MADRID 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una investigación llevada a cabo por un equipo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha analizado los numerosos indicadores utilizados para estudiar los efectos de la infección por SARS-CoV-2 en la población durante la pandemia de Covid-19. Los resultados señalan que los indicadores más utilizados han sido los de morbilidad, mortalidad y gravedad de la enfermedad, y sugieren la necesidad de estandarizan y homogeneizar el uso de estos y otros indicadores para facilitar la comprensión y comparabilidad de los datos obtenidos en pandemias y crisis de salud pública.
El estudio llevado a cabo por el ISCIII, coordinado por investigadores del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y publicado en la revista 'European Journal of Public Health', parte de la información obtenida en el proyecto europeo Population Health Information Research Infrastructure (PHIRI), que durante 3 años analizó la coordinación de esfuerzos de varios países europeos en la generación de conocimiento sobre el impacto de la Covid-19 sobre la salud y el bienestar de la población. En PHIRI colaboraron más de 13 instituciones europeas, entre ellas el ISCIII, a través de un equipo de 10 investigadoras a e investigadores del CNE.
Para evaluar el uso de indicadores que durante la pandemia arrojaron datos sobre la influencia del Covid-19, el equipo del ISCIII ha revisado casi 4.000 publicaciones científicas, seleccionado 67 artículos finales e identificado un total de 233 indicadores utilizados. De ellos, el 22 por ciento son indicadores que ofrecieron datos de mortalidad; el 45 por ciento de indicadores definían la gravedad del Covid-19, y el 29 por ciento explicaban sus efectos sobre la mortalidad en la población.
EJEMPLOS DE PRINCIPALES INDICADORES
Concretamente, entre todos los indicadores definidos en la investigación, destacan los nuevos casos, la tasa de positividad del virus, los porcentajes de personas sintomáticas y asintomáticas, las tasas de crecimiento en la incidencia de la infección, las tasas de hospitalización por grupos de edad, los ingresos en Urgencias, la tasa de letalidad del virus, los tipos de problemas de salud asociados a la influencia del virus y los tipos de tratamiento utilizados según gravedad de la infección, entre otros muchos.
Los autores del trabajo, liderados desde el ISCIII por Cesar Garriga, Teresa Valero-Gaspar, Carmen Rodríguez-Blázquez, Asunción Díaz y María João Forjaz, han basado la investigación en la búsqueda y recogida de datos provenientes de publicaciones científicas y en el uso de cuestionarios destinados a clínicos y gestores sanitarios. Por la cantidad de indicadores utilizados, y la heterogeneidad en su uso y presentación, recomiendan una estandarización y homogeneización de estos indicadores, para seguir mejorando la publicación de datos, su comparabilidad entre países y la evaluación del impacto de futuras pandemias.
El trabajo ha contado con la colaboración de científicos de países como Italia, Alemania, Hungría, Portugal, Croacia, Austria, Eslovenia, Bosnia Herzegovina, Estonia, Rumanía, Hungría y República Checa. "Conocer los indicadores utilizados, estudiar cómo se presentan los datos y poder compararlos entre países en un contexto de globalización y retos transnacionales, facilitará el seguimiento de crisis de salud pública y pandemias, la comprensión de cómo nos afectan y la toma de decisiones para afrontarlas", concluye el equipo del CNE-ISCIII.