MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Moffitt Cancer Center (Estados Unidos) han identificado las características clave de las células inmunitarias en el cáncer de ovario y han identificado tipos de células importantes para mediar una respuesta inmunitaria.
El cáncer de ovario es una neoplasia difícil de diagnosticar que suele detectarse en una fase avanzada. Los tratamientos para este cáncer han cambiado poco en las últimas décadas, siendo la cirugía y la quimioterapia los enfoques terapéuticos más comunes.
La inmunoterapia, un tipo de tratamiento que activa el sistema inmunitario del paciente para que se dirija a las células cancerosas, ha tenido éxito en muchas enfermedades, pero no en el cáncer de ovario, y no está claro por qué.
Los inhibidores de puntos de control son un tipo específico de inmunoterapia que actúa activando unas células inmunitarias llamadas células T. Para que los inhibidores de puntos de control funcionen, los pacientes deben tener células T preparadas para ser activadas cerca de las células tumorales.
El cáncer de ovario se considera un tipo de tumor que debería verse afectado por los inhibidores de puntos de control debido a la presencia de células T; sin embargo, los estudios clínicos en cáncer de ovario para estos fármacos no han tenido éxito.
En su trabajo, publicado en la revista científica 'Cancer Cell', los investigadores querían determinar si el cáncer de ovario tiene las células T adecuadas para iniciar una respuesta inmunitaria y caracterizar las propiedades de las células T presentes en los tumores de cáncer de ovario.
Realizaron un análisis exhaustivo de muestras de pacientes con cáncer de ovario a nivel unicelular y tisular. Descubrieron que el cáncer de ovario es un tipo de tumor inmunogénico que debería sufrir el impacto de los fármacos que activan el sistema inmunitario; sin embargo, la actividad inmunitaria contra las células tumorales depende de un pequeño subconjunto de células inmunitarias.
El equipo de investigadores analizó los tipos de células T presentes en los tumores de ovario y descubrió que las células T de memoria residentes en el tejido hacen un mejor trabajo de reconocimiento de las células tumorales que las células T que circulan y se infiltran en el tumor.
También descubrieron que las células T con memoria residentes en el tejido surgen de las células T circulantes y se someten a un proceso de diferenciación en una célula madre con memoria residente en el tejido que puede generar células T que se dirigen activamente a las células cancerosas. Algunas de estas células T activas acabarán diferenciándose en un estado agotado e inactivado.
Los investigadores confirmaron que las células madre con memoria tisular eran importantes para la actividad inmunitaria antitumoral al demostrar que un número elevado de ellas se asociaba a una mayor supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario.
Curiosamente, algunos de estos linfocitos muestran rasgos de trogocitosis, un proceso en el que las células T toman un trozo de la membrana de las células tumorales objetivo.
Una trayectoria de diferenciación de los linfocitos T de memoria residentes en el tejido, desde su condición de madre hasta su agotamiento irreversible, además de la evidencia de actividad trogocítica, identifica las células T realmente relevantes para determinar el resultado de las pacientes con cáncer de ovario.
Estos resultados demuestran que el cáncer de ovario, a pesar de la resistencia a las inmunoterapias existentes, es realmente una enfermedad inmunogénica y proporcionan una hoja de ruta para el diseño de opciones de inmunoterapia mejoradas, que podrían ser aplicables a otros tumores con una carga mutacional similar.