Jesús Martín-Fernández, el joven que ha revolucionado la neurocirugía: "estamos muy lejos de entender el cerebro"

Archivo - Artificial Intelligence concept - 3d rendered image. Dark background. Glowing abstract digital neuron connections. Hologram human brain view.  Innovative process technology. Plexus lines.
Archivo - Artificial Intelligence concept - 3d rendered image. Dark background. Glowing abstract digital neuron connections. Hologram human brain view. Innovative process technology. Plexus lines. - KOTO_FEJA/ ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 18 julio 2024 8:35

   MADRID, 18 Jul. (EDIZIONES) -

   Le llaman el ‘neurocirujano de las emociones’. Concretamente, en febrero de 2023, el doctor Jesús Martín-Fernández llevó a cabo, con éxito, la primera cirugía cerebral despierta en la que se utilizó un test de inteligencia artificial (IA) para identificar y preservar las emociones del paciente; en este caso de Yolanda, quien tenía un tumor cerebral complicado.

   Desde entonces ha sido invitado junto a su equipo a operar en diferentes partes del mundo para expandir su técnica de mapeo de funciones cognitivas durante la cirugía despierta. Es neurocirujano, pero también neurocientífico cognitivo.

   Acaba de publicar ‘Dime qué sientes. Diario de un neurocirujano’ (Paidós), una especie de ‘cuaderno de experiencias’ donde recopila su día a día del 2023; sus fracasos, sus miedos, y sus éxitos del año pasado, que no fueron pocos. Es de la isla de La Palma, según reconoce con orgullo, pero actualmente no contempla volver a trabajar España, salvo si le invitan a realizar una intervención.

VIAJA POR TODO EL MUNDO AHORA MISMO

   A pesar de su juventud, tiene 31 años, ya son varios los ‘hitos’ por los que el mundo de la Neurocirugía ha oído hablar de él. En 2021, por ejemplo, fue el neurocirujano más citado del mundo por su investigación publicada enNeuroscience sobre cómo varía la actividad cerebral, según los estilos musicales escuchados. Se hizo viral por que una de las conclusiones del trabajo científico es que el reguetón (que no le gusta) es la música que más activa una zona del cerebro. Y es que también es músico y compositor musical, además de director de orquesta.

    A día de hoy tiene como base Francia, en el Hôpital Gui de Chauliac de Montpellier, donde trabaja codo con codo con su mentor, Hugues Duffau, una auténtica eminencia en el campo de la Neurocirugía; pero realmente está viajando constantemente por todo el mundo con su equipo a operar a quien lo necesita.

   Está especializado en la cirugía despierta de tumores cerebrales y gracias a su técnica y a los procedimientos que emplea es uno de los impulsores internacionales de un cambio de paradigma en la disciplina.

EL CASO DE YOLANDA

   A día de hoy, la ‘revolución’ que este neurocirujano palmero ha suscitado en su campo ha tenido su pico máximo (por ahora) el 1 de febrero de 2023. Había sido invitado a operar a Yolanda, con un tumor cerebral muy grande, en el Hospital del Mar de Barcelona, y aplicando un test que había creado ayudándose de Inteligencia Artificial para intentar llegar a las emociones de la paciente, y conservarlas.

"¡Hemos llegado hasta las emociones! ¡En el cerebro de una paciente mientras extraíamos el tumor y ella estaba despierta! Hoy hemos visto en tiempo real cómo las emociones se colapsaban y cómo la paciente, durante cuatro segundos, dejaba de ser capaz de ver qué emoción presentaban los avatares que le mostrábamos en el test", recoge en el libro.

   Nos confiesa que actualmente este test de IA se ha realizado en más de una decena de países, y en lo que le queda de 2024 tiene previsto visitar otros siete países más donde realizarla, pero también divulgar. Este test, según nos explica, se encuentra en proceso de validación en varios idiomas, y forma parte de la técnica de la ‘cirugía despierta cognitiva’: "Es una cirugía despierta cuyo foco son las funciones más complejas del ser humano, más allá del lenguaje. El test es un ingrediente dentro de una receta. Surgió en España, me invitaron a hacerlo, y tengo la suerte de seguir aprendiendo de uno de los mejores neurocirujanos de la Historia, el doctor Duffau, quien me ha impulsado".

   El caso de Yolanda era complejo porque era un tumor muy grande, tal y como señala, si bien esta paciente contaba con una ventaja y era que su cerebro, por su capacidad neuroplástica, mantenía todas sus funciones intactas: "Me enfrentaba a una paciente a la que sólo podía empeorarla, pero tenía que quitar el tumor, muy cercano al área del movimiento; al cíngulo cerebral, situado entre los dos hemisferios, y encargado del contenido emocional del cerebro. Implicaba muchos desafíos. Con esta técnica de la cirugía despierta cognitiva podemos ir viendo a la carta qué partes del cerebro se pueden extraer y cuáles no para que, Yolanda a día de hoy, esté disfrutando de calidad de vida, de la que sí goza".

LA CIRUGÍA DESPIERTA: TODO EL CEREBRO ES ÚTIL

   Reconoce que la técnica que emplea representa una revolución para la neurocirugía porque esta disciplina está actualmente muy enfocada en el lenguaje y en el movimiento, si bien insiste en que "las funciones cognitivas van a la vez, pero en el cerebro están mezcladas", por lo que intenta en su trabajo preservar todo.

   Le preguntamos sobre cuándo debe operarse a un paciente con el cerebro despierto y especifica que la indicación principal es cuando el paciente tiene un tumor cerebral, y a pesar de éste, a ese cerebro le ha dado tiempo de hacer plasticidad y de preservar sus funciones. "Por tanto, tiene sentido quitar el tumor tratando de preservar su calidad de vida", matiza.

   "El foco, hasta ahora, ha estado centrado en que si el tumor está cerca de las áreas del lenguaje y del movimiento se opera despierto; pero nosotros estamos demostrando que todo el cerebro es útil, necesario, y operamos independientemente de la zona del cerebro en la que se encuentra el tumor, con el paciente despierto, porque vamos más allá del lenguaje, vamos hasta el reconocimiento de las emociones, con la atención, o con la toma de decisiones de la mano", reseña.

   Tal y como confiesa este experto, siempre tuvo "cierta obsesión" por los procesos mentales, y los cognitivos complejos, y ha habido varias cosas en su vida que le han hecho seguir por esa vertiente y trata de defender que "el cerebro es más complejo de lo pensado"; como el fallecimiento de su tío, un punto de inflexión en su vida.

   "Cuando te encuentras al paciente, muchas veces en otras partes del mundo o idiomas no haces empatía con una persona normal, sino con una que está enferma y necesita de tu ayuda. A lo mejor has recorrido millones de kilómetros para llegar a la persona. Son situaciones delicadas en todos los sentidos. Lo que nosotros hacemos es un abordaje a la carta, centralizado en el paciente, hablar con el paciente y entender todo, quién es esa persona, cómo el tumor ha ido poco a poco declinando algunas de esas funciones cognitivas, para adaptar luego qué vamos a preguntarle, qué test vamos a pasarle durante la cirugía con esa persona despierta", relata.

   Para explicar las ventajas de que una cirugía se realice con el cerebro despierto como las que Martín-Fernández realiza hace un símil, el de una casa con la luz encendida, donde ves todo el mobiliario y no te chocas al moverte, frente a una con la luz apagada, que si andas por ella te puedes chocar contra las cosas.

LA COMPLEJIDAD DE LOS TUMORES CEREBRALES

   Preguntado sobre por qué es complicado operar un tumor cerebral, Martín-Fernández señala que hay muchas complejidades, pero una de las que ha permanecido en la neurocirugía es dónde parar la resección del tumor, dado que siempre hay células más allá por más que se quite lo que se ve, y por eso, mantiene, que lo habitual es que siempre acaben reproduciéndose de una forma u otra los tumores cerebrales.

   "Nosotros, hace dos meses, publicamos un artículo científico en el que proponemos las fases y dónde parar, y los hemos llamado los ‘puntos stop’. Paramos en esos tractos profundos, en esas carreteras profundas del cerebro, que mantienen toda la superficie conectada. Esto es lo más difícil porque no se ven como tal en la cirugía. Todo el tejido se ve igual en la cirugía, gris, blanco, y salvo que tengas una idea de dónde están con mucha experiencia y visión tridimensional esos puntos, esto se hace muy difícil. Pero si cortas esos cables es como si se cortara la electricidad que pasa de una bombilla a otra", subraya.

   Por último, le planteamos si realmente el cerebro es tan desconocido como se piensa, y es que este neurocirujano palmero lo tiene claro: "El estudio del cerebro es complejo y, cada vez que lo estudiamos, sabemos menos, y que es un mundo infinito, como el universo, y estamos muy lejos de entender el cerebro".