ALICANTE 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por investigadoras de nutrición de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) ha revelado que nueve de cada diez productos que contienen reclamos sobre proteínas no son más saludables que sus alternativas. Se trata de mensajes como "alto en proteína" o "más proteína", que han ganado popularidad debido al papel que estas macromoléculas juegan en la recuperación y crecimiento muscular.
Para llevar a cabo este trabajo se han analizado los valores nutricionales de un total de 4.325 productos procesados de 12 tipos diferentes. Todos ellos se han extraído de la Base de Datos de Alimentos (Badali) de la UMH.
El 13 por ciento de ellos tenía declaraciones sobre proteínas y más de la mitad de estos habían sido enriquecidos para aumentar el contenido de este nutriente. El análisis también reveló que el uso de proteína vegetal era más frecuente que el de la proteína animal, cuando esta última tiene un perfil de aminoácidos más completo.
La calidad nutricional de los alimentos se evaluó en base al Modelo de Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Los resultados muestran que el 91% de los productos que hacen declaraciones sobre proteínas se pueden considerar no saludables.
La razón es que más de la mitad tienen altos contenidos de grasas o sal, uno de cada cuatro una gran cantidad de azúcares libres --los "malos"-- o grasas saturadas y uno de cada cinco lleva edulcorantes. Por todo ello, "la percepción de que estos productos son saludables es incorrecta", señala Ana Belén Ropero, profesora de Nutrición y Bromatología de la UMH,
Aunque el estudio muestra que los alimentos con declaraciones sobre proteínas contienen más que los que no las llevaban, solo dos tercios de ellos estaban enriquecidos. Por tanto, que un producto porte una declaración nutricional sobre su contenido en proteínas no asegura que este contenga más proteínas que las alternativas que no la llevan.
ALTERNATIVAS PARA TOMAR MÁS PROTEÍNAS
Según el estudio de la UMH, para tomar más proteínas hay dos alternativas: elegir estos productos con proteína adicional o tomar más cantidad de los alimentos que naturalmente son ricos en proteínas, como el pescado o las legumbres.
La "ventaja" de elegir la segunda opción es que estos alimentos también contienen más cantidad de otros nutrientes, como vitaminas y minerales. Además, las declaraciones pueden "eclipsar contenidos elevados de nutrientes" que tienen efectos negativos sobre la salud, como los azúcares, la grasa saturada o la sal.
"Sin embargo, no todo es negativo --aclara Marta Beltrá, investigadora y una de las firmantes del estudio--. Los alimentos que sí están enriquecidos pueden ser una vía interesante para que las personas físicamente activas alcancen los niveles óptimos de proteína diarios "sin aumentar la ingesta calórica".
Igualmente, "podría ayudar a las personas mayores a incrementar su consumo de proteínas, sobre todo a aquellas que residen en centros geriátricos, reduciendo la incidencia de anorexia en estos grupos de la población".
Para ello, según esta experta, es imprescindible elegir los productos que se encuentran en ese escaso 9% que sí son saludables y evitar poner en mayor riesgo la salud de las personas.
La UMH destaca que se trata del primer estudio exhaustivo sobre la calidad nutricional de los productos alimenticios con declaraciones sobre las proteínas, así como "la primera comparación completa, en cuanto a composición y calidad nutricional, entre estos alimentos y los que no las llevan".