SEVILLA 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional de científicos, coordinado por el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) y la Universidad de Sevilla, ha descubierto un nuevo sistema de control de calidad de las células que garantiza que la distribución intracelular de las proteínas se realice correctamente. Gracias a este sistema, las células podrían evitar "defectos" en la distribución de las proteínas, algo que se sabe que está directamente asociado a patologías como el cáncer o enfermedades neurológicas, como el Alzheimer y el Parkinson, entre otras.
Este trabajo, publicado en la prestigiosa revista 'Cell Reports', ha sido realizado por el grupo Tráfico de membranas, dirigido por el profesor Manuel Muñiz del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), y del departamento de Biología Celular de la Universidad de Sevilla, en colaboración con la Universidad de Hiroshima y el Instituto Riken de Japón, tal como ha detallado la institución académica en una nota este martes.
En dicho comunicado, la US explica que la comunicación entre las células es "clave" para el funcionamiento coordinado de los tejidos y órganos del cuerpo. Para comunicarse, las células utilizan proteínas que están en su superficie, algunas de las cuales poseen un lípido específico. Este lípido se incorpora a la proteína en un compartimento interno y es necesario para el transporte de la propia proteína desde dicho compartimento hasta la superficie celular.
"El estudio revela la existencia de un nuevo mecanismo de control de calidad que actúa evitando o retrasando la salida de las proteínas del compartimento interno hasta que éstas hayan recibido el lípido exacto. De esta forma, este sistema garantiza la localización y el correcto funcionamiento de las proteínas en la superficie celular", explica Manuel Muñiz.
El investigador pone un símil para explicar de manera sencilla su hallazgo científico: "Este sistema de control de calidad que hemos descubierto operaría de forma parecida a como lo hace, por ejemplo, una empresa de muebles. El producto solo se envía para su distribución después de haber chequeado y verificado que está completo y que no falta ninguna pieza. Cuando se detecta que el producto está incompleto o lleva alguna pieza que no es la correcta, este es retenido hasta que se repone el componente que falta".
Hasta la fecha, solo se había descrito un mecanismo de control de calidad que actúa sobre la estructura tridimensional de la proteína. "Nuestro estudio describe, por primera vez, un sistema de control de calidad adicional que actúa sobre el lípido de una familia de proteínas que se localizan en la superficie celular. Queda todavía por investigar si este mecanismo también actúa sobre los lípidos específicos que poseen otras proteínas intracelulares de gran relevancia fisiológica, que igualmente utilizan un lípido para localizarse en diferentes compartimentos de la célula", explica el investigador.
Como conclusión, Manuel Muñiz explica que este artículo "ha servido para demostrar que la célula ha desarrollado sofisticados mecanismos de control de calidad para detectar y corregir fallos en la distribución de proteínas que puedan provocar su pérdida de función, con el consecuente daño a la célula y al organismo". Este estudio se ha realizado utilizando células de levadura (el mismo hongo unicelular que se utiliza para hacer pan, cerveza y vino) como organismo modelo, "ya que, al ser células eucariotas como las nuestras, realizan los mismos procesos celulares básicos de forma muy parecida, por lo que las observaciones se pueden extrapolar a células humanas", explica el profesor de la US.