MADRID, 22 Jul. (EDIZIONES) -
En estas semanas se está viendo que quienes más se están contagiando son los jóvenes, ¿por qué?, ¿cómo están evolucionando los contagios en esta pandemia de COVID-19? Para poder entenderlo entrevistamos al vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), el doctor Óscar Zurriaga, profesor titular en la Universidad de Valencia y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.
En primer lugar, esta evolución de la pandemia respondería, a su juicio, a que el virus puede contagiar a quienes son susceptibles, es decir, a aquellos que no tienen protección frente al mismo; por tanto, a quienes no se han vacunado al completo frente a la infección de SARS-CoV-2.
En segundo lugar, el doctor Zurriaga apunta los jóvenes son además un grupo de edad muy expuesto por su comportamiento social, caracterizado por su alta conectividad entre personas, y entre quienes predomina la idea de que existe un menor riesgo al contraer la enfermedad que en otros colectivos de mayor edad.
"Esta sensación de que el riesgo es menor, unido a su comportamiento social de alta conectividad, en el que el ocio está muy relacionado también con el consumo de alcohol, que incrementa todo lo anterior, hace que la epidemia vaya en ese sentido, contagiando a aquellas personas que no tienen la protección apropiada porque no están vacunadas y porque su comportamiento difiere, en alguna manera, del de otros grupos de edad, por regla general", afirma el experto.
Aquí recuerda que los jóvenes que ahora más se están contagiando no han sido todavía vacunados porque en la estrategia de vacunación se priorizó a las personas más vulnerables, quienes mayor riesgo de ingreso y de hospitalización en UCI tenían, así como de fallecer.
"En el grupo de jóvenes las consecuencias, a priori, son menores, eso es cierto, si bien los riesgos también existen y, aunque son pocos casos, también existe en este colectivo la posibilidad de ingreso en UCI y de mayores complicaciones. De ahí la importancia de la vacunación en cuanto les corresponda sea posible", asegura Zurriaga.
¿QUÉ PASARÁ CON LOS MENORES DE 12 AÑOS?
Actualmente, la vacunación contra la infección de COVID-19 está contemplada hasta los 12 años, edad que figura en la ficha técnica de las vacunas, y hasta donde se han realizado los diferentes estudios para comprobar su efectividad y eficacia. ¿Qué sucederá entonces con los menores de 12 años para quienes no está contemplada la vacunación, se trasladarán la mayor parte de los contagios a este colectivo una vez que los jóvenes ya estén vacunados?
El vicepresidente de la SEE responde en este sentido que, de afectarse, lo harán de la misma manera que lo han hecho hasta este momento: "La probabilidad de que desarrollen complicaciones es menor. La infección es menos grave en su caso, pero el problema es que actúan como vehículo de transmisión del virus, y permiten que este siga circulando, de forma que pueden afectar a los más vulnerables, es decir, a aquellos que no estén más protegidos por lo que sea (no han querido vacunarse, o por circunstancias de inmunosupresión, por ejemplo). Pero en principio en este grupo de edad no se deberían dar graves problemas porque la mayor parte son asintomáticos o con sintomatología leve, pero el problema está en que son vehículos de transmisión".
Por tanto, en su opinión se debe seguir la ficha técnica de la vacuna, y afirma que, antes de estar vacunando a los niños, se debería pensar en las poblaciones más vulnerables de otros países que actualmente no están recibiendo la vacuna.
"Si no, nuestra inmunidad de grupo nos convertirá igualmente en vulnerables porque si en otros países circula el virus, difícilmente tendremos la seguridad de que estamos protegidos. Al seguir circulando le damos oportunidades al virus de replicarse y de dar lugar a una variante más peligrosa para la que las vacunas no estén preparadas. Por tanto, antes que vacunar a niños, se deben vacunar a las personas de otros países, donde también es necesario alcanzar la inmunidad de grupo", destaca este experto.
LAS VACUNAS NO SON 100% EFICACES
El profesor Zurriaga recuerda que las vacunas diseñadas contra la infección de SARS-CoV-2 no impiden la transmisión del virus, pero lo que sí hacen es evitar que las infecciones evolucionen a formas graves o muy graves, que precisen de ingreso hospitalario, en UCI, o incluso deriven en un fallecimiento del paciente.
"Estar vacunado no te protege al 100%, lo que significa que un porcentaje de población vacunada correctamente puede seguir siendo afectada por el virus. Si estás además con una única dosis, esta eficacia y efectividad se reducen y aumenta la probabilidad de estar más afectado por el virus, aunque no serán casos graves, en la mayor parte de los casos. También se ha visto que incluso personas vacunadas de forma completa han evolucionado a formas graves; son pocos, pero existen", agrega.
En última instancia, el doctor Zurriaga subraya que la pandemia no ha acabado, y que a pesar de los niveles elevados de vacunación se siguen produciendo infecciones en poblaciones susceptibles, por lo que insiste en que nuestro comportamiento debe seguir la premisa de que la pandemia no se ha acabado, y recordar que las medidas no farmacológicas siguen siendo necesarias: mascarilla cuando es necesaria; higiene; evitar los espacios interiores, y si no podemos evitarlos, que estén bien ventilados; evitar aglomeraciones de gente, tanto interiores como exteriores; y seguir manteniendo las medidas de distancia física cuando sea posible.