Hasta las más guapas y listas tienen complejos: ¿Por qué? Qué podemos hacer para olvidarlos

Archivo - Mujer mirándose en un espejo - PROSTOCK-STUDIO/ ISTOCK - ARCHIVO

    MADRID, 25 Nov. (EDIZIONES) -

   Resulta paradójico pero, incluso las mujeres más preciosas y listísimas, tienen complejos. ¿Todos tenemos complejos o todos los hemos sufrido? Para saber un poco más sobre el mundo de los complejos entrevistamos en Europa Press Infosalus a la psicóloga Silvia Llop, que acaba de publicar 'Bendita terapia' (Libros Cúpula), del podcast de salud mental con ese mismo nombre, y que ha escrito junto a la cómica y guionista Patricia Espejo.

   Señala que los complejos surgen porque "nuestro cerebro se queda marcado en ciertos episodios de nuestra vida", que "marcan un punto rojo": "El complejo se origina normalmente en la infancia, pero en la vida adulta se pueden ir alimentando. El problema de estos es que si tienes este punto rojo en la cabeza, cada vez que te pasa algo en tu vida que lo roza o toca en tu vida éste se activa".

   Nos cuenta que, perfectamente, puede pasar que una joven tenga un complejo de fea y un chico muestre interés en ella. Tras la primera cita el chico desaparece, y señala que, entonces la chica, como tiene ese complejo de fea porque su padre y hermano de pequeña le hacían bromas con algo de su físico, entonces tienes eso dentro, y este chaval al desaparecer, pues su cerebro dice que es porque es fea; cuando quizás este chaval ha desaparecido porque había reaparecido su ex.

    "Los complejos funcionan así. Todo el mundo en algún momento de su vida tenemos un complejo, y es algo que se puede trabajar. A veces de una forma indirecta porque la vida te acaba dando razones que acabas creyendo y desaparece. Siempre te has creído fea y a determinada edad empiezas a ligar bastante, y ese complejo se te va, por ejemplo", relata esta psicóloga.

LOS COMPLEJOS TAMBIÉN PUEDE SER EMOCIONALES

   En este sentido, Silvia Llop mantiene que los complejos no son sólo sobre aspectos físicos, aunque estos representan la mayoría "porque son los más visibles", sino que también los hay emocionales, como el complejo de tonta o de inferioridad, y "aunque sean personas con tres carreras y súper inteligentes".

   "Si empezamos a rascar en terapia nos damos cuenta de que la gente tiene complejos a nivel de personalidad, como que no son lo suficiente extrovertidos, o no son personas divertidas. No saltan a la vista y no se manifiestan tanto, pero realmente luego sí entorpecen el día a día de la persona", agrega.

   Estos, tal y como defiende, se puede trabajar yendo a terapia y haciendo un trabajo de ver de dónde vienen, para acabar desapareciendo. "Un complejo puede entorpecer o dañar a nuestra salud mental cuando acaba convirtiéndose en una creencia que nos limita en nuestro día a día, y dejamos de hacer cosas o intentamos esconder el complejo para que no salga y la gente no lo descubra", añade.

LO QUE DICEN LOS DEMÁS

   A su vez, la cocreadora del podcast 'Bendita terapia', subraya que, en realidad los complejos son aquello que nosotros pensamos de nosotros mismos, pero que se ven alimentados por lo que nos digan los demás, y la importancia que le demos a ello: "Si le das importancia al bullying o a tus padres cuando te decían que eras tonta, el peso a esos comentarios que le des es lo que le convierte en complejo". Así, insiste en que en la formación de complejos tienen mucho que ver las experiencias que se vivan.

CÓMO AFRONTAR LOS CONSEJOS

   Con todo ello, pedimos a esta psicóloga que nos detalle los pasos necesarios para olvidarnos de los complejos apuntando a los siguientes:

   Identificar que tienes un complejo. A veces ese complejo está tan dentro de nosotros que lo identificamos como una verdad absoluta, cuando no lo es, sino que se trata de un complejo.

   Intentar entender dónde se originó ese complejo, porque algunos se van a crear de alguien que nos dijo algo en algún momento puntual, que se nos quedó dentro y nos dolió mucho, o porque tu padre te repitió 50 veces lo mismo.

   Empezar a deshacer todo esto. Separar la realidad de lo que creemos. Pero ahora siendo adultos tener el poder de quitarle todo ese peso a esa parte de nuestro cuerpo o personalidad y vivir de una forma que entendamos que es algo que tenemos dentro, y que debemos racionalizar: "Así, cada vez que nos pase algo que pueda activarlo, tenemos que saber que tenemos esa lucecita, y contar con otras razones por las que podría estar pasando algo, así no le damos todo el peso ahí. Y cuando empezamos a hacer ese ejercicio se abre el mapa y sacamos el peso al complejo y a trabajarlo de esta forma".