MADRID 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
La creencia de que el alcohol desaparece por completo al cocinarlo es un mito que aún se mantiene en muchas cocinas, pero según la pediatra y divulgadora Lucía Galán, esta afirmación carece de respaldo científico. En un reciente vídeo publicado en su canal de Youtube, Galán advierte de los riesgos de consumir alimentos preparados con alcohol durante el embarazo, destacando que incluso después de largos periodos de cocción, una cantidad significativa de alcohol puede permanecer en las recetas.
"El alcohol llevado a la ebullición en las recetas de cocina se evapora, pero no al 100%", explica Galán en su vídeo. Estudios citados por la pediatra demuestran que, tras 45 minutos de cocción, un guiso que contiene alcohol puede retener hasta un 30% de su concentración inicial. Esto implica un riesgo real, especialmente para mujeres embarazadas, niños pequeños y personas que prefieren evitar cualquier exposición al alcohol.
Galán recuerda que no existe una cantidad segura de alcohol durante el embarazo. "Cuando se determina la concentración de alcohol en el cordón umbilical, es exactamente la misma que la que tiene en sangre la mamá", señala, lo que puede tener "un impacto permanente e irreversible en el desarrollo del cerebro del niño".
RIESGOS DEL ALCOHOL DURANTE EL EMBARAZO
Uno de los aspectos que destaca la pediatra es la relación entre el consumo de alcohol durante el embarazo y el trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF). Este trastorno, que afecta entre el 2% y el 5% de la población infantil, engloba problemas de conducta, concentración, hiperactividad e incluso discapacidades intelectuales y físicas.
"La Organización Mundial de la Salud ya ha catalogado este problema como una cuestión de salud pública a nivel mundial", señala Galán, quien además lamenta la persistencia de comentarios como "por una copita no pasa nada" o "una cervecita al día ayuda con la lactancia", calificándolos como afirmaciones obsoletas que carecen de base científica.
Los riesgos no se limitan solo al embarazo. Según Galán, las recetas que contienen alcohol también deberían evitarse en familias con niños pequeños, ya que su sistema inmaduro es más sensible a los efectos del alcohol. Además, durante la lactancia, aunque la cantidad de alcohol que pasa a la leche materna puede variar, la recomendación general es evitar cualquier exposición innecesaria, optando siempre por alternativas seguras en la cocina.
Aunque Galán tranquiliza a quienes hayan consumido accidentalmente platos cocinados con alcohol durante el embarazo, insistiendo en que "lo más probable es que no pase nada", subraya la importancia de actuar con responsabilidad. "Los sanitarios tenemos que ser responsables con nuestro mensaje y con lo que ahora ya sabemos", concluye, recordando que las recomendaciones universales para mujeres embarazadas son claras: ni una gota de alcohol, ni siquiera en las recetas.