decisiones de tratamiento para estos pacientes son imperfectas y no están basadas en datos, sin biomarcadores que ayuden a guiarlas --señala la primera autora, la doctora Lova Sun, miembro de la división de Hematología-Oncología de la Facultad de Medicina Perelman-- que es algo que el campo no ha tenido".
En el análisis exploratorio de cuatro años de datos clínicos, los investigadores descubrieron que cerca de la mitad de los pacientes con niveles de PDL-1 superiores al 50 por ciento dieron positivo en una mutación de KRAS.
Los pacientes con la mutación KRAS y tratados sólo con un inhibidor de punto de control tuvieron una supervivencia superior a la de los pacientes sin la mutación: 21,1 frente a 13,6 meses. Sin embargo, entre los pacientes tratados con quimio e inmunoterapia, no hubo diferencias significativas en la supervivencia entre los pacientes con o sin la mutación.
Además, los pacientes sin la mutación tratados sólo con inmunoterapia tuvieron una supervivencia peor que los tratados con quimio e inmunoterapia (13,6 frente a 19,3 meses), aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa.
Según los investigadores, estos resultados son aplicables a un gran subconjunto de pacientes con cáncer de pulmón. "Un tercio de los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas tienen PD-L1 alto, y de esos pacientes, muchos tienen una mutación en KRAS", explica el coautor Charu Aggarwal, MD, MPH, el profesor asociado Leslye M. Heisler para la excelencia del cáncer de pulmón en la Escuela de Medicina Perelman de Penn.
"Habrá implicaciones clínicas para una gran parte de los pacientes con cáncer de pulmón avanzado, a medida que aprendemos más sobre esta mutación y cómo otras mutaciones pueden desempeñar un papel en la respuesta", añade.