MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional liderado por la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool (Reino Unido) ha proporcionado, por primera vez, pruebas que vinculan el síndrome clínico de la malaria cerebral con la capacidad de los glóbulos rojos infectados por el parásito de la malaria para unirse a las células que recubren los vasos sanguíneos del cerebro.
La malaria cerebral es una complicación potencialmente mortal de la infección con el parásito 'Plasmodium falciparum'. Esta enfermedad se caracteriza por el parásito infectado de glóbulos rojos que se acumula en el cerebro y ocurre en 1 a 2 por ciento de los más de 200 millones de casos reportados de malaria.
"Se sabe muy poco acerca de por qué esta grave complicación ocurre en algunos niños pero no en otros. Sin embargo, se entiende que los glóbulos rojos infectados, que se presentan con una proteína llamada proteína de la membrana de eritrocitos de 'P. falciparum 1' (PfEMP1) en su superficie, se unen a las células huésped que recubren los vasos sanguíneos en muchos órganos, incluido el cerebro", explica Janet Storm, la primera autora del artículo, que se ha publicado en la revista 'EMBO Molecular Medicine'.
Una propiedad de la proteína 'PfEMP1' es su variabilidad, que produce cambios en la capacidad de los glóbulos rojos infectados para unirse a las células huésped en el cerebro. Esto se ha sugerido como la razón por la que solo algunos infectados desarrollan malaria cerebral, y si los glóbulos rojos infectados no se unen en el cerebro, no se puede producir malaria cerebral.
En su laboratorio en Malawi, el equipo estudió la unión de glóbulos rojos infectados de niños con malaria cerebral o sin complicaciones a células derivadas de vasos sanguíneos del cerebro humano. También utilizaron técnicas moleculares para estudiar la 'PfEMP1' expresada por los glóbulos rojos infectados.
Los resultados mostraron que la unión de los glóbulos rojos infectados de pacientes con malaria cerebral a las células derivadas del cerebro fue mayor que la observada en pacientes con malaria sin complicaciones. Esto sugiere que en la mayoría de los casos, 'P. falciparum' evita apuntar al cerebro, y que la malaria cerebral solo ocurre cuando los glóbulos rojos expresan un subconjunto de proteínas 'PfEMP1' con fenotipos de adhesión particulares que permiten una unión eficaz a los vasos sanguíneos cerebrales.
"Saber que la unión en el cerebro es una característica clave de la malaria cerebral permite a los investigadores centrar su atención en el desarrollo de nuevas intervenciones para la enfermedad grave basada en la interacción entre los glóbulos rojos infectados y las células huésped que recubren los vasos sanguíneos en el cerebro", concluyen los investigadores.