MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha analizado dos metabolitos secundarios (compuestos) producidos por líquenes, los ácidos úsnico y evérnico, comprobando que pueden alterar los ritmos circadianos.
Los líquenes (simbiosis entre hongos y algas y/o cianobacterias) producen una amplia gama de metabolitos secundarios, entre ellos los ácidos de este estudio, el úsnico y evérnico. En anteriores trabajos ya se demostró que estos compuestos ejercen acción antioxidante, antiinflamatoria y neuroprotectora, efectos que a su vez se han asociado con un reloj circadiano funcional.
Sin embargo, esta investigación, publicada en la revista 'Frontiers in Cellular Neuroscience', arroja los primeros datos informados sobre los efectos de los metabolitos secundarios de los líquenes en los ritmos circadianos celulares de los mamíferos.
"Nuestro estudio establece una línea de base para una mayor exploración de posibles productos naturales para aplicaciones terapéuticas en enfermedades asociadas con el cronodisrupción", ha destacado el investigador del Departamento de Farmacología, Farmacognosia y Botánica de la UCM, Pradeep Kumar Divakar.
Para llevar a cabo el trabajo, los investigadores han estudiado el efecto de ambos ácidos en la expresión de dos genes de reloj (Bmal1 y Per2) en células de cáncer de hueso humano junto con neuronas embrionarias de ratón y células de fibroblastos a través de un ensayo de bioluminiscencia.
A cada célula de estos tres tipos se le aplicó una enzima de luciferasa de luciérnagas que, en presencia de luciferina, emite señales luminosas. La cantidad e intensidad de estas señales de luz producidas son proporcionales a la expresión de ese gen en particular en ese momento del día.
En este experimento, que duró dos años, las células se trataron en diferentes momentos/fases del día con una concentración particular de ácido úsnico o ácido evérnico, se incubaron de 3 a 5 días y se comparó con el grupo control para cuantificar, según las señales de luz, el cambio comparó el cambio en los ritmos circadianos en base a parámetros como amplitud, fase, periodo y tasa de amortiguamiento.
"En el próximo paso, planeamos investigar el mecanismo detrás de este ritmo circadiano alterado y su posible interacción con la vía de señalización anticancerígena y la vía de defensa antioxidante", ha zanjado la investigadora de la UCM y primera autora del estudio, Soumi Srimani.