MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto de Investigación de Enfermedades Raras (IIER) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) del ISCIII han descrito cinco nuevos casos de una enfermedad ultrarrara del meurodesarrollo, que ha permitido conocer mejor este síndrome y sus síntomas.
Se trata de un desorden neurológico y del desarrollo que se caracteriza por discapacidad intelectual, problemas en el habla, debilidad muscular, malformaciones en el corazón y problemas visuales, entre otras características, y que se conoce como síndrome KAT6A.
Apenas se conocen 80 casos documentados de este síndrome, generado por alteraciones en el gen de la lisina acetiltransferasa 6A (KAT6A), por lo que la historia natural de la enfermedad aún no está del todo definida.
Los autores consideran que, gracias a estos hallazgos, aumentan las posibilidades de que otros afectados puedan ser diagnosticados de forma más precoz. Su trabajo, publicado en la revista 'Orphanet Journal of Rare Diseases', aporta más información sobre las mutaciones y cambios genéticos que provocan el síndrome, y sobre su desarrollo clínico.
Además del cuadro clínico ya conocido en este síndrome, los investigadores han observado en estos cinco pacientes nuevos síntomas como criptorquidia (afección testicular), sindactilia (unión entre sí de dos o más dedos) y trigonocefalia (deformación en la parte frontal del cráneo), además de la aparición de infecciones recurrentes. Uno de los pacientes, además, no presenta afectación cardiaca.
La investigación concreta el papel de las mutaciones genéticas observadas. Aunque inicialmente este trastorno se asoció únicamente con mutaciones de ruptura (truncanting mutations), también se ha descrito una variante de la enfermedad sin afectación cardiaca, asociada con mutaciones de cambio de bases (missense mutations). Cuatro de los cinco pacientes descritos en este estudio mostraban mutaciones de ruptura y en el quinto se observó una mutación de sustitución de bases, que se acompañaba con la citada falta de afectación cardiaca.
En estudios realizados 'in silico' (mediante simulaciones informáticas), los investigadores observaron que esta mutación missense generaba un proceso parcial de unión anormal de material genético que daba lugar a una ruptura prematura de la proteína, que estaría en el origen del desarrollo del síndrome.