Liquen vulvar, ¿por qué su diagnóstico puede retrasarse tantos años?

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   El liquen vulvar es una patología de la piel de la vulva, caracterizada por un infradiagnóstico y retraso en su diagnóstico de años, incluso décadas en algunas mujeres. ¿Esto por qué es? ¿Cómo identificarlo a tiempo?

   El liquen vulvar, según explica la Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (AEPCC), constituye una dermatosis inflamatoria de la vulva (una enfermedad de la piel de la vulva), una patología que se sucede con relativa frecuencia en la práctica asistencial, si bien su diagnóstico suele ser tardío tal y como avanzamos en el titular del reportaje, y tras la visita a más de un especialista de la paciente o tratamientos fallidos.

   ¿Esto por qué es? Esta asociación científica lo achaca, en primer lugar, a los miedos y tabúes socioculturales de algunas mujeres con la sintomatología del área genital, que conllevan una demora de la consulta con el especialista, pero también suele darse por la inespecificidad de los síntomas de dicha patología, así como la falta de experiencia de algunos profesionales en la materia.

   Cuenta en una entrevista con Europa Press Infosalus la doctora Anna Asturgó, ginecóloga de Dexeus Mujer, que seguramente sea por "falta de entrenamiento dentro del personal, dentro de los propios médicos", dado que era una patología relativamente desconocida hasta hace 15 años, aunque asegura que a día de hoy se conoce a la perfección.

   También lo achaca con que, al inicio, también sus síntomas suelen ser bastante inespecíficos, con picores, y donde puedes encontrar que son hongos si se hace un cultivo, por ejemplo, pero con el paso del tiempo, y tras el tratamiento antifúngico se ve que no era el picor por hongos.

   "Pero con muchos años de evolución se ve una vulva de liquen. Me encuentro con pacientes en consulta que se ve que tienen una vulva de liquen y te dicen que no tienen picores. En el caso de que sea una persona que debuta con la menopausia, por ejemplo, tienen que pasar unos años para verse esos cambios en la vulva", asegura.

EN QUÉ CONSISTE

   Detalla esta experta de Dexeus Mujer que el liquen escleroso vulvar es una enfermedad de la piel de la vulva, que da picores, y que provoca cambios anatómicos en la vulva, y cuyo origen se desconoce.

   Se cree que puede tener un componente autoinmune detrás, y que hace que la piel de la zona se vuelva más delgada, a su vez pique más y se rompa con facilidad, y se puedan hacer fisuras en la piel, según prosigue.

   "Estos picores y adelgazamiento de la piel hacen que los labios menores vayan como borrándose y desapareciendo. La entrada de la vagina a veces se va estrechando y haciendo pequeña, así como en los labios menores, que en ocasiones se fusionan y entierran el clítoris. También se tiene una menor sensibilidad a la hora de mantener relaciones sexuales", añade esta especialista.

   También se baraja sobre su origen una hipótesis de posibles infecciones, de disruptores neuroendocrinos, "pero no se sabe con certeza", confirma esta doctora, a la vez que cita el componente familiar que suele haber detrás de ella, de manera que hay madres e hijas que lo tienen.

   En concreto, cita la doctora Asturgó que hay dos picos de incidencia del liquen vulvar: primero en chicas que no tienen la menstruación o prepúberes; y después, en las mujeres en la menopausia, "aunque a veces lo encuentras en personas en edad fértil, de manera que seguramente el componente hormonal juegue un papel, la ausencia de estrógenos".

   Para diagnosticarlo, en ocasiones hay que hacer una biopsia, aunque no siempre, sólo en caso de duda. "Hay otros dos tipos de liquen diferentes que pueden afectar a la vulva, el liquen plano (que también se da a nivel bucal); y liquen simple crónico (como un eczema alérgico, picores pero no da esta problemática de destruir la anatomía vulvar)", precisa esta ginecóloga.

IMPLICACIONES DEL RETRASO EN EL DIAGNOSTICO

   Sobre todo, ese retraso en el diagnóstico impide por ejemplo que se pueda recuperar la forma de la vulva. Hemos contado que esta patología implica una deformidad en la misma, unos labios vulvares que se fusionan, y que esto con el paso del tiempo dice Asturgó "no lo puedes recuperar".

   A veces si se borra y estrecha tanto la zona genital se presentan dificultades en la micción, prosigue la ginecóloga, si bien tranquiliza señalando que esto no suele ser muy habitual. Sí suelen darse, y ser bastante frecuentes en estos casos, las molestias en las relaciones sexuales, incluso se da la imposibilidad para las mismas, y en un porcentaje muy pequeño de casos puede degenerar a un cáncer de vulva. "En cambio, con un tratamiento crónico disminuye esta posibilidad de degeneración a cáncer", apostilla.

   El tratamiento de primera elección es la cortisona tópica, corticoides de alta potencia tópicos, remarca la especialista de Dexeus Mujer, aunque reseña que hay tratamientos de medicina coadyuvantes, básicamente hidratantes vulvares en forma de gel, de aceite, de crema más emoliente, pero también han salido tratamientos de medicina regenerativa, como las infiltraciones de ácido hialurónico o el Plasma Rico en Plaquetas (PRP), que pueden ayudar; "pero la base que no se debe dejar y mantener de por vida es el corticoide", subraya la doctora Anna Asturgó.