Por qué es más difícil detectar un infarto en un diabético

Archivo - Hombre sentado en el sofá, enfermo, dolor en el pecho. Enfermedad cardiovascular.
Archivo - Hombre sentado en el sofá, enfermo, dolor en el pecho. Enfermedad cardiovascular. - IVANKO_BRNJAKOVIC/ ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 14 noviembre 2024 8:29

   MADRID, 14 Nov. (EDIZIONES) -

   El riesgo de cardiopatía isquémica e infarto de miocardio está muy aumentado en las personas con diabetes. La mayor parte de los estudios encuentran un riesgo entre 2 y 4 veces mayor de sufrir un infarto en las personas con diabetes respecto a la población general sin diabetes.

   Así lo afirma en una entrevista con Europa Press Infosalus la doctora Elsa Fernández Rubio, que es vocal de la Sociedad Española de Diabetes (SED), así como especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Cruces, en Barakaldo (Vizcaya).

    Cuenta que la diabetes se relaciona con un riesgo aumentado de enfermedad cardiovascular dado que, por ejemplo, en el caso concreto de las personas con diabetes mellitus tipo 2, es frecuente que encontremos otros factores de riesgo cardiovascular asociados, como son la hipertensión arterial (HTA) y la dislipemia (niveles de colesterol elevados).

    "Junto con la hiperglucemia aumentan el riesgo de sufrir este tipo de enfermedades. Además, ciertos hábitos de vida, como el tabaquismo, aumentan también el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares", agrega la especialista.

FACTORES QUE AUMENTAN LOS INFARTOS EN LA DIABETES

   Con ello, la vocal de la Sociedad Española de Diabetes mantiene que un mal control de la diabetes (cifras de glucosa y de hemoglobina glicada elevadas), o un mal control de otros factores de riesgo cardiovascular, como son la hipertensión y las cifras de colesterol elevadas, aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular. "Además, la presencia de complicaciones, como la nefropatía diabética, aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular", apunta.

   Asimismo, señala esta experta del Hospital Universitario de Cruces que, al igual que en la población general, unos hábitos de vida poco saludables aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular (por ejemplo, una dieta rica en alimentos ultraprocesados, escasa actividad física, o tabaquismo, etc).

SÍNTOMAS DE INFARTO EN PERSONAS CON DIABETES

   Así, la doctora Fernández Rubio destaca que los síntomas que presentan las personas con diabetes cuando sufren un infarto de miocardio pueden ser diferentes a los de la población general: "En ocasiones aparecen síntomas que no son los habituales del infarto de miocardio, y en otras ocasiones puede producirse lo que se denomina un 'infarto de miocardio silente', es decir, un infarto de miocardio que no produce síntomas".

    Tal y como reseña, esto se debe, generalmente, a la presencia de una neuropatía diabética, que es una condición que altera la conducción a través de los nervios de las personas con diabetes, y que puede hacer que la percepción del dolor sea diferente, o que no se perciba el dolor.

   "Algunas personas pueden no tener ningún síntoma. Otras pueden sufrir algún tipo de dolor o de presión en el pecho; en ocasiones también puede presentarse como una quemazón que puede confundirse con reflujo gástrico o indigestión. También pueden aparecer síntomas como la fatiga, el dolor en la mandíbula, o en el cuello, o bien una dificultad para respirar", detalla esta experta de la SED.

   A su vez, recuerda que en las últimas décadas se ha observado un descenso de la enfermedad cardiovascular, tanto en las personas con diabetes como en las personas sin diabetes; sin embargo, sí subraya que en las personas con diabetes sigue existiendo un riesgo aumentado de desarrollar este tipo de enfermedades.

   "Este riesgo aumentado, lo está aún más en mujeres y en las personas más jóvenes. Por ello, es fundamental conseguir un control óptimo de la diabetes desde el inicio, principalmente en las personas que comienzan con una diabetes a edades jóvenes", concluye la vocal de la Sociedad Española de Diabetes (SED), así como especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Cruces.

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