MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un estudio ha demostrado que los componentes de la linaza llamados lignanos influyen en la relación entre los microorganismos intestinales y la expresión de los microARN (miARN) de las glándulas mamarias. Un subconjunto de estos miARN regula los genes implicados en el cáncer de mama, incluidos los genes que controlan la proliferación y la migración celular.
El estudio se ha publicado en 'Microbiology Spectrum', revista de la Sociedad Americana de Microbiología. "La microbiota gastrointestinal desempeña un papel importante en la modificación de muchos componentes de nuestra dieta para influir en la salud humana", ha afirmado la profesora adjunta del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Nebraska-Lincoln, Jennifer Auchtung, editora que coordinó la revisión del trabajo.
"En este estudio, encontramos correlaciones entre las dietas enriquecidas en linaza, la composición de la microbiota cecal y los perfiles de miARN en la glándula mamaria que regulan muchas vías, incluidas las implicadas en el desarrollo del cáncer. Este estudio preliminar apoya nuevas investigaciones sobre el papel que desempeña la microbiota en los enfoques dietéticos para reducir los factores de riesgo asociados a las enfermedades", ha explicado Auchtung.
Los investigadores estudiaron los efectos de los lignanos de la linaza en la microbiota de ratones hembra jóvenes. Los lignanos, compuestos asociados a la fibra presentes en muchos alimentos y especialmente abundantes en la linaza, se asocian a una menor mortalidad por cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. Los investigadores descubrieron que los componentes de los lignanos generan respuestas específicas de miARN en la glándula mamaria. Los miARN son ARN cortos no codificantes que regulan la expresión génica dirigiéndose a la región 3' no traducida de los ARNm diana.
Para determinar si la relación entre la microbiota y los miARN de la glándula mamaria podría manipularse para reducir el riesgo de cáncer de mama, los investigadores alimentaron a ratones hembra con componentes lignanosos de la linaza para determinar si los perfiles de la microbiota intestinal cecal están relacionados con la expresión de miARN en la glándula mamaria. Se cree que el ciego, la primera parte del colon, situado en la parte inferior derecha del abdomen, cerca del apéndice, desempeña un papel en la producción de ácidos grasos de cadena corta y se ha propuesto que sirve de reservorio de bacterias anaerobias.
Un lignano del aceite de linaza requiere procesamiento microbiano para liberar metabolitos bioactivos, pequeñas moléculas químicas producidas durante el metabolismo que influyen en la fisiología y la enfermedad, en este caso con efectos antitumorales. Los investigadores descubrieron que la microbiota y el miARN de la glándula mamaria están relacionados y que los lignanos de la linaza modifican la relación para que no provoque cáncer.
"Si se confirman estos hallazgos, la microbiota se convierte en una nueva diana para prevenir el cáncer de mama mediante la intervención dietética", ha afirmado Elena M. Comelli, profesora asociada del Departamento de Ciencias de la Nutrición y de la Facultad de Medicina Temerty de la Universidad de Toronto y autora del artículo.