Investigadores desarrollan un posible nuevo tratamiento con un virus contra las infecciones de vejiga

Archivo - Micrografía electrónica de fagos.
Archivo - Micrografía electrónica de fagos. - MATTHEW DUNNE / SCOPEM / ETH ZURICH - Archivo
Publicado: lunes, 24 julio 2023 14:02


MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los patógenos que causan las infecciones urinarias son cada vez más resistentes a los antibióticos. Investigadores de la ETH de Zúrich (Suiza) han desarrollado una prueba rápida y un nuevo enfoque terapéutico utilizando virus que infectan a las bacterias, conocidos como fagos.

Aproximadamente una de cada dos mujeres sufre cistitis a lo largo de su vida, y muchas padecen infecciones urinarias recurrentes. Las infecciones de vejiga no sólo son dolorosas y potencialmente peligrosas, sino que también plantean un importante dilema a los médicos.

Dado que la resistencia a los antibióticos se está generalizando en las infecciones urinarias y no deja de aumentar, los médicos se ven obligados a menudo a recetar antibióticos a ciegas sin conocer su eficacia contra el patógeno causante de la infección. Esto se debe a que se tarda varios días en identificar un patógeno concreto mediante los diagnósticos convencionales.

Ahora, investigadores de la ETH de Zúrich, en colaboración con el Hospital Universitario Balgrist (Suiza), han desarrollado una prueba rápida que emplea los depredadores víricos naturales de las bacterias, los bacteriófagos. Los investigadores también modificaron genéticamente los fagos para hacerlos más eficaces en la destrucción de las bacterias patógenas.

Los fagos son virus muy especializados. Cada especie de fago infecta sólo a un tipo o cepa particular de bacterias. Los científicos de la ETH de Zúrich aprovechan ahora esta característica única. El primer paso consistió en identificar los fagos que son eficaces contra los tres principales tipos de bacterias implicadas en las infecciones del tracto urinario, a saber, 'Escherichia coli', 'Klebsiella' y 'Enterococci'. A continuación, estos fagos naturales se modificaron de tal forma que cualquier bacteria que reconocieran e infectaran se viera impulsada a producir una señal luminosa fácil de medir.

Con este método, los investigadores pudieron detectar de forma fiable las bacterias patógenas directamente a partir de una muestra de orina en menos de cuatro horas. En el futuro, el método podría permitir prescribir un antibiótico adecuado inmediatamente después del diagnóstico y minimizar así el desarrollo de resistencias y mejorar la administración de antibióticos.

El método también tiene otra ventaja: permite a los médicos predecir qué pacientes responderán mejor a una terapia con fagos a medida, ya que la intensidad de la señal luminosa producida en el ensayo ya indica la eficacia de los fagos para atacar a la bacteria: cuanto más brille la muestra, mejor responderá la bacteria a la terapia.

Las terapias con fagos se utilizan desde hace más de 100 años, pero cayeron en el olvido en los países industrializados occidentales con el descubrimiento de la penicilina. Ante el aumento de la resistencia a los antibióticos, están experimentando un renacimiento. Además, tienen la ventaja decisiva de atacar a una sola bacteria objetivo, como un francotirador.

Sin embargo, los enfoques terapéuticos anteriores tienen un problema: "A los fagos no les interesa matar por completo a su huésped, la bacteria patógena", ha explicado Samuel Kilcher, uno de los dos autores finales del estudio.

Para aumentar la eficacia de los fagos, los investigadores los modificaron genéticamente. Los fagos modificados no sólo producen nuevos fagos dentro de la bacteria huésped infectada, sino también bacteriocinas. Una vez liberadas, estas proteínas matabacterias son especialmente eficaces contra cepas bacterianas que han alterado partes de su superficie de tal forma que los fagos ya no las reconocen. Este doble ataque aumenta la eficacia del tratamiento.