MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más del 62 por ciento de las mujeres españolas mayores de 45 años siente preocupación por cómo la menopausia puede afectar a su salud, según ha mostrado el 'Estudio sobre las Percepciones y Hábitos de las Mujeres Españolas durante la Menopausia', elaborado por Cinfa con motivo de la celebración del Día Mundial de la Menopausia, el próximo 18 de octubre.
Asimismo, los resultados han revelado que el 83 por ciento de las españolas mayores de 51 años se encuentran en esta etapa vital y que, además, en ocasiones esta fase comienza en edades más tempranas, como es el caso del 26,2 por ciento de las mujeres de entre 45 y 50 años que han comenzado a percibir irregularidades o ya no tienen la menstruación.
Respecto a la salud, los problemas de huesos y movilidad (75%), el aumento de peso (73,4%) y las enfermedades cardiovasculares (61,5%) son las afecciones asociadas a esta etapa que más preocupan a las mujeres encuestadas. Les siguen la inquietud por los problemas urinarios (55,5%), el deterioro y afecciones relacionadas con la piel (52,8%), el desarrollo de diabetes (52,6%), los calores y sofocos (52,1%), las alteraciones del sueño (46,9%), las dificultades en las relaciones sexuales (45,8%) y la pérdida de autoestima (33,5%).
Del mismo modo, una de cada tres mujeres se muestra preocupada por cómo la menopausia influirá en su vida cotidiana, aunque la incidencia real de esta etapa en el día a día es menor de la esperada, ya que tan sólo una de cada cinco encuestadas (19%) confirma que ésta le haya afectado negativamente en este aspecto. De hecho, el 16 por ciento considera que la menopausia no sólo no ha perjudicado su día a día, sino que lo ha mejorado, mientras que el resto no ha percibido diferencia.
Preguntadas por el estado anímico, hasta el 33 por ciento de las mujeres españolas asevera sentirse "mal o muy mal" a nivel emocional como consecuencia de la menopausia y de los cambios que esta implica. En este sentido, señalan que este proceso les provoca irritabilidad, nerviosismo, cambios de humor, problemas de insomnio o episodios depresivos.
"Los cambios en el ánimo se deben al descenso paulatino de los estrógenos, hormonas femeninas que ejercen una labor importante sobre el sistema nervioso central y pueden ser responsables de estas sensaciones a nivel psicológico. Pero, además, hay que tener en cuenta que para algunas mujeres es también un momento de la vida en el que se produce cierta inestabilidad emocional ante la perspectiva de haber perdido su capacidad reproductiva, así como por otros factores personales que pueden confluir en estas edades, como la emancipación de los hijos del hogar, o la sensación de envejecimiento, entre otros, que pueden incrementar este malestar", ha explicado el asesor médico de Cinfa, Eduardo González Zorzano.
Por tanto, aunque los signos emocionales colaterales no suponen una amenaza, sí alteran la dinámica social y laboral de las mujeres que los padecen, influyendo en su calidad de vida y bienestar, que en algunos casos se ve mermada de forma sustancial. De hecho, el análisis ha confirmado que cuatro de cada diez mujeres encuestadas sienten que su entorno más cercano no comprende lo que la menopausia supone para ellas, un factor que incrementa su malestar emocional.
LA MITAD DE LAS MUJERES SE SIENTEN INCOMPRENDIDAS
En este sentido, el estudio ha desvelado que la mitad de las mujeres se sienten incomprendidas por su entorno y que, además, tampoco se sienten bien a nivel emocional. En cambio, las mujeres que sí se sienten comprendidas por su entorno, se sienten "bastante bien" o "muy bien" a nivel emocional (85,4%).
Con el inicio de la menopausia, es habitual la aparición de diversos síntomas físicos y psicológicos. Para paliar estos efectos y tener un mejor estado de salud, el estudio ha mostrado la tendencia de las españolas a incorporar hábitos saludables a sus rutinas como, por ejemplo, incrementar la actividad física, fomentar una alimentación adecuada y evitar los hábitos perjudiciales como las bebidas alcohólicas o el tabaco.
En este sentido, cuatro de cada diez españolas encuestadas (43,6%) procura controlar las calorías que consumen en su dieta y el 41 por ciento ha aumentado la ingesta de pescado azul, frutos secos y aceite de oliva. Además, el 23,5 por ciento afirma que ha reducido la cantidad de carnes y derivados en sus comidas, elemento clave para moderar el riesgo a desarrollar ciertas enfermedades asociadas.
LAS RIOJANAS SON LAS QUE MÁS CONTROLAN LAS CALORÍAS QUE INGIEREN
A nivel de comunidades autónomas, las españolas de La Rioja (62,5%) son las que más controlan las calorías que ingieren en su dieta, seguidas por las mujeres de Andalucía (49,1%) y las de la Comunidad Valenciana (48,3%).
"Unos hábitos alimenticios adecuados son importantes siempre, pero especialmente en esta etapa de cambios y de mayor riesgo a desarrollar determinadas patologías, son fundamentales. Las mujeres deben ser conscientes de ello, y tratar de mejorar todavía más sus rutinas para aliviar las molestias que ya empiecen a experimentar y, sobre todo, prevenir futuras complicaciones", ha comentado González Zorzano.
Igualmente, una de cada cuatro mujeres (25,3%) señala haber incrementado la práctica de ejercicio físico en su día a día. Por comunidades, las riojanas (37,5%), las andaluzas (30%) y las catalanas (29,8%) son las que más han aumentado su rutina de hacer ejercicio con la llegada de la menopausia; mientras que las mujeres murcianas y gallegas (ambas con 17,4%), así como las cántabras (10,7%), son las que menos han cambiado este hábito. La práctica deportiva más habitual entre las españolas de entre 45 y 65 años es caminar al menos 30 minutos al día (19%).
"La actividad física también influye en la sintomatología de esta etapa y en la prevención de problemas de salud. Ayuda a controlar el peso, reduce la pérdida de masa ósea y mejora ciertas molestias como los sofocos, el insomnio y la irritabilidad, entre otros", ha apostillado el experto, para alertar de que, pese a ello, todavía queda "mucho camino" que recorrer, ya que una de cada tres encuestadas (34%) reconoce no tener programada ninguna actividad en concreto, aunque intenta moverse en sus rutinas diarias, y hasta una de cada seis de las encuestadas (14%) lleva una vida sedentaria sin realizar ejercicio físico.
EL GINECÓLOGO, LA PRIMERA FUENTE DE CONSULTA DE LAS MUJERES ESPAÑOLAS
Finalmente, y ante los efectos que la menopausia puede ocasionar en esta etapa de la vida, los profesionales sanitarios son la primera vía de consulta e información para las mujeres. En este sentido, la mayoría de las encuestadas, el 52,7 por ciento, acude al ginecólogo como primera opción para aclarar sus dudas, seguido del médico de cabecera (29%).
Es destacable que, tras estos profesionales, y en tercer lugar, Internet está ganando peso como canal de consulta habitual entre las mujeres (25,7%), que también suelen consultar con su entorno más cercano como familiares o amigos (13%).