MADRID, 10 Ene. (EDIZIONES) -
Existe un mito popular que dice que un alto consumo de azúcar por parte de los niños provoca pequeñas lombrices. Se trata de unos gusanos muy pequeños y finos, de color blanco, que se llaman 'oxiuros'. Son muy frecuentes en todo el mundo. Cada año hay millones de niños, sobre todo preescolares y escolares pequeños (de 3-6 años), que las tienen, según cifra la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), aunque también pueden padecerlas los adultos, pero es menos frecuente.
"No se preocupe si su hijo tiene lombrices. No causan gran daño, sólo picor. Su curación es muy fácil y rápida. Tampoco sufra pensando que es algo terrible y que demuestra suciedad y abandono", advierten desde la entidad científica. En concreto, estos parásitos ('oxiuros', 'enterobius vermiculares' o simplemente 'lombrices') sólo afectan a los humanos, no a los animales. La infección se adquiere al ingerir, sin darse cuenta, los huevos microscópicos de los mismos.
"Este parásito es exclusivo del hombre. Existe un mito popular que dice que un alto consumo de azúcar por parte de los niños provoca las 'lombrices', pero en el momento actual no hay ninguna evidencia científica que avale esta afirmación", remarca en una entrevista con Infosalus la pediatra Rosa Funes, especialista del Hospital Universitario Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares, Madrid).
Desde la AEPAP explican que los huevos de las lombrices suelen encontrarse en las manos de las personas que están infectadas, casi siempre en las uñas, así como en todos los objetos que se puedan tocar con ellas, desde juguetes, hasta toallas, ropas de cama, alimentos, vajilla, vasos, superficie de pupitres, o lavabos, por ejemplo.
"Cuando alguien se lleva a la boca los huevos, estos llegan hasta el intestino delgado donde salen las larvas. Cuando llegan al intestino grueso, se hacen adultas y adquieren la forma que conocemos: gusano blancos, finos, de 4-5 milímetros", señala.
Uno o dos meses después de la infección, las hembras se reproducen y ponen huevos. El lugar que eligen para hacerlo son los márgenes del ano, casi siempre por la noche. "Son muy pegajosos. Se adhieren a la piel de la zona produciendo irritación y un picor muy intenso que obliga al niño a rascarse. De esta forma los huevos pasan a dedos, manos, uñas, pijama, sábanas, por ejemplo. Se diseminan por todo el hogar, sobre todo dormitorios y baños. Pueden contaminar objetos, alimentos, agua, piscinas, aulas o zonas de recreo. En el medio ambiente, los huevos son capaces de infectar durante dos a tres semanas", advierte la AEPAP.
"La transmisión de persona a persona también puede ocurrir al comer alimentos tocados por manos contaminadas o al manejar ropa o ropa de cama contaminada. La infección también se puede adquirir a través del contacto con las superficies ambientales (cortinas, alfombras) que estén contaminadas con huevos", añade Funes.
CÓMO EVITARLOS
En cuanto al síntoma más común de 'lombrices' Funes apunta al picor perianal (sobre todo nocturno). "En ocasiones el rascado es tan intenso que se producen lesiones perianales que podrían sobreinfectarse. Si el picor es muy intenso puede causar dificultad para conciliar el sueño o despertares nocturnos", agrega.
Aunque es poco frecuente, señala que puede ocurrir que la carga del gusano sea tan alta que se presente dolor abdominal, náuseas y vómitos. En ocasiones, indica que en las niñas puede dar lugar a vulvovaginitis (migración de los oxiuros hacia la zona vaginal).
Para los casos de 'lombrices', la especialista sostiene que el tratamiento farmacológico debe tomarlo toda la familia. Desde la AEPAP precisan que el tratamiento es simple y eficaz, ya que hay varios medicamentos que eliminan a los gusanos adultos con una sola dosis.
"Pero ninguno destruye los huevos. Estos pueden reinfectar al propio niño y a toda su familia. Por esta razón se debe repetir una segunda dosis dos semanas después y tratar a todos los convivientes en el hogar.La idea tan extendida de que las lombrices son muy difíciles de destruir es falsa. Es derivada de las frecuentes reinfecciones por las manos del propio enfermo o de sus allegados", advierte.
Además, para que sea eficaz, la doctora Funes considera que debe ser completado con medidas higiénicas: "Lo ideal sería que los niños o adultos infectados se ducharan por las mañanas, lavado de manos, cortar uñas y limpiarlas enérgicamente. Muy importante realizar limpieza del hogar, en especial los baños, lavado de sábanas, colchas o mantas y de ropa lo antes posible, sin agitarlas previamente y con agua caliente. Limpieza de juguetes y de alfombras. Habría que evitar en lo posible hábitos como chuparse el dedo o morderse las uñas".