María de Mondo, coach: "Cuidado porque los haters no sólo están detrás de la pantalla, puede ser tu madre"

Archivo - Mujer siendo señalada. - NICOLETAIONESCU/ISTOCK - ARCHIVO

   MADRID, 16 Nov. (EDIZIONES) -

   A todos, de una u otra manera, nos importa el qué dirán. Nos influye la opinión ajena en nuestro día a día. Más si se trata de nuestra pareja, nuestra familia, nuestro jefe, o nuestro compañero de trabajo. Y es que, según explica la coach y estudiante de psicología María de Mondo, esto es así porque "hemos crecido influenciados por la opinión y las creencias de nuestra familia y nuestro entorno".

   En una entrevista con Europa Press Infosalus, con motivo de la publicación de su libro 'La opinión de los demás está de más' (Harper Collins), esta experta en ego y amor propio advierte de que esto hace que sigamos buscando esa validación externa porque no nos hemos cuestionado cuáles son nuestras creencias y nuestra forma de ver el mundo: "Al ser niño no te formas tus propias opiniones, sino que te condiciona lo que dice y hace tu familia".

   También justifica que nos importa lo que los demás piensen de nosotros porque somos seres sociales por naturaleza, y buscamos encajar y pertenecer de cualquier manera: "Ahí está el problema, cuando igual esa crítica que no es constructiva ni siquiera va a tener un impacto en nuestra vida y bienestar".

NOS DESCONECTAMOS DE NOSOTROS MISMOS

   Al final, sostiene De Mondo, la falta de autoconocimiento y de amor propio llevan a que le demos ese peso tan increíble a la opinión ajena y al que dirán. Por ejemplo, dice que el hecho de que nos critiquen nos condiciona a la hora de tomar decisiones, o de actuar en nuestro día a día.

   "Así, nos desconectamos de nosotros mismos, dejamos de ser fieles a nosotros mismos, y de hacer aquello que realmente queremos porque estamos más pendientes de ser validados y de encajar que de nuestra propia opinión", insiste esta coach y estudiante de Psicología.

ESCLAVOS DE COMPLACER

   También subraya que de esta manera nos convertimos en "esclavos de complacer y de agradar", olvidando nuestros intereses: "Nos quitamos como prioridad, dejamos de cuidarnos, y diseñamos una vida que al final no nos pertenece. Por eso, muchas veces, llega un momento en el que tenemos una crisis existencial y nos planteamos si vivimos la vida que queremos vivir".

   Cuando vivimos tan condicionados por la opinión de los demás alerta igualmente de que nos olvidamos de nosotros y ponemos nuestro valor y autoestima en manos ajenas. "Luego también el temor al qué dirán implica muchos miedos, cuando no te atreves a hacer cosas en la vida, estos miedos esconden un miedo al qué dirán y estamos pendientes de forma inconsciente de los demás, y afecta a nuestro bienestar y estado emocional porque no nos encontraremos a gusto al vivir tanto para los demás", sostiene.

CUIDADO CON LOS HATERS

   En este contexto, María de Mondo avisa de los haters, "personas que no sólo tienen por qué estar detrás de la pantalla, sino que pueden ser desde tu madre, hasta tu pareja, tu jefe, o un compañero de trabajo o alguien que no conoces".

   Según explica, se trata de personas que te critican o juzgan, que emiten juicios negativos contra ti. "Hay que diferenciar una crítica constructiva que busca ayudarte, de las que buscan hacerte daño. Si tu pareja te machaca y no para de juzgarte, te hace daño, sin esa necesidad de construir o de mejorar", alerta.

   A la hora de manejarlos aconseja en primer lugar tener muy presente que lo que dice el otro tiene que ver con él, es decir, que tiene que ver con su sistema de creencias, con la forma de emitir juicios de valor.

   "Al final cuando alguien emite una crítica o hace algo habla de sí mismo, de sus miedos, de sus inseguridades. Por eso lo idóneo no es tomarnos las críticas como algo personal, sino usarlas para analizar qué tenemos delante, y si te aporta o no información ese mensaje negativo que te están transmitiendo. Si se trata o no de una crítica constructiva", mantiene.

¿DEBO PERDER EL TIEMPO EN ESA CRÍTICA?

   Después aconseja que siempre podemos decidir qué hacer con lo que dicen sobre nosotros, y si no es algo constructivo podemos no hacer nada y no contestar, mientras que si consiste en una crítica constructiva, podemos profundizar más sobre ella e intentar analizarla con quien nos la transmite, y no tomártelo de forma personal. "Para gestionar las críticas, y a los haters vemos al otro y entonces decidimos si nos compensa o no", subraya.

   Es por ello por lo que aconseja que para cultivar nuestro amor propio necesitamos confiar en nosotros mismos, y para ello, De Mondo defiende que el primer paso es el autoconocimiento.

   "Tienes que conocerte para poder valorarte, reconocer tus luces y sombras, tus aciertos y errores, y con ello humanizarte. La confianza no se adquiere por hacer todo bien, sino porque tú sabes quién eres, y haces las cosas lo mejor que puedes, y confías en ti. Esto no significa que no te vayas a equivocar. Si corremos riesgos y nos ponemos objetivos es normal que nos equivoquemos en el camino, pero la confianza tiene que ver contigo, con tu ser", concluye esta coach experta en ego y en amor propio, como ella se define.