MADRID 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
En un estudio de tratamientos comúnmente utilizados para personas con esclerosis múltiple, tanto las intervenciones médicas como las conductuales, y una combinación de ambas, dieron como resultado mejoras significativas en la fatiga, según un estudio dirigido por la Universidad de Michigan (Estados Unidos) y publicado en 'The Lancet Neurology'.
El ensayo clínico aleatorizado comparó la eficacia del modafinilo, un medicamento que promueve la vigilia y se usa para tratar la somnolencia en personas con trastornos del sueño, y la terapia cognitivo conductual, o TCC, para reducir la fatiga en más de 300 adultos con esclerosis múltiple cuyos síntomas interferían con sus actividades diarias. En general, los investigadores descubrieron que el tratamiento con modafinilo o TCC sola, administrado por teléfono, se asoció con reducciones significativas de la fatiga durante 12 semanas.
Una combinación de ambos tratamientos también funcionó tan bien como cada tratamiento individual, pero no dio como resultado mejores puntuaciones de fatiga que las intervenciones independientes. "La fatiga es uno de los síntomas más comunes y debilitantes de la esclerosis múltiple, pero aún hay incertidumbre sobre cómo se deben utilizar los tratamientos disponibles o cómo se comparan los tratamientos basados ??en medicamentos con los tratamientos conductuales en el mundo real", destaca la primera autora Tiffany J. Braley, directora de la División de Esclerosis Múltiple/Neuroinmunología y cofundadora de la Clínica Multidisciplinaria de Fatiga y Sueño en EM en University of Michigan Health (Estados Unidos).
"Esta investigación ofrece nueva evidencia que demuestra que tanto la TCC como el modafinilo son comparablemente eficaces para la fatiga asociada a la EM, lo que podría dar forma a los enfoques de tratamiento para uno de los síntomas más desafiantes que experimentan las personas con esclerosis múltiple".
La investigación utilizó un enfoque del mundo real que se parecía más a la práctica clínica que los ensayos clínicos tradicionales e incluyó partes interesadas con EM que ayudaron a diseñar el estudio. Más del 60% de los participantes en cada grupo del estudio informaron una mejora clínicamente significativa en la fatiga, que se midió con una encuesta llamada Escala de Impacto de Fatiga Modificada.
"Estos tratamientos, tanto de forma individual como en combinación, deberían considerarse como opciones potenciales para las personas con esclerosis múltiple que sufren fatiga crónica y problemática", apunta la autora principal Anna L. Kratz, profesora de medicina física y rehabilitación en la Facultad de Medicina de la UM.
Los participantes del ensayo que recibieron sólo TCC mantuvieron puntuaciones de fatiga más bajas en una cita de seguimiento adicional 12 semanas después de que finalizaron los tratamientos del estudio. La TCC ha demostrado efectos sólidos y duraderos sobre la fatiga en investigaciones anteriores.
"Si bien muchas personas con esclerosis múltiple tienen acceso limitado a la atención de salud conductual como la TCC, ofrecer el tratamiento a través de la telesalud puede ayudar a llegar a más pacientes", declara Kratz. "Nuestro estudio demuestra que la TCC es un tratamiento viable que enseña habilidades de manejo de la fatiga que pueden emplearse indefinidamente, con beneficios duraderos que duran mucho más allá del período de tratamiento", añade.
Aunque las tres asignaciones de tratamiento funcionaron igualmente bien en general, los hábitos de sueño de los participantes, o "higiene del sueño", afectaron la eficacia del tratamiento para la fatiga. Las personas con una mala higiene del sueño tendían a tener mejores resultados en materia de fatiga con la TCC, y los participantes con una muy buena higiene del sueño mostraron mejores resultados en materia de fatiga con modafinilo.
"El uso de medicamentos que promueven la vigilia, como el modafinilo, podría empeorar la calidad del sueño en pacientes cuyos problemas de sueño son de naturaleza conductual", apunta Braley. "Como los trastornos del sueño también contribuyen a la fatiga en las personas con EM, es importante evitar elegir tratamientos contra la fatiga que puedan empeorar el sueño. Los tratamientos conductuales como la terapia cognitivo conductual que incluyen educación sobre el sueño pueden ser preferibles para las personas con EM que tienen malos hábitos de sueño", finaliza.
