La inteligencia artificial está creando una nueva forma de pensar

Archivo - La Fundación Merck Salud lanza la monografía 'Inteligencia Artificial en el campo de la Salud'
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Publicado: miércoles, 23 octubre 2024 7:44

MADRID 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

La interacción entre los humanos y la inteligencia artificial está configurando un nuevo sistema de pensamiento, un nuevo esquema cognitivo, externo a la mente humana, pero capaz de potenciar sus capacidades cognitivas, según señala una investigación dirigida por un equipo de investigadores italianos

Se trata del llamado Sistema 0, que opera junto a los dos modelos de pensamiento humano: el Sistema 1, caracterizado por un pensamiento intuitivo, rápido y automático, y el Sistema 2, de tipo analítico y reflexivo. Sin embargo, el Sistema 0 introduce un nivel adicional de complejidad, alterando radicalmente el paisaje cognitivo en el que nos desenvolvemos, y podría suponer así un avance monumental en la evolución de nuestra capacidad de pensar y tomar decisiones. Será nuestra responsabilidad asegurar que este progreso se utilice para mejorar nuestra autonomía cognitiva sin comprometerla.

Así como un disco externo permite almacenar datos que no están presentes en el ordenador, se puede trabajar conectando nuestro disco a un PC dondequiera que estemos, la inteligencia artificial, con sus capacidades galácticas de procesamiento y manejo de datos, puede representar un circuito externo al cerebro humano capaz de potenciarlo. De ahí la idea del Sistema 0, que es esencialmente una forma de pensamiento "externo" que se apoya en las capacidades de la IA.

Al gestionar enormes cantidades de datos, la IA puede procesar información y ofrecer sugerencias o decisiones basadas en algoritmos complejos. Sin embargo, a diferencia del pensamiento intuitivo o analítico, el Sistema 0 no asigna un significado intrínseco a la información que procesa. En otras palabras, la IA puede realizar cálculos, hacer predicciones y generar respuestas sin "entender" realmente el contenido de los datos con los que trabaja.

Los humanos, por tanto, tienen que interpretar por sí mismos y dar sentido a los resultados producidos por la IA. Es como tener un asistente que recopila, filtra y organiza eficientemente la información, pero que aun así requiere nuestra intervención para tomar decisiones informadas. Este apoyo cognitivo proporciona información valiosa, pero el control final siempre debe permanecer en manos humanas.

"El riesgo", subrayan los profesores Riva y Ubiali, "es confiar demasiado en el Sistema 0 sin ejercitar el pensamiento crítico. Si aceptamos pasivamente las soluciones que ofrece la IA, podríamos perder nuestra capacidad de pensar de forma autónoma y desarrollar ideas innovadoras. En un mundo cada vez más automatizado, es crucial que los humanos sigan cuestionando y cuestionando los resultados generados por la IA", subrayan los expertos.

Además, la transparencia y la confianza en los sistemas de IA representan otro gran dilema. Que es saber cómo se puede estar seguros de que estos sistemas están libres de sesgos o distorsiones y de que proporcionan información precisa y fiable. "La creciente tendencia a utilizar datos sintéticos o generados artificialmente podría comprometer nuestra percepción de la realidad e influir negativamente en nuestros procesos de toma de decisiones", advierten los profesores.

La IA podría incluso apropiarse de nuestras capacidades introspectivas, señalan, es decir, el acto de reflexionar sobre los propios pensamientos y sentimientos, un proceso exclusivamente humano. Sin embargo, con el avance de la IA, puede resultar posible confiar en sistemas inteligentes para analizar los comportamientos y estados mentales.

El Sistema 0 también ofrece enormes oportunidades, indican los profesores. Gracias a su capacidad para procesar datos complejos de forma rápida y eficiente, la IA puede ayudar a la humanidad a abordar problemas que exceden nuestras capacidades cognitivas naturales. Ya sea para resolver problemas científicos complejos, analizar conjuntos de datos masivos o gestionar sistemas sociales intrincados, la IA podría convertirse en un aliado indispensable.

Para aprovechar el potencial del Sistema 0, los autores del estudio sugieren que es urgente desarrollar pautas éticas y responsables para su uso. "La transparencia, la rendición de cuentas y la alfabetización digital son elementos clave para permitir que las personas interactúen de manera crítica con la IA", advierten. "Educar al público sobre cómo navegar en este nuevo entorno cognitivo será crucial para evitar los riesgos de una dependencia excesiva de estos sistemas".

De esta forma concluyen: Si no se controla, el Sistema 0 podría interferir con el pensamiento humano en el futuro. "Es esencial que sigamos siendo conscientes y críticos en la forma en que lo utilizamos; el verdadero potencial del Sistema 0 dependerá de nuestra capacidad para guiarlo en la dirección correcta".

El estudio está publicado en 'Nature Human Behaviour' y dirigido por el profesor Giuseppe Riva, director del Humane Technology Lab de la Università Cattolica en el campus de Milán y del Applied Technology for Neuropsychology Lab del Istituto Auxologico Italiano IRCCS de Milán (Italia), y por el profesor Mario Ubiali del campus de Brescia de la Università Cattolica (Italia).

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