Manuel Sánchez Luna, neonatólogo: Establecer ritmos circadianos desde el nacimiento, claves en la adaptación postnatal

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MADRID, 28 Mar. (EDIZIONES) -

¿Cómo se configuran los biorritmos o ritmos circadianos de los bebés que están ingresados en las UCI neonatales y no mantienen una vida 'normal' dentro del hospital? ¿Las incubadoras modernas lo facilitan? ¿Cómo ayudar a los más pequeños en la llegada a casa?

Entrevistamos en Europa Press Infosalus al presidente de la Sociedad Española de Neonatología (SENEO) y jefe de Servicio de Neonatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, el doctor Manuel Sánchez Luna, quien indica en primer lugar que el establecimiento del ritmo circadiano comienza durante la fase fetal, y todo gracias a las señales hormonales enviadas por la madre desde la placenta.

"Durante la vida fetal se establece ya un ritmo circadiano, que es originalmente inducido por la madre. Según estudios preclínicos y por estudios en fetos humanos y en bebés prematuros, se ha demostrado que este ritmo circadiano endógeno fetal se desarrolla alrededor de las 30 semanas de gestación. Estos estímulos fetales desaparecen tras el nacimiento y, aunque no está del todo bien definido, este ritmo circadiano tras el nacimiento se establece dentro de los 15 a 30 días postnatales tanto para los nacidos a término, como los nacidos prematuros", aclara este doctor.

Sin embargo, sí puntualiza que otros estudios sugieren el establecimiento según la edad postconcepcional, entre las 35 y 37 semanas, "lo que sugiere un establecimiento mucho más precoz en los nacidos prematuros de lo que se pensaba previamente". Es más, sostiene este neonatólogo que se ha demostrado la presencia de estímulos visuales que pueden desencadenar el inicio de este ritmo en las primeras 12 horas tras el nacimiento.

FACTORES PARA LA CONFIGURACIÓN DE LOS BIORRITMOS

Tras el nacimiento, el doctor Sánchez Luna recuerda que el recién nacido recibe múltiples estímulos ambientales que ayudan a establecer este ritmo, muy especialmente por las condiciones de iluminación y por los patrones de alimentación, relacionados con la composición de la leche materna; la cual varía a lo largo del día según el ritmo circadiano de la madre.

A su juicio, en este sentido es importante recordar que los ritmos circadianos son oscilaciones en los procesos moleculares, fisiológicos, y conductuales durante las 24 horas del día: "Estos ritmos permiten a los organismos anticiparse y adaptarse a los cambios en su entorno, generalmente creando mecanismos de protección. Los ritmos circadianos aparecieron en los primeros organismos como un mecanismo de supervivencia para anticipar los cambios que acompañaron a la rotación de la tierra en su eje".

En los organismos superiores, incluidos los humanos, dice que los ritmos circadianos han evolucionado para regular los aspectos más vitales de nuestra fisiología, como es la actividad de nuestro cerebro, incluida la respuesta inmune, es decir, la respuesta de defensa frente a infecciones.

"El marcapasos maestro del sistema circadiano de los mamíferos reside en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo, y también se conoce como 'reloj central'. Es más sensible a la luz no visible transportada por el tracto retino-hipotalámico. Pero, además, existen los llamados 'relojes autónomos' dentro de todas las células de los mamíferos que comprenden un conjunto de genes reloj o 'circadianos'. Las señales con mayor impacto en estos relojes son las del ambiente (como la luz, el horario de los alimentos, y el ejercicio), y sirven fundamentalmente para adaptarse al entorno. De esta manera, se crea un ritmo que es fundamental para el buen funcionamiento del organismo, y por lo tanto de la salud", sostiene el presidente de la Sociedad Española de Neonatología.

Es por ello por lo que le preguntamos de qué manera la hospitalización en una UCI neonatal puede alterar la formación de los ritmos circadianos en los bebés, explicando también que, a día de hoy, se desconocen los mecanismos íntimos por los que se instauran tras el nacimiento los ritmos circadianos, muy diferentes a los que recibe el feto intraútero, y que son señales emitidas por la madre.

LAS UCI NO LO PONEN FÁCIL

"Tras el nacimiento, el contacto íntimo con la madre, el inicio de la alimentación al pecho, y la progresiva exposición a los ritmos 'día y noche' en el hogar van estimulando el nuevo ritmo circadiano postnatal. La hospitalización en una unidad de cuidados intensivos interfiere definitivamente en la creación de este ritmo postnatal. Independientemente del efecto debido al motivo de la hospitalización, prematuridad o enfermedad, el entorno de las unidades de cuidado intensivo y un acceso limitado a la alimentación materna directa son impedimentos para este establecimiento", asevera este experto.

Igualmente, mantiene el doctor Sánchez Luna que la imposibilidad de que el bebé se alimente directamente de la leche de su madre evita la exposición a los cambios en la composición de la leche materna, especialmente en cortisol y en melatonina, que varían a lo largo del día, y ayudan a los recién nacidos a establecer este ritmo, lo que a su juicio "suponen claros inconvenientes".

En estudio preclínicos, según prosigue este neonatólogo del Hospital Gregorio Marañón, se ha demostrado, por ejemplo, que la exposición constante a la luz o la hiperoxia (exceso niveles oxígeno), situaciones ambas comunes en algunas unidades de cuidados intensivos, pueden llegar a deteriorar la función neurológica y la protección frente a lesiones pulmonares más adelante en la vida, al interferir con el establecimiento de este ritmo circadiano.

EL RUIDO Y LA LUZ DE LAS UCI NEONATALES

Pero si hasta hace poco había algo que distinguía a las UCI neonatales eran las luces y los ruidos que inundaban las salas de las incubadoras. "Hoy disponemos en las incubadoras más modernas de medición de los estímulos habituales del recién nacido hospitalizado, como es la luz y el sonido. Ambos estímulos están bajo control y podemos modificar la intensidad de estos dentro de las incubadoras."

Dice este experto neonatólogo que también se tiene un especial cuidado con el ruido dentro de la propia unidad de cuidados intensivos, y con la contaminación lumínica, ya que en la mayor parte de las unidades se dispone de medidores ambientales de ruido, así como de reguladores de la intensidad de la luz para disminuir o amortiguar ambos, y reproducir un ciclo semejante al que tendría en el hogar.

Eso sí, sostiene que "evidentemente" en algunas situaciones esto es "complejo", debido al trabajo que hay que realizar en los pacientes más graves hospitalizados, resaltando que en el caso de los prematuros, "esto es especialmente complejo", y dado que el recién nacido prematuro se ve privado de muchas señales maternas que habrían ayudado intraútero a madurar el sistema de adquisición del ritmo circadiano en el cerebro fetal. "El recién nacido prematuro es exquisitamente más sensible a las señales ambientales que recibe o no después del parto en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN)", apostilla.

MEDIDAS DESDE LAS UCI PARA SINCRONIZAR LOS RITMOS BIOLÓGICOS

Además de favorecer la presencia de la madre en contacto íntimo con su hijo durante la hospitalización, el especialista del Gregorio Marañón recalca que para el establecimiento de los ritmos circadianos de los bebés también se favorece el piel con piel, "aun en recién nacidos graves", y junto con la administración de leche fresca de la propia madre recién extraída siempre que sea posible, además de protocolos de protección frente al ruido ambiental y frente a la exposición a intensidades lumínicas excesivas o constantes.

"Se ha visto en estudios clínicos cómo cuando se realiza una iluminación cíclica para simular el día y el ambiente nocturno, esto ha influido en los procesos de curación. También se ha demostrado una reducción de la irritabilidad y una mejora del sueño", agrega el doctor.

Es más, señala el presidente de la SENEO que estableciendo el ciclo de luz y de oscuridad de 24 horas se ha visto que se acorta el período de hospitalización, a la vez que mejora la adaptación a las funciones fisiológicas postnatales, tales como la frecuencia cardíaca, la capacidad de respuesta a los alimentos, y el peso corporal; todo ello cuando se expone al bebé a más de 2 semanas de iluminación cíclica. "Es interesante ver como en algunos estudios el ciclado de la luz también favoreció un mejor aumento de peso y disminuyó significativamente la duración de la hospitalización para los recién nacidos prematuros, así como la reducción de las Infecciones", apostilla el doctor Sánchez Luna.

AL LLEGAR A CASA

Tras una estancia en la UCI neonatal, ¿cómo pueden ayudar los padres a sus bebés a establecer sus ritmos circadianos? Sobre este punto dice que actualmente se sabe que el mantenimiento de la lactancia materna ayuda "de forma significativa" a establecer y a mantener un ritmo circadiano estable: "La reprogramación de la melatonina materna tras el parto se ha demostrado que tiene efectos significativos para influir en el ritmo circadiano del bebé durante el período postnatal a través de la leche materna."

Por otro lado, el jefe de Servicio de Neonatología del Gregorio Marañón recuerda que dados los beneficios de la iluminación cíclica en el desarrollo del ritmo circadiano, debe implementarse tanto en el ámbito sanitario, como en el doméstico, para promover un crecimiento y un desarrollo óptimos del bebé: "Es básica la atenuación de los niveles de luz y de ruido, así como favorecer los cambios de la intensidad lumínica según el ciclo día-noche en el entorno del recién nacido y lactante, respetando estos ciclos de la mejor manera posible."

Sin embargo, avisa de que hoy en día la evidencia clínica todavía no es concluyente sobre los potenciales beneficios del ciclado de la luz, sobre mantener la luz en baja intensidad, o en intensidad constante alta. "Se necesitan más estudios para determinar sus posibles beneficios a corto y largo plazo. Este es uno de los temas de investigación actual más complejos, ya que el impacto puede tener no sólo consecuencias a corto, sino a largo plazo también, y existen múltiples factores de confusión cuando se analizan", concluye el doctor Sánchez Luna.