MADRID, 13 Abr. (EDIZIONES) -
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno que está englobado dentro de los 'trastornos de ansiedad' y que se caracteriza porque el paciente presenta un patrón de pensamiento repetitivo que le genera mucha angustia y que puede ser de diversa índole.
Según afirma en una entrevista con Infosalus el psicólogo de la Clínica López Ibor, Pedro Neira, se estima que del 2 al 10 % de la población general pudiera estar afectada por este trastorno en menor o mayor grado, siendo la media de edad de comienzo los 20 años.
"Es un trastorno que no es raro verlo patente en la infancia. No existe una diferencia significativa entre la probabilidad de afectación en hombre y en mujeres", aprecia este experto. Es más, sostiene que la situación pandémica ha podido exacerbar los síntomas característicos de un TOC en pacientes que ya presentaban este diagnóstico, o bien desencadenarlo en quienes nunca habían presentado estos síntomas.
SIGNOS QUE PUEDEN HACER SOSPECHAR DE TOC
"La persona que lo padece trata de paliar la angustia que siente con otros actos que intentan contrarrestar a estos pensamientos, que son los impulsos, pero que, en contra de lo que siente el individuo en el momento que los realiza, a largo plazo aumentan dicha angustia", advierte este psicólogo.
Las compulsiones tienen que ver con el pensamiento inicial que lo desencadena y dice que pueden ser desde el lavado de manos reiterativo contra la contaminación, la comprobación obsesiva de algo de cara a evitar catástrofes (cerrado puertas, ventanas, llaves de paso, etc.), hasta realizar repeticiones interiores de palabras con la idea mágica de frenar males mayores.
Si aflora este tipo de sintomatología, lo que se debe hacer es, a juicio de este especialista, es:
- Racionalizar lo que sucede, tratar de darse argumentos objetivos y tranquilizadores a uno mismo acerca de la situación, intentando contener los pensamientos catastrofistas.
-No abusar del exceso de información; hoy en día existe demasiada comunicación a nuestro alcance que, si no se usa con mesura puede generar mucha angustia y desconcierto, y potenciar el pensamiento obsesivo.
- Es muy importante intentar evadirse de los malos pensamientos con actividades de ocio y con el fomento de los vínculos interpersonales, ya sea de forma presencial o, al menos, virtual.
CAUSAS POR LAS QUE SE PUEDE DESARROLLAR UN TOC
¿Qué podría desencadenar un TOC? El experto de Clínica López Ibor sostiene que no existe una causa exacta; si bien recuerda que son muchos los estudios que afirman que puede tener una base genética, relacionada con la alteración o con el desequilibrio en la neurotransmisión de la serotonina (neurotransmisor también implicado en la depresión y en la ansiedad).
"Existen evidencias que indican que el TOC suele ser hereditario, relacionado con esta alteración genética. Esta tendencia genética no quiere decir que se desarrollará el trastorno de forma segura, pero sí que existe una mayor probabilidad de que esto ocurra.
Además, hay factores culturales y ambientales que pueden influir en las conductas obsesivo-compulsivas, pudiéndose transmitir de generación en generación", sostiene.
El entorno también podría influir en el desarrollo de este trastorno, prosigue el psicólogo, así como infecciones previas, acontecimientos traumáticos, el consumo de sustancias, u otros trastornos mentales (ansiedad, depresión), señala que son factores que podrían interferir en el desarrollo de la enfermedad.
¿HAY DIFERENTES TOCS? ¿CUÁLES SON LOS MÁS FRECUENTES?
Además, el psicólogo de la Clínica López Ibor, Pedro Neira mantiene que el contenido de las obsesiones y de las compulsiones varía de una persona a otra: "Los pensamientos más frecuentes de una persona que sufre TOC suelen ser ideas de contaminación, de necesidad de orden y de simetría, de impulsos agresivos, o de miedos catastrofistas, entre otros".
Igualmente, indica que existen diferentes grados de TOC, y es por ello por lo que pide tener en cuenta que las obsesiones y las compulsiones pueden llegar a ocupar mucho tiempo y esfuerzo en los pacientes, por lo que este trastorno puede interferir de forma importante en su vida cotidiana. "Un ejemplo sería el hecho de que una persona tuviera que lavarse las manos reiteradas veces, por ejemplo, cada vez que tocara el pomo de una puerta, y por miedo a contaminarse de las manos que han tocado ese pomo con anterioridad", añade.
La gravedad de la enfermedad, según subraya el experto de la Clínica López Ibor, se caracteriza determinando diferentes puntos claves: la disposición de la persona al cambio, si lo síntomas interrumpen la calidad de la vida del paciente, la complejidad de sus rituales, el número de repeticiones, el apoyo socio-familiar, y la angustia o ansiedad que le genera al paciente.
¿MANIATICOS O TOC?
Ahora bien, recalca que no todas las personas obsesivas o maniáticas padecen un TOC y, de hecho, resalta que la mayor parte de las personas tienen síntomas obsesivo-compulsivos sin tener un TOC a lo largo de su vida. "Es por ello que el diagnóstico del TOC, siendo algo muy sencillo de diagnosticar por parte del profesional, se suele retrasar más de diez años desde el inicio de los síntomas", agrega.
Para poder considerarse un TOC, Pedro Neira mantiene que los síntomas deben ser persistentes, provocar mucha angustia, así como malestar en el paciente, y además ocupar mucho tiempo al realizarlos, reduciendo la calidad de vida del paciente.
Sobre qué es lo que más les molesta a las personas con TOC, Neira apunta que el sentimiento "no es de enfado o de molestia", sino que se trata de un sentimiento de angustia, de preocupación, o de ansiedad tan fuerte, que la persona siente que debe realizar la 'manía o compulsión' concreta, o hacer hincapié en su pensamiento, de forma repetitiva, una y otra vez, hasta, incluso, interferirle en su vida cotidiana.
EL DIAGNÓSTICO SUELE LLEGAR TARDE
Con ello, recuerda que en personas que sufren TOC el tratamiento es importante, pero es clave el diagnóstico: "En muchos casos el diagnóstico es tardío ya que, a veces, no se detecta a tiempo. Es algo básico para entender el problema y para poder ayudar al paciente a mejorar su calidad de vida. Acudir a un profesional o centro especializado es muy importante".
Dice que la psicoeducación en el tratamiento de un TOC es crucial para la recuperación, para que pueda entender su problema y conocer las herramientas necesarias que le ayuden en su día a día. También, en muchos casos y, dependido del grado de TOC, añade que el tratamiento se debe combinar con psicoterapia, psicofármacos o ambas cosas.
Es más, Pedro Neira destaca que sí es posible superarlo, si bien todo dependerá de diversos factores, como por ejemplo el diagnóstico precoz, siendo este clave, según reitera este experto, ya que, si se detecta pronto y se comienza el tratamiento, los pensamientos y rituales se tendrán menos interiorizados y será más sencilla la recuperación.
"También depende del grado de TOC. No es lo mismo un caso más leve que un TOC más severo, que necesitará de un tratamiento más duradero. Las recaídas también son importantes en la recuperación del paciente, ya que influye en la cronicidad de la enfermedad. Para la recuperación es muy importante el cumplimiento del tratamiento. Si todo se cumple es posible la recuperación del paciente", concluye el psicólogo de la Clínica López Ibor, Pedro Neira.