MADRID, 30 Ago. (EDIZIONES) -
En 2017 el periodista José Antonio Ruiz vio un programa presentado por Iñaki Gabilondo, 'Cuando ya no esté. El mundo dentro de 25 años' en el que entrevistaba al científico español Juan Carlos Izpisúa, experto en biología del desarrollo y medicina regenerativa, en el Salk Institute for Biological Studies de La Jolla (Estados Unidos).
Constaba de tres piezas y en él el periodista le preguntaba 'hacía dónde iba la vida', una pregunta a la que el científico español respondía que la biología atravesaba un momento "revolucionario crucial", y era cuestión de tiempo que el "homo sapiens dirigiera su propia evolución, dando lugar a una nueva especie capaz de dirigir el destino de nuestra propia evolución".
"¿Seguirá rigiendo la evolución de nuestra especie el pensamiento de Darwin, a cuenta de la mutación azarosa y la selección natural? ¿Podremos editar nuestro genoma como si estuviésemos montando los fotogramas de una película? ¿Qué seres humanos seremos capaces de crear? ¿Cómo nos reproduciremos en el futuro? ¿Qué familias, qué vidas, qué redes de parentesco serán posibles o deseables? ¿Acaso alguien lo sabe? No me atrevo a aventurar cómo será este mundo cuando ni usted ni yo estemos en él, porque para entonces lo más probable es que ya estemos en el otro; pero todos somos conscientes de que estamos diciendo adiós al mundo que hemos conocido desde siempre y que otro muy diferente se está fraguando a gran velocidad", respondía el científico.
Esta entrevista sirvió de inspiración para el periodista español, y fruto de numerosas investigaciones ha escrito 'El último Sapiens. A las puertas de la creación de una nueva estirpe humana' (La Esfera de Los Libros), un ensayo de divulgación científica en el que argumenta que, por primera vez en la Historia de la humanidad, el homo sapiens está en condiciones de alterar deliberadamente el rumbo de su propia especie y convertirse en el último sapiens.
LA EDICIÓN GÉNICA
A su juicio, estamos viviendo un "momento decisivo" para el devenir de la humanidad, donde la "secuenciación del genoma humano y la manipulación génica nos abocan a un salto evolutivo sin precedentes", en palabras del profesor Pedro Guillén. "El mundo va a dejar de ser muy pronto tal y como lo conocemos, y probablemente muy diferente al que jamás pudiéramos alcanzar a imaginar", añade.
En una entrevista con Infosalus, este periodista remarca que, lejos de situarse en el amarillismo con este libro, la hipótesis de partida es que por primera vez el hombre se encuentra en condiciones de alterar deliberadamente el rumbo de su propia especie, la secuenciación del genoma humano.
"El perfeccionamiento de las técnicas de ingeniería génica permiten ya manipular la línea germinal, la posibilidad de tocar las dos únicas células inmortales del ser humano, que son el espermatozoide y el óvulo. Esto significaría que cambiaríamos el rumbo de la estirpe humana, lo que nacería después de una manipulación génica en la línea germinal sería una especie diferente a la sapiens, o más dotada o infradotada, pero en cualquier caso diferente", advierte.
Es más, José Antonio Ruiz señala que "la única especulación" que se permite en este contexto es que a día de hoy es más que probable que exista en el mundo un ser humano que no sea 100% de la especie sapiens. "Especulaciones porque es por todos conocido, por científicos de primer nivel que se dedican a la ingeniería génica, que en países democráticos existe un control de las autoridades sanitarias sobre la manipulación génica, no así en los países no democráticos, como China, donde los comités éticos están de sobra, y no existe esa supervisión en este sentido. Esto es una especulación pero más que probable", agrega.
La intención final del libro, según confiesa, es propiciar un debate a escala internacional, en instituciones internacionales, en las administraciones públicas, sobre los pros y los contra de la ingeniería génica en los seres humanos.
Recuerda aquí que en una de sus últimas intervenciones públicas Juan Carlos Izpisúa planteaba que los científicos no son quienes deben decidir sobre lo que se puede hacer y qué no, cuál es la frontera que se puede o no traspasar, sino que deben ser los gobiernos y las administraciones públicas quienes decidan esos pros y contras de la manipulación génica en humanos.
EL HOMO MUTANTE
Esa nueva especie de la que habla la llama 'homo mutante', "una nueva especie que puede ser infradotada o sobredotada, y donde crear súper hombres o crear esclavos, seres inferiores desde el punto de vista intelectivo, de capacitación neuronal, pero también a nivel físico".
Con ello, José Antonio Ruiz insiste en que el problema de la edición génica llegará el día en el que algún científico en algún laboratorio clandestino modifique la línea germinal antes citada: "Entonces no habrá marcha atrás, es decir, la especie humana habrá sido modificada y nacerá un homo mutante post sapiens, pero en cualquier caso no habrá marcha atrás, no podremos volver atrás y recuperar la figura 100% del homo sapiens".
Mantiene que lo que probablemente está pasando es que después de muchos años de pensar que la teoría de la evolución de especies de Darwin era incontestable, por primera vez sí es posible esto, "amortizar el legado por maravilloso que sea de Darwin", y por primera vez el científico en un laboratorio puede manipular a su voluntad a la estirpe humana, y sin esperar a que la evolución siga su curso.
A su juicio es una oportunidad porque a día de hoy existen 10.000 enfermedades monogénicas, causadas por un error en una secuencia de ADN de forma que si a través de ingeniería genética corrigiéramos ese error no solo daríamos solución a esas enfermedades, sino que erradicaríamos totalmente la enfermedad.