La mayor parte de los tumores vertebrales se originan en otras partes del cuerpo

Archivo - Dolor de espalda. - STEPHANE NOIRET/ISTOCK - ARCHIVO

MADRID 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

La mayor parte de los tumores vertebrales se originan en otras partes del cuerpo, como la próstata, la mama, el pulmón o el riñón, que se acaban extendiendo hasta la columna vertebral, y es que casi la mitad de los tumores malignos originan metástasis óseas, según un estudio de la Unidad de Columna del Hospital Universitario Puerta del Mar (Cádiz).

La investigación, publicada en la Revista Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología y en la que han participado dos miembros de la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER), estima que casi la mitad de los pacientes con metástasis espinal acabarán desarrollando metástasis en múltiples niveles de la columna, en la que los tumores primarias son una "patología de muy baja frecuencia", con menos del cinco por ciento de los tumores óseos.

Mientras que los tumores benignos (como el osteoma osteoide, osteoblastoma o condroblastoma) suelen aparecer en personas de menos de 20 años, los malignos (osteosarcoma, mieloma, plasmocitoma, linfoma, cordoma, condrosarcoma o sarcoma de Ewing) suelen tener más incidencia en los mayores de 30 años.

La GEER ha recordado que la sospecha y el diagnóstico precoz son esenciales para encarar un tratamiento de algún tumor vertebral, para lo que la biopsia sigue siendo el "método diagnóstico definitivo" a pesar de los avances en estudios por imágenes.

"Un diagnóstico y tratamiento precisos en estos casos requieren evaluación médica individual. Los especialistas del GEER trabajamos por promover la investigación y avances para el diagnóstico precoz de los tumores vertebrales que afectan a la columna, con el fin último de lograr una mejor tasa de supervivencia de los pacientes y una mayor calidad de vida", ha afirmado el presidente del GEER, el doctor Luis Álvarez Galovich, con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer.

Tras ello, ha explicado que los principales signos de sospecha son una edad menor de 18 años, presencia de dolor nocturno, bajada de peso, radioculopatía (nervio espinal pinzado), una fractura patológica o afecciones neurológicas, como cefaleas o mareos.

Estos tumores pueden presentar una sintomatología similar a una hernia discal o a una estenosis de canal como dolor radicular (en piernas o en brazos), y es que un 85 por ciento de los pacientes se quejarán del dolor, que es la manifestación más común, especialmente por la noche, y que no se alivia con el reposo en cama, lo que obliga a los pacientes a dormir en una posición semisentada.