MADRID, 13 Feb. (EDIZIONES) -
El miedo nos condiciona la vida y está disfrazado detrás de muchas cosas en nuestro día a día. Además, no sólo se asocia a fobias, o al miedo a las alturas, o por ejemplo a conducir, o está detrás de conflictos interpersonales. Hay muchas veces que no lo vemos, y es fundamental conocer cómo aparece para poder trabajarlo y que no domine nuestra vida.
Así lo asegura en una entrevista con Europa Press Infosalus la psicóloga experta en psicología clínica y de la salud, sexología clínica, y con formación en cuestiones de apego, trauma y terapia EMDR María Esclapez, en su nuevo libro 'Tu miedo es tu poder' (Bruguera). Porque, según puntualiza, dominar el miedo no es hacer que desaparezca siempre, sino que es aprender a convivir con él, aprender a transformar el malestar que nos provoca en seguridad, puesto que, entre otros puntos, según recuerda el miedo se trata de una emoción inherente al ser humano que viene y va.
TODOS TENEMOS MIEDO
"El miedo nos protege del peligro, nos activa ante una posible amenaza, nos incita a actuar, y también nos habla de nosotros mismos, de cómo respondemos a heridas del pasado que muchas veces no vemos, pero que sufrimos en las preocupaciones del día a día", remarca.
De hecho, esta experta resalta que "todos tenemos miedo", aunque puede que alguien no lo reconozca, pero "porque no sabe que el miedo tiene muchas formas". "No podemos no presentar esa emoción, está ahí y va a seguir estando ahí. Es una emoción básica, muy relacionada con el sistema nervioso autónomo, y con cómo el cerebro está diseñado para sobrevivir", añade.
Reconoce en este sentido que "hay muchos miedos", como el miedo a la soledad, al rechazo, a no ser suficiente, al fracaso, a aburrirse; pero quizá dice que el más frecuente, y uno de los más difíciles de manejar, es el miedo a la muerte, "que es innato, pero se puede trabajar"; así como a la incertidumbre, "que también es manejable y muy difícil" porque implica parar a la mente, a esos bucles, tomar otra perspectiva y parar esos 'y si' cuando el miedo se activa, tal y como detalla.
SU RELACIÓN CON LA ANSIEDAD Y CON EL ESTRÉS
Por otro lado, preguntamos a esta psicóloga en qué se diferencia el miedo, o su posible relación, con la ansiedad y con el estrés, indicando que el miedo "no es una condición mala", "las emociones son agradables o desagradables, y tiene una función, a pesar de que sean a veces desagradables".
Ahora bien, sí advierte María Esclapez de que cuando esa utilidad deja de serlo y pasa a condicionarnos en nuestro día a día y a generar malestar clínico, lo hace en forma de ansiedad y de estrés, momento en el que hay que abordarlo para que no tengamos una vida que no nos permita vivir en paz con nosotros mismos y con quienes nos rodean.
EFECTOS EN EL LARGO PLAZO SOBRE NUESTRA SALUD
En cuanto a los posibles efectos del miedo prolongado sobre nuestra salud, Esclapez detalla que se llega a generar un malestar clínicamente significativo, más allá de la salud física, se genera cortisol, e inflamación, aspectos todos ellos "muy relacionados" con las enfermedades cardiovasculares, así como a patologías de salud mental como trastornos de ansiedad, depresión, o trastorno obsesivo compulsivo.
A la hora de controlar el miedo insiste en la importancia de identificarlo correctamente para poder trabajarlo bien, a través de estrategias cognitivo conductuales, donde se trabaja por ejemplo la introspección de pensamientos intrusivos, el humor, o bien la materialización del problema; sin olvidar tampoco que parte del alivio frente al miedo se obtiene a través de la comprensión del problema.