MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores pertenecientes a la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada-Grupo Lo Mónaco han confirmado que la calidad del sueño se ve afectada cuando se desarrolla una actividad física extrema y cómo a los 20/21 días, tras finalizarla, el sueño vuelve a su normalidad.
Para llegar a estas conclusiones, los expertos han llevado a cabo la investigación 'Impacto del ejercicio físico de alta intensidad en la calidad del sueño'. El objeto de estudio ha sido el corredor jerezano Juan Pedro Orellana, quién sufrió un cáncer linfático y protagonizó el reto '1000 kilómetros contra el Cáncer'.
El corredor ha tenido que hacer el Camino de Santiago por la ruta de la Plata, corriendo desde una pedanía de Jerez de la Frontera (La Barca de la Florida) hasta Santiago de Compostela. De esta manera, según explican desde UGR-LoMónaco, se realizaron tres análisis del sueño: el primero, el día que llegó a Santiago; después, a los siete días de la finalización; y, por último, a los veinte días, con el fin de comprobar que los patrones del sueño regresaban a la normalidad.
Otras de las conclusiones que señalan los expertos están relacionadas con que el corredor cambió el tiempo del sueño, aumentando tras la finalización del reto y volviendo a la normalidad unos días después de haberlo finalizado. Además, se observó que las fases de sueño lento (vinculadas con el descanso físico) tenían un mayor porcentaje en el sueño respecto a la media y 7 y 20 días después.
Como explican desde la UGR-LoMónaco, los problemas de sueño han aumentado su prevalencia en la población general. Por ello, añaden que mantener buenos hábitos de sueño es un requisito básico para tener una buena salud.