MADRID, 14 Jul. (EDIZIONES) -
No a todo el mundo le parece igual de importante ir descalzo, cuando sí puede serlo. Y esto es lo que va a contarnos a Europa Press Salud Infosalus el podólogo y profesor de Calzadoterapia de la Facultad de Enfermería y Podología de la Universidad de A Coruña, Daniel López.
Primero, hay que contextualizar de qué estamos hablando. En este caso de los pies. Dice que son importantes, de manera directa, porque son los responsables de mantenernos de pie, nos permiten caminar y no caernos.
De manera indirecta, este experto señala que los pies son los responsables de mantener un control de enfermedades crónicas como la obesidad, la depresión, los problemas de corazón, el colesterol, o la diabetes, "siendo el motor de mantener un estilo de vida saludable e incrementar la calidad de vida", indica.
Tal y como recuerda, las principales sociedades médicas establecen que es esencial caminar una media de treinta minutos todos los días, donde los pies juegan "una pieza clave", ya que la cuarta parte de los huesos del cuerpo humano (206 huesos) se encuentran en los pies (52 huesos), que están sujetos por 107 ligamentos, 19 músculos, y 5 pares de uñas.
CUÁLES SON LAS VENTAJAS DE IR DESCALZO FRENTE A IR CALZADO
Pero vamos ahora al quid de la cuestión, ¿por qué es importante ir descalzo? Este podólogo argumenta que caminar descalzo contribuye a incrementar la sensación del terreno sobre el que caminamos, al tiempo que ayuda a fortalecer la musculatura de los pies.
Por un lado, apunta que está aconsejado en los bebés hasta que caminan (0 a 15 meses), para potenciar la psicomotricidad, es decir, que les ayuda a incrementar la sensibilidad y el desarrollo motor. "Por ello, un bebe nunca se debe calzar hasta que tenga la capacidad de caminar entre los 12 meses y los tres años", apostilla López.
Dice que también está recomendado en personas que sufren esguinces, pies planos, o falta de fuerza en la musculatura de los pies; y siempre sobre terrenos que no puedan generar daño al pie, como las playas de arena lisa, y nuestro hogar, siempre y cuando esté libre de obstáculos.
¿ZAPATILLAS DE CASA?
"El calzado doméstico es fundamental para evitar accidentes propios del hogar, como la caída de objetos, caídas, o traumatismos que eviten una lesión. Es conveniente el uso de unas zapatillas que protejan al pie y generen descanso cuando caminamos en el hogar", apunta, al mismo tiempo que recuerda que al portero de la selección española, Santiago Cañizares, en 2002 se quedó sin ir al Mundial de fútbol por la caída de un frasco de colonia que le cortó un tendón del pie.
Por otro lado, le preguntamos a este experto de la Universidad de A Coruña cuándo, en cambio, no está aconsejado ir descalzo, indicando que está contraindicado "únicamente" para momentos puntuales que tienen que ser pautados por el podólogo, como por ejemplo a la hora de evitar infecciones en la piel de los pies y las uñas como hongos, verrugas plantares, infecciones bacterianas, pie de atleta, así como fracturas, esguinces, dolor en los pies como las fascitis plantar, en el caso de talalgias, o de metatarsalgias.
CÓMO DEBE SER EL CALZADO PARA NO DAÑAR A LOS PIES
A su vez, el profesor de Calzadoterapia de la Facultad de Enfermería y Podología de la Universidad de A Coruña subraya que el podólogo tiene que examinar los pies de la persona para recomendar las características del calzado a utilizar en el trabajo, para pasear, o realizar deporte; y resalta que éste tiene que estar relacionado con el tamaño del pie y con la horma del calzado.
"El uso de un calzado inadecuado es un factor predictor de deformidades de las uñas, de los dedos de los pies, de aparición de juanetes, de dolor, así como de dificultad para caminar. Cualquier zapato de horma estrecha o calzado-juguete para caminar, que en los niños dificulta el desarrollo muscular y óseo provocando malformaciones en los pies y en las piernas", sostiene.
ARTRITIS Y ARTROSIS CON EL CALZADO BAREFOOT
En última instancia, le pedimos a este experto podólogo una valoración sobre el calzado ‘barefoot’, ahora tan de moda, destacando Daniel López que su uso es recomendable para evitar el contagio en piscinas o duchas comunitarias, al igual que los escarpines; así como al caminar por las playas; para la recuperación de lesiones; y para evitar cortes.
"El resto de uso está desaconsejado. Provoca artritis y artrosis prematura al someter a los pies a un impacto para el que no está preparado, ya que al caminar los pies sufren un impacto equivalente a110 golpes de cincuenta kilos, y aunque la biología humana facilita a nuestro cuerpo humano distintos sistemas para disipar las fuerzas y reducir sus efectos, el calzado es el elemento estrella para proteger los pies y mejorar la adaptabilidad sobre las superficies por las que se camina", remarca, al tiempo que concluye con la importancia de acudir al podólogo de manera regular para revisar nuestra forma de pisar y controlar la salud de los pies.