MADRID 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD), liderados por la investigadora María Dolores Martin-Bermudo, han descubierto cómo las 'integrinas' regulan la supervivencia y estructura de tejidos.
Un tejido epitelial está constituido por células íntimamente unidas, planas o prismáticas, que recubren la superficie externa del cuerpo, como nuestra piel, y de ciertos órganos interiores, como los pulmones.
La integridad y supervivencia de estos tejidos se mantiene gracias a la interacción de las células con los componentes que las rodean, el conjunto de estos componentes se denomina matriz extracelular (ECM).
De hecho, cuando las células se despegan de la ECM mueren por apoptosis, un fenómeno conocido como 'anoikis', término que deriva del griego y significa 'estar sin casa'. Las integrinas son los principales receptores, que funcionan como cerraduras, usados por las células para adherirse y transmitir señales de la ECM (que son las llaves que se unen a la cerradura).
Sin embargo, a pesar de que se ha demostrado que se requieren para supervivencia en células en cultivo, la investigadora María Dolores (Lola) Martin-Bermudo ha explicado que "este proyecto empezó por que poco se sabía de la función de las integrinas en el contexto de un tejido en desarrollo", donde las células se encuentran en su ambiente tridimensional natural.
Los expertos han usado el primordio del ala de la mosca de la fruta 'Drosophila melanogaster', llamado disco imaginal del ala, como modelo para analizar la función de las moléculas que reconocen y unen las células a la ECM, las integrinas, en mantener la supervivencia de las células durante la morfogénesis de epitelios.
"Los estudios publicados en este articulo han demostrado que las integrinas se requieren para la supervivencia de las células del tejido de mosca", ha dicho la experta. Como resultado, cuando las integrinas son eliminadas las células entran en apoptosis.
Estos estudios también han permitido descifrar parte de las rutas de señalización por los cuales las integrinas previenen la muerte celular: inhibición de la ruta JNK y de la expresión de gene pro- apoptóticos. La formación del ala de Drosophila implica cambios en la forma de las células que componen su primordio, lo que requiere de su despegue de la ECM.
Este trabajo también ha demostrado que durante este proceso la vía de señalización del factor de crecimiento epidermal (EGF) está activa y protege las células de anoikis. Aún más, esta habilidad de la vía EGF de proteger a las células que se despegan de la ECM, explica por qué células tumorales, donde esta vía se encuentra sobreactivada, son capaces de sobrevivir y metastatizar a otros tejidos tras despegarse de la ECM.
Las células epiteliales se encuentran constantemente buscando señales que les permitan supervivir, siendo anclaje a la ECM uno de los factores decisivos. "Hay situaciones durante el desarrollo, la reparación de los tejidos y ciertas situaciones patológicas, donde las células necesitan sobrevivir en ausencia de anclaje a la ECM", han añadido los investigadores.
Entender los mecanismos moleculares y celulares por los que la adhesión de las células a la ECM regula la supervivencia celular es importante no sólo para comprender mejor el desarrollo de órganos y tejidos sino también los procesos de metástasis. Conociendo estos procesos en detalle podríamos evitar problemas de desarrollo y descubrir dianas de posibles fármacos para atacar células metastáticas.
Estudios previos usando células de vertebrados en cultivo han demostrado que las integrinas tienen una función clave en supervivencia celular, tanto en células normales como tumorales. Los estudios ahora publicados en la revista 'Frontiers in Cell Developmental Biology' demuestran que esta función de las integrinas está, en gran medida, conservada entre la mosca y los vertebrados.