MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El estudio 'Análisis del esfuerzo neurocognitivo de la visión borrosa en miopía', realizado por la Clínica Baviera y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y con una muestra de 25 personas de 26 años de edad, hombres y mujeres, sin problemas de visión, revela cómo las personas con miopía pueden sufrir una sobrecarga cognitiva a la hora de identificar diferentes objetos o textos.
Esta sensación de sobrecarga cognitiva puede llevar a las personas miopes a sentir frustración, falta de atención y emociones negativas debido a la visión borrosa.
La oftalmóloga de la Clínica Baviera, la doctora Clara Martín, ha señalado, durante la presentación del estudio celebrada este miércoles, que la miopía es "un defecto de enfoque muy común que afecta al 39 por ciento de los adultos españoles y cuya incidencia está aumentando en los grupos jóvenes, ya que el 57 por ciento de los jóvenes entre 18 y 24 años son miopes".
La doctora ha incidido en que esta afección visual puede ser "muy limitante" para algunas actividades de ocio como ir al cine, actividades sociales, conducir o actividades deportivas. "Hay una sobrecarga cognitiva que te cansa y hay una falta de atención que te puede limitar para cosas que de otra manera harías mejor, esto lleva frustración, angustia, etc.", ha declarado.
Por su parte, la subdirectora del laboratorio de Neuromarketing de la UCM y coordinadora de la investigación, Luz Martínez, ha explicado que, a través de este estudio, se ha podido comprobar qué sucede a nivel cognitivo y emocional en el cerebro cuando personas que no son miopes ven como si lo fueran.
Para ello, se ha empleado una tecnología que recoge señales de biomarcadores a través del 'eye-tracking', para comprobar dónde mira el sujeto y su atención; la respuesta galvánica de la piel, por ejemplo, si le sudan las manos al estar nervioso; la expresión facial, para observar si muestra gestos de enfado, frustración o de alegría; y el electroencefalograma a través del cual se ha evaluado qué parte del cerebro se activa ante la visión borrosa.
Entre los resultados de este estudio destacan que, por ejemplo, a la hora de leer letras, el sujeto pierde interés por aquello que no puede identificar y desvía su atención ya que experimenta un esfuerzo emocional negativo y sienten frustración ante la dificultad.
"Se puede ver que, en el esfuerzo cognitivo abandonan, pierden interés por aquello que no pueden identificar y desvían su atención. Esto produce emociones faciales que llevan al enfado y la confusión", ha explicado Luz Martínez.
Ante estas imágenes borrosas, los sujetos muestran gestos faciales como fruncir más el ceño o apretar los labios. Además, se percibe un aumento de la frecuencia cardiaca.
En cuanto a la respuesta cognitiva ante la percepción estética, es decir, de objetos o personas que producen atracción o sensaciones positivas, se ha podido comprobar que se incrementa la atención ya que disminuye el parpadeo e intentan enfocar. El sujeto se siente atraído por el estímulo estético y todo su organismo se prepara para percibirlo.
Sin embargo, en la percepción ambiental el efecto cognitivo cuando se ve nítido que cuando se ve borroso es muy similar ya que no exige ninguna actividad especifica al miope para que necesite enfocar. "No hay diferencias significativas entre los que enfocan y los que no, no hay sensación de alegría ni de rechazo", ha afirmado la coordinadora de la investigación.
En definitiva, de este análisis se deduce que todas las situaciones borrosas provocan mayor esfuerzo, confusión y agobio que las nítidas y que los sujetos verbalizan mayor angustia frente a estímulos borrosos en todas las categorías analizadas.
Asimismo, los sujetos aseguran que cuando no ven sienten dificultad, confusión y agobio pero que cuando ven sienten claridad y calma.
LAS ACTIVIDADES EN EL EXTERIOR PUEDEN PREVENIR LA MIOPÍA
La doctora Clara Martín ha apuntado que las causas del aumento de incidencia de la miopía en personas jóvenes se desconocen pero que "cada vez hay más evidencia de que cuando los niños o jóvenes pasan menos horas al día en el exterior tienen más riesgo de ser miopes".
En este sentido, la experta ha asegurado que el efecto de las actividades en el exterior en la vista es mucho mayor que el de las pantallas por lo que ha recomendado potenciar este tipo de actividades para prevenir futuros problemas de visión.