Los aditivos alimentarios, ampliamente utilizados en la industria agroalimentaria, se encuentran principalmente en los productos ultraprocesados que se venden en los supermercados. La literatura científica proporciona información sobre los posibles efectos nocivos del consumo de varias de estas sustancias, que se han asociado con el desarrollo de trastornos metabólicos, inflamación crónica y desequilibrios en la microbiota intestinal.